Un comunicado de la Cancillería reiteró el miércoles su respeto «a la integridad territorial de la República Popular China» y a «la política de una sola China, que ha mantenido invariablemente».
El Gobierno lamentó este miércoles los recientes hechos de violencia y muertes registradas en el Tíbet, al tiempo que reafirmó su política «de una sola China».
Un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores, el Gobierno de Michelle Bachelet manifestó su «estricto apego a los derechos humanos» y señaló que «hace votos por que esta situación encuentre una vía de solución a través del diálogo entre las partes involucradas».
Asimismo, reiteró su respeto «a la integridad territorial de la República Popular China» y a «la política de una sola China, que ha mantenido invariablemente».
En ese sentido, el Gobierno chileno manifestó su confianza en los dirigentes chinos «para encauzar la situación del Tíbet hacia un ambiente de paz y respecto de los derechos de todos quienes habitan en esa región autónoma china».
Mojes budistas secundados por la población civil han protagonizado protestas en el Tíbet, las cuales han desembocado en disturbios que costaron la vida a 19 personas, según las autoridades chinas, pero que el Gobierno tibetano en el exilio eleva a 80.
Según fuentes oficiales, la presidenta Bachelet iniciará una visita oficial a China a partir del próximo 11 de abril, en la que se incluirá el tema comercial e intervenciones en el foro de Bonao y ante el consejo empresarial binacional.
Al respecto, el canciller Alejandro Foxley dijo a los periodistas que China es un país con el que tienen «una relación muy larga de amistad», intereses comunes, que la presidenta buscará profundizar durante su visita en abril.
Agregó que la mandataria «va a poner en la agenda de conversación todos los temas que deba poner frente a las autoridades del Gobierno chino, como se hace entre países amigos».
«No vamos a eludir ningún tema», precisó.
EFE