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Álvaro Saieh demanda judicialmente a El Mostrador: acá nuestra posición editorial al respecto EDITORIAL

Álvaro Saieh demanda judicialmente a El Mostrador: acá nuestra posición editorial al respecto

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El director de este medio, Federico Joannon, y su editor Iván Weissman, han sido demandados por Álvaro Saieh, empresario dueño de La Tercera y Radio Duna, con manifiesta intención de amedrentarnos. El Mostrador seguirá cumpliendo con su deber de informar y defenderá su derecho a hacerlo.


El empresario Álvaro Saieh –controlador del holding supermercadista SMU y dueño de varios medios de comunicación, entre ellos, La Tercera y Radio Duna– ha demandado al director de este medio, Federico Joannon, y a su editor Iván Weissman, por considerar que El Mostrador lo habría maltratado y perjudicado al publicar notas periodísticas sobre sus negocios. Y pretende que se le indemnicen perjuicios, incluso morales. 

Esta “agresión procesal” es confusa, más proviniendo de un propietario de medios de comunicación que le compiten a El Mostrador. Y, para colmo, el Sr. Saieh no ha utilizado para demandarnos la vías idóneas, establecidas en la Ley de Prensa (estatuto regulador y protector de la actividad periodística), sino que se las saltó.

Estamos convencidos de que solo hemos cumplido con nuestro deber de informar fiscalizando e incomodando al poder, de ser necesario, con pleno respeto a la verdad, a la ética y a la lex artis periodística, acerca de hechos de relevancia pública, en los cuales Álvaro Saieh fue y es protagonista.  

Manifestamos categóricamente que esta demanda no nos intimida, por el contrario, nos refuerza en nuestras convicciones, y seguiremos informando a la opinión pública cuanto sea de interés público, ejerciendo la libertad de expresión, pilar fundamental del sistema democrático liberal, y subrayamos que nos defenderemos decididamente ante los Tribunales de Justicia de esta injustificada embestida de Álvaro Saieh. 

La molestia del Sr. Saieh descansa o se justifica –según señala en su propia demanda– en el tratamiento informativo que El Mostrador les ha dado a sus negocios (los cuales, atendidas su cuantía y envergadura, evidentemente son de interés público), especialmente respecto al default de un bono de US$ 500 millones de la sociedad CorpGroup Banking (CGB), de propiedad del Sr. Saieh y su familia. 

En este caso, bonistas y acreedores perdieron más del 90% de su inversión original, después que CGB se acogiera al Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de Estados Unidos. Estos hechos fueron conocidos en Chile y el mundo, porque algunos bonistas y acreedores perjudicados levantaron la voz acusando que Saieh había simulado contratos para desguazar CBG, causándoles un daño patrimonial estimado en más de US$ 400 millones. 

Con esta demanda judicial, El Mostrador pasa a ser parte del numeroso grupo de personas naturales y jurídicas contra quienes Álvaro Saieh ha interpuesto demandas y querellas en los últimos meses. Lea aquí esta noticia publicada hace algunas semanas: El “método Saieh” para intentar amedrentar a sus adversarios

Todo indica que se trata de un ejercicio abusivo de acciones legales penales y civiles, como parte de una estrategia de amedrentamiento (o intento de) del Sr. Saieh contra quienes considera sus adversarios, o que ponen en entredicho su actuar, o que lo incomodan transparentando ante la ciudadanía sus conductas con relevancia pública, como es el caso de este medio de comunicación. 

Álvaro Saieh debe entender que las normas y principios éticos tienen que ser respetados por todos, ¡por todos!, cualquiera sea su procedencia, su inteligencia, su dinero, hayan nacido en la capital o en regiones, sean de primera generación o no. Se trata sencillamente de comprender y aplicar la regla básica de convivencia que dicta que todas las personas, organizaciones y entidades, públicas y privadas, están sometidas por igual al imperio de las leyes y al cumplimiento escrupuloso del Estado de derecho. 

Breves antecedentes 

Señala la demanda judicial de Álvaro Saieh que el actuar periodístico’ (de El Mostrador) data desde hace más de 10 años, en donde sistemáticamente ha efectuado publicaciones basado en supuestos rumores, malas lenguas’ o fuentes que no revela. Esto lo podemos apreciar (…) que a modo de contexto revelan cómo el demandado se ha dedicado constantemente a denostar, humillar y burlarse del Sr. Saieh”.  

Y focaliza su malestar con este medio, ya más específicamente, en la nota periodística publicada el 7 de diciembre de 2023, que él considera difamatoria, titulada: “Piñera, Matte y Consorcio, y el misterio de por qué decidieron no querellarse contra Saieh”, artículo que incluía como “bajada” lo siguiente: “Saieh y los poderosos que no se querellan”.

El Mostrador sostiene y defenderá ante la Justicia que dicha nota cumple con un buen estándar periodístico, cosa que –en definitiva– deberán juzgar los Tribunales de Justicia. Y agregamos que, efectivamente, llevamos más de 10 años fiscalizando periodísticamente el comportamiento empresarial de Álvaro Saieh, uno de los empresarios más poderosos de Chile, porque es nuestra obligación como medio de prensa hacerlo, y lo entendemos como un aporte a la transparencia en los negocios, en beneficio de los mercados y del país. Sobre todo si se tienen en consideración los conflictos de intereses del Sr. Saieh, sus múltiples contactos al interior del aparato público, la influencia de sus medios de comunicación, y que, hasta hace no mucho tiempo, era controlador de un banco (empresa que por definición maneja dineros de otros). 

A modo meramente ejemplar, recordaremos dos casos de evidentes conflictos de intereses de Álvaro Saieh (transparentados oportunamente por El Mostrador): 

-En medio de las discusiones entre los actores políticos, universitarios y empresariales sobre si terminar o no con el crédito de financiamiento universitario CAE, años 2011 y siguientes, los medios de comunicación del Sr. Saieh (La Tercera, Radio Duna y Qué Pasa, principalmente) constantemente atacaron las propuestas de eliminarlo o transformarlo, a través de reportajes, editoriales, comentarios y entrevistas, sin mencionar o explicitar que el señor Saieh era por entonces accionista controlador de Corpbanca, uno de los bancos que más se beneficiaba de ese lucrativo negocio crediticio.

-También por aquellos años, estando con serios problemas de caja el holding supermercadista SMU, que era controlado por Álvaro Saieh –y que aún controla, pero con un menor porcentaje accionario–, El Mostrador reveló la existencia de desconocidas triangulaciones de dineros a través de fondos de inversión privados (FIP) y compañías aseguradoras del Sr. Saieh, para “baipasear” las restricciones a las inversiones entre empresas relacionadas y, así, poder inyectarle recursos frescos a SMU excediendo los límites establecidos para los dueños y controladores de los bancos e instituciones financieras (el Sr. Saieh era por entonces también controlador de Corpbanca). Es más, el regulador bancario de ese tiempo (SBIF) tuvo que ajustar sus normativas, como resultado de nuestras notas periodísticas, para proteger a los mercados. 

Lea aquí la demanda de Álvaro Saieh comentada en este Editorial 

Lea aquí la respuesta a esa demanda presentada por El Mostrador 

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