Abogado del área de los DDHH calificó como trascendentales los dichos de Lucía, hija del ex dictador, por cuanto confirman que el otrora gobernante gozaría de buena salud mental. En tanto, las agrupaciones de familiares de detenidos desaparecidos y ejecutados políticos calificaron como »una burla» y »falta de respeto» la disposición de Augusto Pinochet a recibirlas, aunque sin pedir perdón por sus acciones.
Lejos de pasar inadvertidas, las declaraciones que la noche del miércoles formuló a un canal de televisión Lucía Pinochet Hiriart, la hija mayor del general en retiro Augusto Pinochet, abrieron un nuevo escenario que, a juicio del abogado de derechos humanos Eduardo Contreras, echaría por tierra el argumento de la defensa del ex gobernante respecto a que su cliente presenta problemas de salud mentales que le impiden comparecer ante la justicia.
Para el profesional, que patrocina querellas contra el nonagenario militar en casos emblemáticos como Villa Grimaldi, Caravana de la Muerte y la Operación Colombo, las palabras de la mujer, en las que expresa que su padre siente «dolor» por las víctimas de la dictadura y que estaría dispuesto a recibir a sus familiares, confirman que «Pinochet es perfectamente procesable y condenable».
«Se trata de declaraciones trascendentales, de mucha importancia para el curso de los procesos judiciales, porque es primera vez que una persona tan directamente vinculada al dictador, como es su propia hija, reconoce que éste se encuentra en pleno uso de la totalidad de sus facultades mentales», dijo Contreras a El Mostrador.cl.
Y a la hora de evaluar el fondo del asunto, sostiene que ha quedado demostrado que no es efectivo que el ex comandante en jefe del Ejército en la actualidad «no recuerde» lo que ocurrió mientras se encontraba en el poder, como ha señalado en los a los magistrados que lo han requerido en los últimos interrogatorios por causas sobre derechos humanos.
«Nunca más podrá volverse a argumentar que Pinochet está loco o demente, desde el momento que su hija nos entrega completamente el testimonio de que Pinochet no sólo tiene excelente memoria, sino que hace juicios de valor, hace propuestas, evalúa su propia conducta y adquiere compromisos. Eso sólo lo hace una persona cuya conciencia funciona perfectamente», afirmó.
Héctor Salazar: «Que entregue información»
En tanto, para el abogado del Fasic Héctor Salazar los sentimientos que expresa Pinochet a través de su hija, así como las posibles acciones que pudiera adoptar, son «irrelevantes» en la actual coyuntura del país. Sin embargo, reconoce que no deja de llamar la atención «que este caballero, que dice estar imposibilitado de enfrentar la justicia por razones de salud, dé señales por este otro lado de no estar tan incapacitado como suele señalarse».
Sostuvo que si efectivamente Pinochet quiere hacer un gesto debería, por una parte, «entregar información que seguramente él todavía mantiene respecto de una serie de situaciones que no están resueltas, y eso se hace a través de los tribunales».
«Lo segundo es que, alguna vez, asuma la responsabilidad del mando por lo que ocurrió y no le eche la culpa a sus subordinados, que frente a esta actitud tan poco honorable que él ha tenido, se han sentido absolutamente defraudados de su comandante en jefe y su liderazgo», agregó.
Respecto a la posibilidad de establecer judicialmente que el ex uniformado no tiene problemas mentales, Salazar mantuvo la cautela ya que, a su entender, «aquí también hay un juego, porque como no habla él y habla por boca de su hija, siempre queda la posibilidad que se pueda decir que él no ha dicho eso y que fue una escapada de uno de sus cercanos que lo defiende».
Familiares de víctimas: Es una falta de respeto
En la entrevista con TVN, Lucía Pinochet Hiriart dijo que si su padre pudiese reunirse con las víctimas del régimen militar «les diría que lo siente profundamente» y que aunque «no está dispuesto a pedir un perdón nacional como quieren, está dispuesto a recibir a cualquiera de estas personas, y ahí verá cómo les pide perdón».
Estas declaraciones encontraron de inmediato el rechazo de la presidenta de la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos, Patricia Silva, para quien se trata «sólo de una maniobra, una más de las que han estructurado quienes lo rodean para tratar de limpiar su imagen».
La dirigente dijo también que considera estas palabras como «una falta de respeto» y una burla para quienes fueron objeto de persecución política entre 1973 y 1990.
«Me parece una vergüenza que Pinochet esté planteando esto después de todos estos años, y no sólo por todo lo que él hizo, sino porque jamás ha tenido un gesto de arrepentimiento ni de reconocimiento, y me parece que nuevamente se está burlando de nosotros», afirmó.
Por su parte, la presidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos (AFDD), Lorena Pizarro, estimó que la idea de una eventual reunión con Pinochet «derriba y echa por tierra los argumentos que ha esgrimido la defensa del ex dictador para eludir la acción de la justicia. Con este planteamiento, Pinochet demuestra que aún piensa con claridad, la misma con la que analiza el presente y pasado».
Indicó también que se trata de un panorama fuera de toda lógica que confirma que el militar retirado está bien de salud y que «puede enfrentar un juicio criminal por los secuestros, torturas y ejecuciones» cometidas durante su régimen.
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