El mejor juego del Parma pudo, especialmente, transformarse en gol en tres ocasiones pasada la media hora.
Parma y Milán, en terreno del primero, firmaron un empate sin goles, en partido adelantado de la vigésima tercera jornada de la Primera división italiana de fútbol, que suma la segunda igualada consecutiva de un equipo milanista que ve frenarse de esta forma su escalada a las primeras plazas.
Golpeado por la grave lesión sufrida tres días antes ante el Livorno, con Pato aún lesionado, con Maldini, Pirlo y Gilardino en el banquillo, pero con la recuperación del brasileño Kaká, el Milán renunció demasiado en la primera mitad, donde se vio superado y sufrió ante un Parma que, a base de entusiasmo y lucha, le puso las cosas muy difíciles.
El mejor juego del Parma pudo, especialmente, transformarse en gol en tres ocasiones pasada la media hora. Lo evitaron las intervenciones del meta milanista Kalac (m.34), del defensa Nesta (m.35) y la falta de reacción del local Pissanu (m.39) en hacerse con un balón en disparo fallado por un compañero.
En la segunda mitad, ya con la entrada de Pirlo y de Gilardino, el Milán mejoró en maniobra y ataque, y llevó el peligro sobre la meta local. El partido recobró ritmo y emoción, pues el Parma siguió buscando el gol.
El local Budan, apenas saltado al terreno de juego, y el visitante Kaká pudieron marcar mediado el segundo tiempo, pero lo impidieron las buenas actuaciones de uno y otro meta.
A continuación saltó al campo el capitán milanista Paolo Maldini, que de esta forma sumó su presencia 1.000 oficial con el Milán, y su equipo siguió mejorando y atosigando el área de un Parma que vio como su meta Bucci se lucía ante Gilardino y Filippo Inzaghi.
El partido ya veía a un Parma que intentaba ralentizar el juego, en busca de asegurar el empate y sorprender al contragolpe, y un Milán que intentaba acelerar al máximo las acciones sabedor de que le restaba cada vez menos tiempo para lograr un triunfo diese ya el objetivo de la cuarta plaza en solitario, a expensas de lo que mañana haga el Fiorentina.
Llegó un «toma y daca» final, donde el tanto del triunfo milanista pudo llegar en el minuto 96, pero Emerson disparó alto; como así, apenas dos minutos después, Kalac salvó ante Budan lo que pudo haber sido la derrota del Milán.
Todo se cerró con una igualada, que puede considerarse justa, y que satisface más al Parma, teóricamente inferior, que a un Milán que, quizás, pagó su opaca primera mitad.
EFE