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La importancia política de la reforma previsional
La gran ganadora es la política, que logra el objetivo para el que es concebida: aumentar el bienestar social. La falta de soluciones a problemas comunes acuciantes es, quizás, la razón principal de su descrédito, y este acuerdo viene a mejorar en algo esta situación.
Una reforma de pensiones como la aprobada es, a todas luces, una excelente noticia. Sin perder de vista que lo esencial es la mejora de las postergadas condiciones materiales de los jubilados, cabe destacar que este acuerdo se fraguó en medio de un escenario de difícil gobernabilidad, en que la fragmentación parlamentaria dificulta acuerdos de esta magnitud.
De esta forma, la gran ganadora es la política, que logra el objetivo para el que es concebida: aumentar el bienestar social. La falta de soluciones a problemas comunes acuciantes es, quizás, la razón principal de su descrédito, y este acuerdo viene a mejorar en algo esta situación.
Luego, analizando lo que significa para cada fuerza política, es posible establecer que, más allá de razonables discrepancias de contenido, este acuerdo permite que casi todos saquen cuentas alegres.
Chile Vamos, por de pronto, logra finalmente separar aguas con la extrema derecha, poniendo coto a esta carrera desesperada por quién es más inflexible e ideológicamente puro en su derechismo. La “derechita cobarde” no tiene de qué esconderse y puede salir a decir que ha sido su flexibilidad y disposición la que permitirá disfrutar de mejores pensiones, a la vez que tranquiliza a sus bases al garantizar la propiedad individual de los fondos.
El oficialismo, en tanto, pese a que es donde más disconformes dejó el contenido de la reforma, dio muestras de pragmatismo y, como han dicho numerosos parlamentarios, este acuerdo no obsta para que pueda haber una reforma más audaz cuando la composición de fuerzas en el Parlamento le sea más favorable. Haber logrado tal grado de unidad, aunque no aparezcan tan contentos en la foto, es además un buen antecedente de cara a las elecciones parlamentarias y definiciones presidenciales.
El Gobierno, por su parte, mostró capacidad política para “ordenar” a parlamentarios que en algún momento parecían muy difíciles de alinear. Asimismo, el tándem de los ministros Marcel-Jara probó su efectividad negociadora, además de equilibrar en alguna medida las posiciones más conservadoras y las más maximalistas dentro del propio oficialismo. Particular valor tiene también que el Presidente haya emplazado a la derecha cuando no parecía ceder, en nada.
Por último, es también digno de destacarse la soledad en que ha quedado la extrema derecha, al no haberse plegado a la reforma ni tampoco haber levantado –ni siquiera intentado– una propuesta alternativa.