El parlamento se reunió en sesión reservada para apoyar oficialmente al a su mandatario y desarrollar una estrategia con la que puedan enfrentar el tema de la mediterraneidad. La estrategia será "multilateralizar" aún más el conflicto.
Las declaraciones que el presidente boliviano, Carlos Mesa, hiciera en la pasada en la Cumbre de Las Américas al Presidente Lagos sobre solucionar el conflicto marítimo, lograron unir aún más al país altiplánico en torno a obtener, de una vez por todas, una salida soberana al mar.
El Congreso boliviano, como una manera de apoyar al presidente Mesa, sostuvo ayer una sesión reservada y en la que, pese a lo que se había informado inicialmente, no se habría evaluado la posibilidad de estudiar el tratado suscrito en 1904 entre Chile y Bolivia para modificar los límites entre ambas naciones.
En el encuentro, que duró más de siete horas, el parlamento boliviano llegó a la conclusión de que "la reivindicación marítima es un derecho irrenunciable del pueblo boliviano, basado en la demanda histórica de su acceso soberano al océano Pacífico, del que fue despojado por Chile en 1879".
El documento expresó "su más firme y decidido respaldo" a la política adoptada por el presidente boliviano, Carlos Mesa, en torno a las acciones emprendidas para lograr una respuesta favorable a la demanda marítima.
Y estableció la creación de una comisión especial para "coordinar de forma permanente, con el Poder Ejecutivo, todas las acciones que correspondan realizar, con el objetivo de lograr la reivindicación marítima" de Bolivia.
En la oportunidad, el Congreso boliviano escuchó un detallado informe del canciller Juan Ignacio Siles sobre la relación Chile-Bolivia, tras el cual se aprobó una declaración de unidad que respalda la política adoptada por Mesa en la Cumbre de Monterrey.
Dicha política se basa en multilateralizar la demanda boliviana con el fin de lograr el apoyo de la mayor cantidad de países posible. Esto, para ejercer presión sobre Chile y ‘obligarlo’ a reanudar el diálogo y solucionar la demanda marítima.
El presidente Mesa declaró que el conflicto marítimo "es un bilateral porque concierne a Chile y Bolivia; trilateral porque involucra a Perú por el tratado suscrito en el pasado; y es multilateral porque toda la región está preocupada y espera una pronta solución a la reivindicación marítima boliviana".
En ese sentido, el Congreso boliviano decidió que se utilizarán todos los foros posibles para hablar de la "justa demanda marítima" y con ello obtener respuestas favorables, así como la intercesión de otras naciones a favor de Bolivia.
No al boicot
La diputada del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), María Teresa Prudencio, señaló que "para Bolivia es una necesidad urgente tener una salida al mar porque con ella obtendríamos beneficios económicos y podríamos lograr una estabilidad democrática y social importante".
La parlamentaria se refirió a las declaraciones de Evo Morales respecto de un bloqueo comercial hacia Chile diciendo que "esa tesis no es buena porque traería más perjuicios que beneficios para ambas naciones y dificultaría aún más el diálogo".
Explicó que esa postura radical surge porque "la posición rígida que ha tenido el Gobierno chileno al negarse a dialogar sobre el conflicto marítimo, ha hecho que algunos sectores tomen posiciones extremas lo que no quiere decir que se lleven a cabo".
En Chile, el vocero del Gobierno, Francisco Vidal, no quiso referirse al tema y dijo que "no se van a emitir comentarios sobre procedimientos, declaraciones o reuniones de otras naciones porque no se puede intervenir en los procedimientos de otros países".
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