Presidente de Azul Azul descartó solicitar la culminación del duelo, por lo que Colo Colo se convirtió extraoficialmente en el segundo finalista del certamen.
Suspendido por incidentes en las tribunas resultó a mediados del segundo tiempo el duelo de revancha por las semifinales del Campeonato de Clausura del fútbol nacional entre Universidad de Chile y Colo Colo.
Los incidentes se registraron principalmente luego del entretiempo, cuando barristas del elenco estudiantil comenzaron a lanzar tanto a carabineros como a los jugadores trozos de concreto, además de destruir un número indeterminado de tablones.
A causa del descontrol de los vándalos, el árbitro del encuentro, Enrique Osses, determinó darlo por terminado a los 67 minutos, cuando los albos ganaban por la cuenta mínima con el gol de Gustavo Biscayzacú (53′).
«No estaban las condiciones… Así no es posible continuar», relató brevemente el juez del partido mientras se retiraba del campo de juego escoltado por efectivos policiales al Canal del Fútbol (CDF).
Pese que al cierre de esta nota no existía aún un pronunciamiento oficial de la Asociación Nacional de Fútbol (ANFP), el presidente de Azul Azul, Federico Valdés, descartó una solicitud para jugar los minutos restantes, considerando además que su equipo cayó en el cotejo de ida 0-2.
Antes de los incidentes en el sector sur del estadio Nacional, hasta donde llegaron unos 50 mil espectadores, los deportistas habían protagonizado su propio escándalo, en la última jugada del primer lapso.
Fue un lanzamiento de esquina a favor de Universidad de Chile, en el que Rafael Olarra y Gonzalo Fierro saltaron sin suerte en búsqueda del balón y golpearon sus cabezas en el aire, tras lo cual remató sin puntería Marco Estrada.
Al pitazo final, los dos primeros se encararon y el defensor de la «U» le lanzó un cabezazo al volante colocolino, que se dejó caer artísticamente. Intentó fallidamente defenderlo Moisés Villarroel, quien se desplomó ante un leve manotazo del zaguero.
Al menos 50 personas, entre suplentes, integrantes de los cuerpos técnicos, reporteros y policías ingresaron en cosa de segundos a la cancha, en un episodio que se saldó cinco minutos con la expulsión de Olarra.
De no mediar sorpresas, el duelo de ida de la final entre Universidad de Concepción y Colo Colo debería de jugarse el miércoles por la tarde en la capital del Bío-Bío. La revancha, por su parte, se disputaría el fin de semana próximo en el Monumental.