El millonario proceso de licitación de su canal de TV desató una batahola en la Cámara Alta. El tema generó una trifulca entre Enrique Evans, actual productor de contenidos de la estación, y el ganador de la licitación, quien le subcontrataba servicios. Además hay preocupación de parlamentarios oficialistas de que la nueva administración sea “de derecha” y está en curso una investigación en contra de Hernán Iturriaga Neumann, enlace entre los senadores y el equipo televisivo. Todo, pese a que la idea era “hacer más transparente” el proceso de licitación que incluye «nuevos rostros» como Sebastián Jiménez «Lindorfo», César Antonio Santis y Juan Guillermo Vivado.
Más de un herido en el camino dejó el primer proceso de licitación pública del canal de televisión del Senado: el staff que hasta ahora tenía a su cargo las transmisiones, encabezado por Enrique Evans. Pero no fueron los únicos: el funcionario que hace las veces de “coordinador o enlace” entre los senadores y el equipo televisivo, el ex ejecutivo de TVN durante la dictadura Hernán Iturriaga Neumann, está siendo objeto de una “investigación sumaria” a raíz de una denuncia por supuestos “malos tratos infringidos a uno de los rostros de los oferentes”, aseguran fuentes de la Cámara Alta. Pero más allá de los conflictos generados, los rostros que hasta ahora conducían la programación del canal serán reemplazados por figuras del calibre de Sebastián Jiménez, más conocido con el apodo de “Lindorfo”, o el olvidado César Antonio Santis, desconocido para las generaciones más jóvenes.
La inusitada polémica que generó este proceso continúa, pese a que ya hace un par de semanas que Herman De Rodt y Cia Ltda., se adjudicó la licitación. El proceso fue a tal punto tenso que terminó con una petición formal de revisión por parte de la empresa Evans y Thiel que en un documento al que El Mostrador tuvo acceso, plantea todos los aspectos que estima pueden constituir una desventaja para su propuesta. Uno a uno también fueron desechados por la fiscalía del Senado y se mantuvo a firme la decisión adoptada a favor de De Rodt.
El Cote versus el Cote
La historia se inicia cuando el Senado decide hacer la primera licitación pública para renovar el actual equipo de su canal de televisión, el mismo que deberá prestar servicios a partir del 1 de enero del próximo año y hasta el 31 de diciembre del 2012.
La empresa que actualmente tiene a su cargo la transmisión es Evans y Thiel Productores de Televisión y tiene una interesante particularidad, tal vez, lo que ha generado el conflicto. Este equipo, el único que hasta ahora ha realizado esta tarea y que partió durante la presidencia del ex senador Andrés Zaldívar –quien es amigo cercano de Enrique Evans-, está compuesto de dos partes.
Mientras el “Cote”, como es apodado Evans, tiene a su cargo a los conductores, periodistas y contenidos de la programación, las cámaras e implementos de edición los aporta otra empresa subcontratada: la de Herman De Rodt.
Teniendo como base este escenario, a la licitación pública se presentaron cuatro oferentes: Alejandro Sfeir y Cía Ltda., con un monto de 64 millones de pesos mensuales; Herman de Rodt y Cía Ltda., con 58.800.000 pesos; y, Evans, quien presentó dos propuestas paralelas. La primera, como Evans y Thiel Productores de Televisión, o sea, lo que existe hasta este momento, por un monto de 105.526.516 pesos mensuales. Y por otra parte, hizo una segunda oferta como Evans y Thiel por 89.065.962 pesos mensuales. Los encargados de seleccionar a la empresa ganadora explicaron que el puntaje más alto de la evaluación era justamente el precio. Por lo que la empresa de Herman de Rodt partía con una significativa ventaja.
Detractores al ataque
Si bien en la comisión de televisión, mandatada por la comisión de Régimen Interno para “supervigilar el proceso de licitación”, según explica el vicepresidente del Senado, Baldo Prokurica, se tomó la decisión de licitar públicamente la nueva administración del canal, a través de ChileCompra, para hacer más transparente el proceso, hay parlamentarios desconformes con la resolución final.
Entre otros argumentos, estos últimos plantean que la comisión de televisión tenía el rol muy limitado de encabezar el proceso e informar a Régimen Interno y no de adjudicar. Argumento que Prokurica descarta, asegurando que la idea de crear la subcomisión de televisión siempre tuvo por objeto que fuera la que definiera cuál era la mejor propuesta. Y que de los cuatro integrantes –Carlos Ominami (PS), Carlos Bianchi (Independiente), Guillermo Vásquez (PRSD) y el propio Prokurica (RN)- tres estuvieron de acuerdo en que De Rodt era la mejor. Ominami se encontraba fuera del país cuando se tomó la determinación final.
Todo, precisa Prokurica, basándose en el Reglamento de Contratos del Senado que, en su artículo 27, establece que “la adjudicación de la contratación o compra será aprobada por resolución del secretario general del Senado o del prosecretario y tesorero, en su caso”, y ello no compete a la comisión de Régimen Interno, como plantean algunos de los detractores de la determinación tomada. Por lo que el parlamentario cataloga de “infundadas” las críticas que se le hacen desde algunos sectores en cuanto a que “se le fue de las manos la licitación” y aclara que lejos de eso “a mí me nombraron para defender los intereses del Senado”.
Otras de las críticas son derechamente de carácter político. La objeción que se hace es que la empresa seleccionada tendría vínculos con la derecha, lo que para algunos parlamentarios de la Concertación pone en tela de juicio el carácter pluralista del servicio que debe prestar, “lo que no ocurre con el equipo que trabaja ahora y que nos da confianza a todos por igual”, sostiene un parlamentario oficialista.
Esta tesis también es contrarrestada por Prokurica, quien señala que las bases son claras en cuanto a que se mantenga la pluralidad y que de no cumplirse este objetivo, el Senado se protegió con una boleta de garantía que la empresa adjudicada firmó por 35 millones de pesos. Lo que fue ratificado por el fiscal del Senado, Javier Norero, quien hizo especial hincapié en este aspecto, afirmando que “las bases contemplan que exista equilibrio político en la programación que se emita”, lo que está claramente estipulado en el punto 2.1.8 de las bases técnicas de la licitación.
Además, la boleta de garantía también se podría hacer efectiva en el caso de que con la empresa adjudicada bajara el rating actual, que según fuentes del Senado ya es bajo. En la Cámara Alta explican que los primeros seis meses de trabajo, “la empresa adjudicada estará sujeta a mediciones, si la audiencia baja se le puede poner término al contrato”.
Investigación sumaria
Durante el difícil proceso, además, ocurrió un hecho que molestó a uno de sus protagonistas, Hernán Precht, y que fue lo que dio pie a que se le encomendara al funcionario del Senado Fernando Soffia la misión de abrir una investigación sumaria en contra de Hernán Iturriaga, responsable de la elaboración de las bases técnicas, pues Javier Norero tuvo a su cargo la redacción de las bases administrativas.
Según fuentes del Senado, Precht –uno de los rostros del actual staff del canal- concurrió a la oficina de Iturriaga para conocer del avance del proceso de licitación y este último lo echó “en términos irrespetuosos”.
En defensa del funcionario, en el Senado explican que según el artículo 39 del Reglamento de la Ley de Compras Públicas “durante el período de evaluación, los oferentes no podrán mantener contacto alguno con la entidad licitante con la excepción de la solicitud de aclaraciones y pruebas que pudiere requerir la entidad licitante”.
Sin embargo, Precht se quejó formalmente por escrito y de palabra, por lo que el pasado 20 de noviembre el secretario del Senado, Carlos Hoffmann, le ordenó a Soffia instruir una investigación para aclarar lo sucedido. Para ello tiene cinco días de plazo que terminan mañana jueves, pero que pueden ser prorrogables. “Si de la investigación surgen cargos se le notifica (a Iturrieta) para que tenga derecho a un debido proceso”.
Resurrección de Santis y Vivado
Mientras se solucionan todos los impasses producidos durante el desarrollo de la licitación, el nuevo equipo se prepara para debutar con rostros de ayer y hoy como Sebastián Jiménez, Sergio Campos, Juan Guillermo Vivados, Raúl Sohr, Libardo Buitrago, José Luis Reppeling, Antonio Márquez y César Antonio Santis, entre otros. Y salen de escena figuras como Enrique Evans, Hermán Precht, Felipe Pozo y Guillermo Holzman.
El nuevo equipo tendrá la responsabilidad de aumentar las horas de grabación de 46 a 88 de las cuales 58 deben corresponder a agenda del Senado y se comprometen a tener un camarógrafo en cada región. Pero una de las novedades más llamativas, según explicó una fuente de la comisión evaluadora, es un convenio entre el canal y el diario La Tercera. La idea es “hacer reportajes conjuntos que se publicarán en el cuerpo de Reportajes del periódico y se publicarán también en la página del Senado”.