El mensaje fue muy claro: Musharraf debe poner fin al estado de emergencia cuanto antes, abandonar la jefatura del Ejército y respetar derechos fundamentales como la libertad de prensa.
Estados Unidos puso bajo aviso este sábado al presidente de Pakistán, Pervez Musharraf, con la visita del enviado John Negroponte, quien le pidió el fin del estado de excepción y que abandone el mando del ejército, aunque no necesariamente la presidencia, para celebrar elecciones libres.
Negroponte, vicesecretario de Estado, llegó el viernes a Islamabad y se reunió en los cuarteles del Ejército con el general Musharraf y con el hombre que parece destinado a sucederle al frente de las tropas, el actual «número dos» del Ejército, general Ashfaq Pervez Kiani.
Aunque Musharraf, que había declarado el estado de excepción el pasado día 3 de noviembre, ya había conversado por teléfono con George Bush, Negroponte es hasta el momento el más alto funcionario que pone los pies en Pakistán desde esa fecha.
Y su mensaje fue muy claro: Musharraf debe poner fin al estado de emergencia cuanto antes, abandonar la jefatura del Ejército y respetar derechos fundamentales como la libertad de prensa.
En visita de dos días, Negroponte ligó un pronto abandono de la jefatura del Ejército por parte de Musharraf con la celebración de unas elecciones legislativas, previstas para dentro de siete semanas, en una atmósfera libre, justa e imparcial.
Al menos de palabra, Musharraf ya había accedido previamente a quitarse el uniforme antes de finales de este mes, tras anunciar que las elecciones legislativas tendrían lugar antes del 9 de enero de 2008.
Lo que el general no ha hecho todavía es poner una fecha para el fin del estado de excepción, pese a las críticas internacionales por la medida y la inmediata reacción de las fuerzas opositoras, que han llevado a cabo protestas de intensidad desigual.
Durante la reunión, Negroponte sacó a colación la preocupación de Estados Unidos por la vigente crisis política que vive Pakistán, y pidió la puesta en libertad de todos los opositores y activistas detenidos en virtud de las leyes del estado de excepción.
Simbólicamente, Negroponte habló por teléfono a su llegada el viernes con la ex primera ministra Benazir Bhutto, que se ha mostrado muy crítica con Musharraf pese a que éste la permitió volver al país el mes pasado tras años de huida de la justicia en virtud de un acuerdo de reparto de poder patrocinado por Washington.
Negroponte aseguró a la dirigente que Estados Unidos busca mantener sus contactos con las fuerzas políticas moderadas en Pakistán para devolver al país a la senda constitucional.
La crisis ha puesto de manifiesto la sintonía de los mensajes lanzados por Bhutto con las peticiones realizadas por Negroponte, aunque la primera ha pasado a pedir directamente la dimisión de Musharraf también como jefe del Estado.
En una entrevista esta semana, Musharraf mantuvo que la decisión de declarar el estado de excepción se explica en que la supervivencia de Pakistán es más importante que la democracia, aunque al mismo tiempo se mostró orgulloso de llevar al país hacia una «transición democrática».
Con el estado de excepción, el general deshizo a su antojo el Tribunal Supremo e impuso restricciones en las emisiones de los medios audiovisuales de información paquistaníes, pese a preciarse de haber respetado siempre la libertad de prensa.
Aunque la mayoría de los canales han vuelto a emitir tras avenirse a firmar un código de conducta, esas restricciones culminaron hoy con la suspensión de las emisiones de Geo Tv y ARY, dos de las cadenas más críticas con la gestión del presidente, que se ha mostrado dolido con la imagen que dan de él los medios.
«¿Me he vuelto loco? O, de repente, ¿ha cambiado mi personalidad? ¿Soy el Doctor Jekyll y Míster Hyde?», se había preguntado este viernes Musharraf en una entrevista concedida a la BBC en la que criticó a los medios de comunicación occidentales por el tratamiento que recibe.
El cierre de Geo Tv y ARY desató protestas de los periodistas en la populosa ciudad portuaria de Karachi, en el sur de Pakistán, que se manifestaron ante la sede del Gobernador para defender la libertad de prensa, ajenos a la entrevista de Negroponte con Musharraf.
«El vicesecretario de Estado estadounidense y el presidente Pervez Musharraf discutieron asuntos importantes bilaterales, regionales e internacionales», se limitó a retransmitir respecto a la visita de Negroponte el canal oficialista PTV.
Antes de la reunión con Musharraf, Negroponte se había reunido con su mano derecha, el general Kiani, un hombre clave para la supervivencia política del presidente.
Las fuente diplomática consultada por Efe aseguró que Kiani podría abandonar a Musharraf si éste cruza las líneas rojas trazadas por Washington.
EFE