El ex oficial civil de la Marina recibió, en la Cancillería, los mil ejemplares de su texto confiscados por la entidad naval y este jueves le pagarán una indemnización de 50 mil dólares. Aún falta, no obstante, que se le borren los antecedentes al autor del controvertido libro -»íˆtica y Servicios de Inteligencia», incautado hace trece años-, y que se modifique la competencia de la justicia militar.
Más de trece años debieron pasar para que Humberto Palamara recuperara los mil ejemplares de su libro "Ética y Servicios de Inteligencia", incautados en 1993, en plena democracia, ya que la Armada y los tribunales navales de la época estimaron que el texto estaba basado en antecedentes a los que tuvo acceso en su calidad de empleado civil de la institución, por lo que decretaron su confiscación manu militari, como una medida para proteger la confidencialidad de esa información.
En el libro, que consta de cinco capítulos, se criticaban las violaciones a los derechos humanos cometidas durante el régimen militar, y se fijaban pautas para que los servicios de inteligencia los respetaran. A Palamara, un ingeniero naval mecánico que formó parte de los servicios de inteligencia de la Marina, lo detuvieron y le impidieron hablar con la prensa sobre el caso, por lo que recurrió a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que en noviembre del año pasado, falló en su favor. Y además dictaminó que el Estado de Chile debe modificar, "en un plazo razonable", las actuales normas con las que se rije la justicia militar.
Esto último es uno de los temas pendientes del gobierno y en cuanto a Palamara, sólo resta que se le borren los antecedentes penales y que este jueves se le cancele el cheque por algo más de 50 mil dólares (unos 27 millones de pesos) que el Estado de Chile debe pagar por concepto de daños y perjuicios en contra del ex empleado de la Armada.
El miércoles, en una ceremonia realizada en el departamento de Derechos Humanos del Ministerio de Relaciones Exteriores, ubicado en el piso 13 del edificio Carrera, Juan Barría, en representación del subsecretario Alberto Van Klaveren, entregó a Palamara los mil ejemplares del texto que habían sido requisados en su oportunidad. En rigor, lo cierto es que como los textos originales no estaban disponibles en ninguna instalación de la Armada, la fuerza naval debió reimprimirlos, asumiendo un costo extra.
En la ceremonia de este miércoles también estuvieron presentes los abogados Victoria Barahona y Patricio Aguirre, de la Cancillería y Liliana Inés Tojo, abogada argentina de Cejil, una ONG que se dedica a ver los casis de ciolaciones a los derechos humanos a nivel americano.
"Me lo devolvieron personas distintas a las que me quitaron el libro", comentó, riendo, a El Mostrador.cl el autor de la obra, Humberto Palamara.
Los cambios del texto
Uno de los cambios que notó en el texto fue que ahora el libro fue impreso por la Armada "para el Ministerio de Relaciones Exteriores a fin de dar cumplimiento de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, caso 11.571", como se señala expresamente dentro del mismo, y la otra modificación es la tipografía. Además ahora debe sentarse a leer el libro nuevamente para saber si exactamente está lo que él escribió y no se le quitó algún párrafo o se le agregó algo que no estaba en el original. Pero eso, asegura, le llevará un par de horas.
Palamara señaló a este medio que "está contento" de haber recuperado los libros, pese al tiempo transcurrido, y agrega que "internamente tiene una satisfacción enorme porque en un principio se dijo que el libro vulneraba la seguridad de la defensa nacional y hoy yo lo tengo en mi poder y puedo publicarlo".
-¿Va a publicar el libro?
-Voy a lanzar este mismo texto que me entregaron, tengo que revisarlo aún para ver si está igual a como yo lo escribí porque han pasado casi 14 años y pueden haber puesto un párrafo menos o cambiado una idea, pero yo creo que no. Quiero agregarle al texto las razones de la censura que se ejerció en su momento y lo pienso colocar como un anexo en el libro.
-¿Cuándo lo va a relanzar?
-No lo sé aún, porque la entrega me pilló un poco de sorpresa.
«Daños no son cuantificables en dinero»
-¿Se siente satisfecho con la recompensa económica?
-Es una cifra simbólica porque tiende a compensar en alguna medida los daños causados, pero éstos no son cuantificables en dinero. Pero el hecho mismo de que se me tenga que pagar una cantidad equis, independiente de la cifra, eso ya es un reconocimiento y una reparación de parte del Estado que admite que sus agentes se equivocaron y actuaron mal. Desgraciadamente esto queda hasta aquí porque, en rigor, el Estado debería perseguir a las personas que cometieron el error porque no tienen porqué pagar todos los chilenos esa equivocación. Las personas debieran responder y no el Estado.
¿Cómo le devolvieron el texto? Tengo entendido que estaba extraviado el diskette.
-Me lo devolvieron en un DVD más moderno, porque yo lo hice en un diskette de cinco un cuarto. Hubo que imprimirlo nuevamente porque faltaban ejemplares y ello estuvo a cargo de la Armada.
¿Cuándo cree se harán los cambios recomendados a la justicia militar
-Se establece en el fallo un plazo razonable, que uno puede entender que son dos años. Pero lo ideal es que se haga a la brevedad porque no puede ser que la jurusdicción militar pueda ser tan amplia y que en el fondo cualquier hecho puede pasar a la justicia castrense.
Pero lo cierto es que Palamara no se quedará tranquilo con el libro en sus manos ya que en los próximos meses tiene previsto asimismo recurrir a los tribunales ordinarios para alegar en contra de la Armada por "despido injustificado".
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