Pese a su alta votación en las elecciones pasadas, Litha Bilbao tiene como principales obstáculos para catapultarse como dirigenta de los trabajadores de la salud municipalizada, la «sintonía» que tiene Esteban Maturana con los medios de comunicación y el escaso peso de la derecha al interior del directorio.
Gracias a su perfil técnico, la dirigenta pro UDI Litha Bilbao, el jueves pasado amenazó la continuidad de Esteban Maturana al mando de la Confederación Nacional de Trabajadores de la Salud (Confusam) al obtener la primera mayoría en la elección del directorio nacional de la organización.
Quienes conocen la trayectoria de Bilbao al interior de la organización alaban su trabajo al mando de la comisión técnica del gremio. Entre los logros están las reivindicaciones salariales y la defensa de la carrera funcionaria. En esta última consiguió para los funcionarios de la atención primaria la reevaluación de las categorías en algunos municipios y servicios de salud.
Su rol técnico al interior de la organización también le permitió estrechar vínculos con los encargados de la atención primaria del Ministerio de Salud, con quienes ha discutido metas sanitarias y leyes laborales, entre otros.
Pese al reconocimiento que goza al interior del gremio, Bilbao aseveró que aún no se encuentra en condiciones de asumir la presidencia de la organización que ha encabezado Maturana durante varios años.
«A cualquier dirigente le gustaría estar al frente de una organización, pero aún no se me ha pasado por la cabeza estar al mando de la Confusam», puntualizó Bilbao.
El principal obstáculo que tendría la gremialista para hacerse cargo de la organización, que agrupa a la mitad de los 24 mil funcionarios de la salud municipalizada del país, es la falta de consenso que tendría al interior del directorio donde predomina la Concertación.
Pero no sólo esta falta de apoyo entre sus pares juega contra Bilbao. También está el fuerte liderazgo que ejerce Maturana tanto en la organización gremial como en los medios de comunicación. «No hay que desconocer que Esteban es la cara visible y el líder innato de la organización y le dio a la organización trascendencia», manifestó.
Pese a la alta votación que obtuvo Litha Bilbao en los comicios de la semana pasada, sigue ocupando el mismo puesto en la comisión técnica. Este hecho ha derivado en críticas emanadas de sus propios seguidores. «He tenido que dar explicaciones a la gente por no tomar la presidencia. Pero hay que analizar el contexto político, las necesidades de la organización y Maturana atrae a la prensa y es la cara de la Confusam», reconoció.
Su cercanía con Guzmán
Como dirigenta comenzó a pavimentarse el camino a partir de 1994, fecha en que asumió un cargo de base en la atención primaria. En 1999 entró a la Confusam y desde esa fecha ha participado en tres elecciones con un progresivo apoyo. En la primera logró el quinto lugar, en 2001 el segundo, y la semana pasada conquistó el primer puesto.
Su paso por la universidad estuvo marcado por su cercanía con los planteamientos de la Unión Demócrata Independiente (UDI) y pese, según ella, a no militar y participar en actividades de dicho partido, era una ferviente admiradora de Jaime Guzmán. «A Guzmán lo admiraba por su inteligencia, capacidad de oratoria y transparencia política", puntualizó.
Pese a la admiración que sentía por el extinto líder gremialista, nunca participó en las reuniones que ha menudo Guzmán sostenía con dirigentes estudiantiles ligados a la derecha del país.
Bilbao, pese a no considerarse una militante de base de la UDI, participó en la campaña parlamentaria de 1999. En la ocasión fue miembro del comando del senador Carlos Bombal y finalizó su participación como apoderada de local, en la escuela Matte, situada en la comuna de San Ramón.
Esta dirigente estudio obstetricia en la Universidad de Chile, entre los años 1976 y 1979. Representa a la Federación Regional Metropolitana de la Salud Municipalizada (Fremesam), esta agrupación alberga a casi 3 mil funcionarios repartidos en las comunas de San Joaquín, La Granja, La Florida, San Miguel, La Pintana, San Bernardo, San Ramón, entre otros municipios.
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