Miembros de la iglesia protestante mantienen una ruidosa disputa con el alcalde Lavín, a quien acusan de impedirles predicar libremente en la Plaza de Armas de Santiago. Aunque pactaron una "tregua" con el municipio, lanzaron una fuerte campaña contra el presidenciable de la Alianza por Chile, a través de dos populares radioemisoras que controlan.
Un nuevo encontrón con la fe está viviendo el alcalde de Santiago. Esta vez, Joaquín Lavín recibe los anatemas de los seguidores de la iglesia evangélica "El Poder de la Palabra", cuyos portavoces aseguran estar sufriendo un permanente "hostigamiento" por parte del municipio que les impide predicar en la Plaza de Armas de la comuna.
Cansados de los desalojos, el lunes 25 de agosto un centenar de evangélicos se apostó frente a la municipalidad para denunciar a viva voz a los equipos de seguridad de Lavín que no los dejan -desde hace casi un año- realizar con normalidad sus prédicas en el lugar.
Asimismo, dicen sentirse perseguidos por personal de Carabineros que, siguiendo la ordenanza municipal, les ha cursado varias multas por la contaminación acústica producida por los parlantes que utilizan para llevar «la Palabra de Dios» a transeúntes y residentes del centro de Santiago.
Según los denunciantes, Carabineros jamás ha utilizado los sonómetros de rigor para medir cuántos decibeles alcanzan en las dos prédicas semanales que realizan en la Plaza de Armas.
«Guerra Santa»
En un intento por llegar a un acuerdo con el municipio, los evangélicos solicitaron una reunión al alcalde Lavín. Pero, se quejan, éste no los recibió y fueron derivados a la oficina del administrador municipal, Patricio Cordero, con quien pactaron una suerte de "marcha blanca" que incluía bajar el volumen de los equipos que amplifican sus mensajes religiosos.
Pese a que la "tregua" acordada está en plena vigencia, feligreses de la iglesia lanzaron una sonora campaña a través de las radios Yungay y Panamericana. El vocero y pastor de "El Poder de la Palabra", Mauricio Morales, no anda con rodeos y confiesa que el objetivo de la campaña radial es claro: "El alcalde mantiene un doble discurso. Autoriza manifestaciones mucho más ruidosas en las que él mismo participa, como conciertos de grupos de música popular y obras de teatro. En cambio, a nosotros, no nos deja realizar un trabajo evangelizador".
Además, el líder protestante anunció que, si el municipio sigue discriminandolos, realizarán otra protesta masiva y bulliciosa frente a la casa edilicia e insistirán en que Lavín los reciba para escuchar sus inquietudes.
Los dirigentes evangélicos están concientes de la creciente influencia que están ejerciendo en Santiago. Saben que sus comunidades son percibida por la clase política como una grey "disciplinada" que no puede ser obviada a la hora de buscar votos. Razón de peso que esperan que termine por convencer a Lavín de la "conveniencia" de recibirlos.
No sólo en la plaza
Según datos del Consejo de Pastores de la Región Metropolitana (Cuprem), unas 30 iglesias evangélicas predican en distintos sectores del centro de Santiago. El presidente del organismo, Emiliano Soto, afirma que serían, al menos, 15 las entidades religiosas que sostienen permanentes disputas con la Municipalidad de Santiago que restringe la predica en lugares como la Plaza de Armas o el Paseo Ahumada.
"Algunos opinan que el no dejar predicar a nuestras iglesias se debe al reconocido credo religioso del alcalde. Pese a ello, entendemos que algunos vecinos pueden sentirse molestos. Por eso nosotros estamos dispuestos a colaborar. Pero no vamos a tolerar que seamos discriminados. Deben dejarnos ejercer nuestras labores", sentencia Soto.
En el municipio reconocen que las prédicas de los evangélicos han sido un permanente dolor de cabeza. El jefe de fiscalización de la entidad, Agustín Elgarrista, aseguró que las razones para exigir una disminución del bullicio que provocan los evangélicos en la Plaza son «objetivas».
Según él, los días de prédica, el volumen de ruido en el lugar se empina por los 71 decibeles, 11 más de los permitidos entre las 7 y las 21 horas.
"Los vecinos del Portal Fernández Concha han denunciado reiteradamente que los niveles de ruido son inaguantable. Todo el sector se siente perturbado. Efectuamos mediciones concretas en los pisos de los edificios desde donde nos llegan los reclamos. Es nuestra obligación cursar multas. Para nosotros lo más importante son los vecinos", replica Elgarrista.
Sobre la discriminación denunciada por Morales, en orden a permitirse actividades "mundanas" tanto o más ruidosas que las prédicas "a lo Divino", el funcionario municipal aseguró que estas corresponden a "acciones puntuales, realizadas en ocasiones especiales y con el consentimiento de los vecinos".
Terceros en el ranking
En la capital, las iglesias evangélicas han alcanzado el tercer lugar en el «ranking» de denuncias por ruidos molestos, según reveló un estudio-encuesta del Servicio de Salud Metropolitano del Ambiente (Sesma), realizado el 2002.
Las estadísticas señalan que el 30 por ciento de las denuncias por ruido excesivo se presentan contra las discotecas. El segundo lugar se lo llevan las viviendas, especialmente cuando están en etapa de construcción.
Los himnos y alabanzas, pero sobre todo el uso de instrumentos musicales como guitarras eléctricas y baterías, muchas veces obligan a quienes tiene la "fortuna" de vivir cerca de una iglesias evangélica -a menudo viviendas transformada en templo- a presentar reclamos en las municipalidad y cuarteles de policía respectivos. Disputa que, incluso, alcanzó al canal de televisión protestante Vida Visión, denunciado por exceso de ruido por sus vecinos, hace algunos meses atrás.
