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El Ministerio de Seguridad Pública Opinión AgenciaUno

El Ministerio de Seguridad Pública

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Richard Kouyoumdjian Inglis
Por : Richard Kouyoumdjian Inglis Experto en Defensa y Seguridad Nacional
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La clave está en cómo gestionen el sistema y le saquen rendimiento, especialmente a las policías, las que deben garantizar el orden y la seguridad en el territorio nacional, algo que sabemos que no está ocurriendo.


El 01 de abril de 2025 arranca oficialmente el Ministerio de Seguridad Pública, una nueva repartición estatal que es vista por algunos como solo más burocracia y gasto y, por otros, como la solución de la inseguridad que nos afecta. El tiempo dirá quién tenía razón, pero está claro que vio la luz con la aprobación mayoritaria del Congreso, a pesar de las críticas de las fuerzas más a la derecha del espectro, y de especialistas en seguridad y defensa.

Como todos esperaban, el Presidente designó al que quizás ha sido su ministro y asesor legal más confiable y efectivo, el abogado Luis Cordero, quien tendrá como subsecretario al también abogado Rafael Collado, que, al igual que su jefe, se desempeñó exitosamente por largos años en FerradaNehme, el estudio de la famosa y gran abogada Nicole Nehme, de donde salieron para integrarse al actual Gobierno.

Boric está enviando su dupla más capaz a sacar adelante este ministerio que demoró más de 20 años en nacer. Los acompañará Carolina Leitao, la actual subsecretaria de Prevención del Delito, una exalcaldesa y abogada, por lo que no sería de extrañar que la aproximación a los problemas de inseguridad pública sea más bien como lo harían los abogados, legal y jurídica, más que operativa y estratégica.

Ya que estamos en esta, a todo Chile le conviene que resulte este ministerio, porque si no es así, vamos a estar peor que antes y la situación, todos sabemos, no da para más. Para que estemos todos en la misma página, la creación del Ministerio de Seguridad Pública no trae recursos operativos adicionales en su creación y en lo esencial, aparte de las dos subsecretarías, solo está a cargo de las policías: Carabineros de Chile y la PDI.

El nuevo ministerio no tiene a cargo Gendarmería de Chile, que sigue en Justicia junto al Servicio Médico Legal; no tiene a cargo el Ministerio Público y los Tribunales de Justicia, que obviamente mantienen su independencia y autonomía; no tiene a cargo Aduanas y la UAF, que siguen en Hacienda; como tampoco tiene a cargo las Fuerzas Armadas cuando están operando bajo excepciones constitucionales, o en el resguardo y protección de infraestructura crítica, lo que incluye las fronteras con el Perú y Bolivia, que es por donde ingresan buena parte de nuestros problemas.

Es por eso por lo que cuesta entender el valor agregado de este ministerio y por qué debería producir mejores resultados que lo que existía antes al alero del Ministerio del Interior. Básicamente, nada ha cambiado en cuanto a las organizaciones y las personas. Luis Cordero ya era el subsecretario del Interior; Carolina Leitao, subsecretaria de Prevención del Delito; y Rafael Collado era el jefe jurídico de la Subsecretaría del Interior. Las policías son las mismas de antes y dudo que su cambio de dependencia vaya a cambiar en algo sus capacidades operativas o los recursos que se les asignan.

Tampoco era necesario crear este ministerio para tener una política nacional de seguridad pública, o la implementación del Centro Integrado de Coordinación Policial (Cicpol), o del Sistema Nacional de Protección Ciudadana, todos aspectos que perfectamente se podrían haber realizado bajo Interior.

La creación del ministerio, que viene con sus propios seremis, va a generar inevitablemente ruido con los delegados presidenciales, particularmente cuando haya problemas de orden público, los que más bien son del ámbito del delegado por ser de carácter político, pero que ya no tendrá autoridad sobre Carabineros, una institución que debe garantizar el orden y la seguridad pública en el territorio nacional.

Es evidente que en el corto plazo el foco debe estar en operacionalizar el ministerio, en completar las estructuras fuera de Santiago, y en la política que se le ha pedido desarrollar, como en las organizaciones accesorias que se deben crear, pero si el ministro y sus subsecretarios aceptaran algunas recomendaciones, me focalizaría en lo siguiente:

  • Creación de un sistema nacional de seguridad pública. Claro que la política nacional es necesaria, pero lo más urgente es un sistema que coordine y opere las organizaciones que tienen que ver con la seguridad pública. Ello va a requerir una estrategia, que es la que determina objetivos, medios a usar y la forma en que se usan.
  • Recursos asignados a las policías. Sin recursos adicionales, los resultados debieran ser similares a los que estamos obteniendo hoy en día. No solo es importante que estén coordinados los esfuerzos. También lo es que tengan más dotaciones y recursos materiales.
  • Seguridad municipal. Evidentemente el foco debería ser el crimen organizado y la delincuencia más compleja, pero por favor no se olvide de la seguridad municipal, la que adquiere más importancia que en el pasado, producto de que Carabineros está dedicado a temas más importantes, dejando a las comunas un poco abandonadas. En esto todos los alcaldes están de acuerdo, y también están de acuerdo en que la ley de seguridad municipal 2.0 no resuelve la inseguridad a nivel comunal. En ese sentido, ¿por qué no generar policías municipales?
  • Estados de Excepción Constitucional, protección de infraestructura crítica y desórdenes públicos. Recomiendo que en esto se pongan de acuerdo con Interior. El primero es quizás un tema de Interior; el segundo, de Interior, Defensa y Seguridad Pública; y el último, de Interior, pero con recursos de Seguridad Pública, ya que las policías dejan de tener dependencia de Interior. A modo de ejemplo, los desórdenes y destrozos ocasionados por los pescadores la semana pasada son de carácter político, lo mismo que el recién acontecido Día del Joven Combatiente.

A las nuevas autoridades les deseo, por el bien de Chile y los chilenos, la mejor de las suertes. Nadie les quiere meter un palo en los rayos de la bicicleta. Muchos estamos en contra de la creación de este ministerio, pero ya que es una realidad, los vamos a apoyar al ministro y sus subsecretarios. Ya indiqué que son profesionales capaces y experimentados, pero por favor no olviden que las soluciones, más que legales y jurídicas, van por el lado de la gestión y de la estrategia.

Claro que las leyes ayudan, pero la clave está en cómo gestionen el sistema y le saquen rendimiento, especialmente a las policías, las que deben garantizar el orden y la seguridad en el territorio nacional, algo que sabemos que no está ocurriendo, y que podría ser eventualmente motivo de una acusación constitucional, algo no descartable ahora que hay un ministro responsable.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.

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