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Alfredo Joignant: ‘No se trata de capturar bloques enteros de electores’

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El sociólogo y analista político de la Fundación Chile 21 plantea que tanto Michelle Bachelet como Sebastián Piñera deben focalizar su estrategia de campaña para conseguir mayor cantidad de votos. Advierte que alrededor del 80% de los sufragios comunistas serán para la candidata socialista en el balotaje, y que si en primera vuelta hubo una fuga de votos DC, ésta no se profundizará.


"La proximidad del poder -guste o no- termina unificando una coalición". Con estas palabras Alfredo Joignant, académico de la Universidad de Chile y uno de los directores de programa de la Fundación Chile 21, desestima los temores acerca de una fuga masiva de votos de la Democracia Cristiana en beneficio del candidato aliancista, Sebastián Piñera.



Asegura que el voto DC, de cara a la segunda vuelta, será menos disperso de lo que podría temer la Concertación, y que no hay razones para suponer una rebelión falangista en las urnas. De haber fugas, explica, ya se expresaron en la primera vuelta.



Mientras los comandos se reestructuran a toda velocidad, para que ningún partido se sienta excluido, y en busca de capturar los votos de Lavín y los de Hirsch, Joignant cree que lo más importante es la focalización en ciertos grupos de votantes, más que un método extensivo.



En el caso de Michelle Bachelet, opina, el problema sería menor, puesto que el traspaso de los votos comunistas estaría asegurado en cerca de un 80 por ciento. Más aún, considerando las señales enviadas desde el oficialismo, tendientes a acoger las demandas de la izquierda extraparlamentaria, como el proyecto para cambiar al sistema electoral.



Sobre la reforma al sistema binominal, las posibilidades de remontar en votación y los puntos críticos de los candidatos, el politólogo habló con El Mostrador.cl



El ‘blindaje’ de los votos DC



En la Concertación hay incertidumbre respecto del apoyo de la DC. Si bien la actitud oficial es de respaldo a Michelle Bachelet, el voto es secreto. ¿En su opinión, qué va a pasar con los votos DC el día de las elecciones?
-Creo que si hubo fuga de votos de la DC en la primera vuelta en beneficio de Piñera, esa votación es irrecuperable. Y si no hubo fuga mayor, me parece que tampoco va a haber más. Para eso están todas las figuras tradicionales de la DC -Patricio Aylwin, Andrés y Adolfo Zaldívar, Jorge Pizarro, incluso Soledad Alvear, aunque no sea parte del comando-, blindando a su electorado simbólicamente. Por cierto que también hay en trabajo en terreno que emprender para proteger votación, y eso depende mucho del nivel de disciplinamiento que el partido logre, especialmente entre diputados y alcaldes, pero es algo que no se puede responder ahora.



-¿No es posible que, dado el grado de división interna de la DC, muchos de ellos hayan votado por Michelle Bachelet -incluso a desgana-, atendiendo a una estrategia de partido, pero en segunda instancia, ya viendo que esa estrategia oficial no funcionó, puesto que les fue mal en las parlamentarias, decidan ‘descolgarse’?
-Objetivamente, Michelle Bachelet está mucho más cerca de llegar a La Moneda que Sebastián Piñera, y la proximidad del poder -guste o no- termina unificando una coalición. Si bien Bachelet tiene la dificultad de sostener los votos de la DC y moderados, y al mismo tiempo capturar la votación comunista -aunque eso es algo más mecánico, que ya se probó el ’99- , es mayor la dificultad de Piñera para atraer la votación UDI -que dependerá de la conducta de movilización o de pasividad que mostrarán los dirigentes de ese partido.



-Los dirigentes del gremialismo han hecho gestos de solidaridad y de unión con Piñera, igual que la DC con Bachelet. Pero no es una garantía.
-Sí, Son problemas equivalentes, pero si uno observa la historia de la derecha y la compara con la historia de las relaciones del bloque PS-PPD-PR con la Democracia Cristiana, reconozcamos que es mucho más violenta la de la Alianza.



El destino de los votos comunistas



-Usted dice que la transferencia de los votos comunistas a Michelle Bachelet debería ser mecánica, porque eso ya sucedió. Sin embargo, si bien Lagos era un hombre que representaba a la Concertación, tenía una enorme importancia histórica en términos de su lucha por la vuelta de la democracia, no así Michelle Bachelet.
-Sí, eso es verdad. En el año 1999, yo te habría hablado de un trasvasije de votos del orden del 95 por ciento. Hoy día te hablo del orden del 80. ¿Por qué? Porque en la época, Lavín causaba no sólo escozor, sino pánico en el electorado comunista. Sebastián Piñera provoca también escozor, pero no pánico. Produce temor, pero hay un nivel de intensidad en la emoción que es distinto. No todo el caudal de votos comunistas va a ser para Michelle Bachelet, porque el rival no genera el mismo tipo de aversión.



-El voto comunista no va a ser un voto ‘por Michelle Bachelet’, sino para impedir que asuma Piñera, y en ese sentido, si la aversión es menor, puede que no haya un comportamiento tan eminentemente ‘de bloque’.
-Sí. Por eso te digo que creo que el trasvasije no va a ser del 95 por ciento, sino del orden del 80. Precisamente, la aversión al riesgo es distinta. Pero más que la orden de partido, lo que garantiza el voto comunista, además de los miedos involucrados, son las culturas políticas comprometidas.



-En todas las campañas la Concertación ha hablado de la reforma del sistema binominal. Ahora la derecha también lo ha planteado. ¿La obligaría eso a votar para reformarlo?
-No obliga. La derecha no es un todo unificado, ni Renovación Nacional está compuesta únicamente por piñeristas homogenizados. Si partimos de la base de que la Concertación va a votar en bloque por la reforma del sistema electoral -independientemente de que hoy en día los principales beneficiarios son los socialistas y los PPD-, siguen faltando votos, pero menos que antes. La Concertación hoy día tiene 65 diputados, más una diputada independiente -Marta Isasi-, que probablemente se plegaría a esa reforma. Faltarían seis diputados que sólo pueden venir de la derecha. Habrá que ver si la UDI se abre. Hay algunas señales de que estarían disponibles para reformar el sistema, porque además la UDI ya no lo necesita. Si no, habrá que ver quién de Renovación Nacional está dispuesto.



"Es ilusorio que el voto popular masculino sea para Bachelet"



-En el comando se habla, paralelamente, de recuperar el voto popular que pertenecía a Lavín. ¿Es posible?
-El mundo popular no es homogéneo. Hay que distinguir el de origen rural del de origen urbano; el de grandes ciudades y el de medianas ciudades; el mundo popular de hombres y el de mujeres. No se trata de disparar a la bandada y de capturar bloques de electores enteros. Eso es imposible, menos en una segunda vuelta. Acá hay que focalizar las estrategias de campaña. Que el voto popular masculino sea atrapable por Michelle Bachelet, lo considero completamente ilusorio. Ese es un voto extremadamente conservador, rígido. Una parte de ese mundo, además, está fuertemente sometido a relaciones de clientela, de manera que esto no es llegar y capturar mundo popular varonil a favor de Michelle Bachelet. Ahora, eso no significa que ellos vayan a alinearse con Piñera, porque ahí interviene otro factor, que es el origen social de Sebastián Piñera. Yo me pregunto si un millonario puede producir identificación en un mundo popular conservador. Distinto sería, para el comando de Michelle Bachelet, implementar estrategias de campaña orientadas a mujeres que votaron por Joaquín Lavín. Eso podría ser, porque en Chile se produjo, aunque en un nivel bastante moderado, el voto de género. Apelando a eso, eventualmente se pueda recuperar algo.



-Asumiendo que mucha de la gente que votó por Lavín ahora está indecisa, ¿es esperable un aumento de votos nulos y blancos en segunda vuelta?
-No puedo profetizar. Pero si hay un volumen muy alto de votos nulos y blancos, me atrevo a hipotetizar que eso significa que Sebastián Piñera perdió la elección, porque es probablemente el voto UDI. Por asuntos culturales, y de unificación frente al adversario, no creo que se de un nivel muy masivo de votos nulos y blancos provenientes del Juntos Podemos. Eso se va a dar, pero va a ser menor que lo que eventualmente se podría dar en el caso de Piñera.



-Evidentemente, el trecho que le falta a Michelle Bachelet para alcanzar la mayoría es mucho menor que el que le falta a Piñera. Aún así, hay preocupación en algunos sectores del mundo concertacionista en el sentido de que el contexto en que se da la segunda vuelta es preocupante. ¿Cree que la elección está ganada para Bachelet?
-No. Creo que es una elección completamente ganable, que es distinto. Hay muchas variables: el blindaje de la votación moderada por parte de Michelle Bachelet, la consecución de la votación de Juntos Podemos en su favor, cómo Piñera captura votos UDI y se acerca al centro moderado vinculado en la DC… es un verdadero dilema de Mandrake el mago. Pero hay que incorporar una variante más: en la primera vuelta votó menos gente que en el año 99. El universo de abstencionismo fue mayor ahora, y ese es un universo que también va a haber que atacar, es un mundo en disputa.



-Pero ¿no sería esperable, por el contrario, un descenso en el número de votantes para el 15 de enero, por el tema de las vacaciones de verano?
-No lo sabemos. Depende del nivel de dramatismo que adquiera la campaña… es imposible saberlo.



-Si no gana Piñera, ¿qué posibilidades hay de que siga existiendo la Alianza por Chile? En este momento la sensación que existe es que está atada únicamente por la necesidad de Piñera de asegurarse los votos UDI.
-Eso nunca ha sido distinto. La Alianza por Chile nunca ha sido un pacto programático, o de gobierno, sino una alianza electoral. Creo que hay pocas posibilidades de que la Alianza por Chile siga tal como está. Me parece, además, que se viene una reconfiguración general del sistema de partidos, y de las coaliciones existentes. Habrá refundaciones, reconfiguraciones de partidos… cambios difíciles de imaginar de buenas a primera. Lo que sé es que la derecha, tal como va, a nivel parlamentario, va a la debacle. De hecho, acaban de experimentar un derrota terrible; sacaron el 38% de los votos. Si Piñera gana -cosa que me sorprendería mucho-, va a tener un parlamento en contra, sería un presidencialismo en minoría sustancial.

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