Testimonios de ex agentes DINA relatan cómo Osvaldo Pinchetti (doctor Tormento) drogaba a los detenidos y cómo estos eran subidos a las aeronaves y lanzados al mar, en 1976. Se sospecha que podría tratarse de la desaparición de cúpula clandestina del PC de calle Conferencia.
Los vuelos de la muerte. Así se le llama en Argentina cuando los represores durante la guerra sucia tomaban a los detenidos, les aplicaban una sustancia que los dormía, luego los subían a un avión y los lanzaban al mar. El primer testimonio con nombre y apellido apareció en el libro del periodista transandino, Horacio Verbitski, (Los Vuelos de la Muerte), donde el ex marino Adolfo Scilingo relató su participación en estos crímenes.
En Chile -lamentablemente- no estuvimos lejos de esta realidad. Así dan cuenta, al menos, tres testimonios de ex agentes de la DINA en distintos períodos de la dictadura militar cuando esta policía política se enseñoreaba en sus centro de detención.
Las declaraciones, a las que tuvo acceso El Mostrador.cl, una referida al año 1974 y otras dos al año 1976, coinciden con la época en que algunos de los detenidos desaparecidos chilenos habrían sido lanzados cerca de San Antonio. Este medio se reserva sus identidades, debido a que en sus declaraciones -tanto ante la policía, como en los tribunales- se acogieron al sistema de «reserva de identidad» para evitar represalias.
En sus testimonios se menciona, junto a las fechas y a los hechos, la aparición de helicópteros Puma del Ejército colaborando en estos vuelos de la muerte, lo que además desecha la teoría de que la DINA actuaba al margen de esta fuerza armada. Es decir, sí habría existido una estrecha relación institucional.
Uno de los ex agentes relata que en 1974, el entonces jefe de grupo, el ex oficial de Carabineros Ricardo Lawrence Mires, le ordenó prestar seguridad a una caravana que, en la noche, se dirigía con destino al norte.
Señaló en su testimonio que llegaron hasta un lugar ubicado frente al Fuerte Arteaga en Peldehue y uno de los oficiales a cargo del operativo le ordenó subir junto a otro agente "varios sacos paperos al interior del helicóptero". Este aparato era llamado por un oficial y se trataba de un Puma del Ejército. La nave se dirigió después hacia la costa. El resultado es conocido.
El hombre del delantal blanco
Pero hay dos testimonios más de ex agentes que relatan, esta vez en 1976, cómo sacan desde Villa Grimaldi a siete prisioneros con el mismo procedimiento: una caravana de vehículos, salvo que en esta ocasión los detenidos van en una camioneta Chevrolet C-10 y se desprende que vivos. El jefe de los ex agentes es German Barriga (alias don Jaime en la Brigada Tucán, quien participó íntegramente del procedimiento. Barriga está procesado por la desaparición de la cúpula clandestina del PC, en el caso de Calle Conferencia.
"Se bajaron los detenidos y apareció Osvaldo Pinchetti (alias el Doctor Tormento) con su delantal blanco, quien les inyectaba una sustancia que los hacía caer como muertos al piso", dice el informante.
"Se les saca la ropa y se quemó de inmediato. Luego sus cuerpos fueron amarrados a trozos de riel y metidos a un saco. En ese momento, el oficial a cargo (Germán Barriga) llama por radio al helicóptero del Ejército. Barriga me ordena subir los bultos al aparato y partimos hacia mar adentro. El piloto da vueltas para ver si había algo y con un movimiento de manos me dice que vote los cuerpos", sigue.
El ex agente vuelve en el mismo helicóptero al aeródromo de Tobalaba, donde funcionaba el Comando de Aviación del Ejército "y me voy de franco a mi casa".
Estas declaraciones obran en los procesos que llevan adelante la magistrada del Noveno Juzgado del Crimen de Santiago, Raquel Lermanda, y el ministro de fuero Juan Guzmán Tapia.
Ese año aparece el cuerpo sin vida de Marta Ugarte en la playa Las Ballenas de los Molles.
En el caso de Calle Conferencia se hallan procesados por el ministro Guzmán como autores del delito de secuestro en 1976 de nueve militantes comunistas, los ex integrantes de la DINA coronel (R) Carlos López Tapia (primo del juez Guzmán), brigadier (R) Miguel Krassnoff Martchenko, coronel (R) Germán Barriga Muñoz, coronel (R) de Carabineros Ricardo Lawrence Mires y el médico Osvaldo Pincetti. Precisamente los nombres entregados por los ex agentes se repiten.
La resolución fue dictada por el magistrado el pasado 2 de junio por la desaparición del ex diputado Bernardo Araya y su esposa, María Olga Flores, y de los integrantes de la dirección clandestina del PC, todos desaparecidos a la fecha, Mario Zamorano, Jorge Muñoz (esposo de la hoy presidenta del PC, Gladys Marín), Elisa Escobar, Uldarico Donaire, Jaime Donato, Lenín Díaz y Víctor Díaz. Este último era padre de la ex presidenta de la AFDD, Viviana Díaz.
Se le llama el caso de calle Conferencia debido a que en una vivienda ubicada en esta calle de Santiago Poniente, la DINA montó una ratonera para capturar a la cúpula del PC.
Si se profundiza en estos testimonios aparece establecida la responsabilidad de algunos pilotos que manejaban los helicópteros Puma del Ejército, donde la relación con las actividades de la DINA son el denominador común.
El listado de pilotos que tenían licencia para manejar este tipo de aeronaves eran, a nivel nacional, en su amplia mayoría del Ejército, pues era la única institución que contaba con ellos, salvo uno de la FACH, comentaron fuentes que conocen los hechos.
El oficio del general
La relación de todos estos "choferes" de este tipo de artefactos la entregó el general Juan Emilio Cheyre en un oficio reservado enviado a la justicia, donde entrega los nombres de quienes, al menos, saben qué pasó y dónde lanzaron los cuerpos. De hecho el ministro Juan Guzmán, según fuentes judiciales, se aprestaría a someter a proceso al jefe de este Comando de Aviación, coronel Carlos Mardones Díaz.
Otros pilotos con licencia para manejar los Puma durante esos años eran: comandante José Darrigrandi Márquez, Emilio de la Mahotiere González (participó en la Caravana de la Muerte), Antonio Palomo (copiloto en la Caravana de la Muerte), Luis Felipe Polanco, Roberto Valladares Rurange, Raúl Mollano, Rodolfo Sánchez Rubio, Luis Menares Rowe.
Si bien el listado entregado por el comandante en jefe establece a 23 personas, hasta ahora las investigaciones judiciales apuntan sólo a las mencionados.