Desde un asiento en el directorio de Corpbanca, la plataforma financiera de Álvaro Saieh, hasta asesorías a la oficina de lobby de Enrique Correa, el hombre de Barack Obama para llevar los asuntos con América Latina tiene en nuestro país estrechos vínculos con el círculo de barones que hizo la transición. Muchos de ellos leyeron su libro tesis «El quiebre de la democracia en Chile». Su peso académico lo ha construido desde la Universidad de Georgetown, la institución jesuita de educación superior más influyente del mundo.
Este jueves el National Council of La Raza, la institución de latinos más influyente en Washington, abrió su foro en la capital de Estados Unidos, con uno de los miembros de su directorio convertido en subsecretario para Asuntos Hemisféricos del Departamento de Estado.
La satisfacción de Janet Murguía, presidenta de la agrupación, por la nominación del cientista político Arturo Valenzuela Bowie, venía precedida de un fuerte lobby por situar al académico de la Universidad de Georgetown en un cargo clave para las relaciones de la administración de Barack Obama con Latinoamérica, sumándose así a Cecilia Muñoz, ex vicepresidenta de «La Raza» y ahora directora de Asuntos intergubernamentales de la Casa Blanca.
Días de Lobby
El lobby no es un oficio desconocido para Valenzuela. Hasta hace poco consultor de Akin Gump Strauss Hauer & Feld LLP, una de las mayores firmas de abogados del mundo, en 2001 el cientista político acostumbraba llegar a una oficina de calle La Concepción en Providencia a trabajar en Correa y Correa Asociados, la oficina de lobby de Enrique Correa, que el ex ministro luego rebautizó Imaginacción. Por entonces, Valenzuela hacía las veces de asesor de la compañía y cuando estaba allí compartía oficina con José Manuel Cortínez, ex subsecretario de Vivienda, y un equipo compuesto por periodistas y ex subalternos de Correa en el gobierno.
En aquella época, la prensa destacaba que Correa ofrecía sus servicios ad honorem al millonario verde Douglas Tompkins y asesoraba a las salmoneras que el creador del Parque Pumalín detestaba, mientras tenía canal abierto con el Presidente Ricardo Lagos y el ministro José Miguel Insulza, con quien Correa hizo dupla para enfrentar el caso Mop-Gate. Con ambos, Correa sigue teniendo una estrecha relación.
Desayuno presidencial
Lo mismo Arturo Valenzuela (quien hasta ahora incluye en su amplio currículo ser asesor de Imaginacción) y su hermano Julio Samuel, otro de los seis hijos del pastor metodista Raimundo Valenzuela y su esposa Dorothy. Ambos conocen a Lagos en confianza.
Julio Samuel, o JS, como le dicen, es profesor de Sociología de la Universidad de Notre Dame y fue asesor de la administración Lagos en materia de reformas laborales. Antes, en 1999, participó en la estrategia de campaña del equipo de Lagos, liderado por Eugenio Tironi, en la segunda vuelta con Joaquín Lavín. Según el currículo dispuesto por el propio Julio Samuel Valenzuela, le hizo coaching al candidato en su imagen, le sugirió nuevas formas de apelar a votantes escogidos y co-escribió el discurso de cierre de la campaña.
En tanto, Arturo Valenzuela y el ex Mandatario son amigos y cada vez que pueden se encuentran para conversar de temas internacionales, un punto que a ambos interesa. Una escena contada por uno de sus cercanos resume el tipo de vínculo con el ex jefe de Estado. El día que Ricardo Lagos dejó La Moneda, Arturo Valenzuela desayunó con él.
Esa costumbre, también la ha mantenido con Michelle Bachelet. Según un amigo de Valenzuela, este se reúne con Bachelet cada vez que visita el país. Con José Miguel Insulza, en Washington, han cambiado el desayuno por las comidas en la residencia del secretario general de la OEA.
Amigo de José Miguel Vivanco, director para las Américas de Human Rights Watch (otro de los chilenos con redes envidiables a nivel regional), Valenzuela integró el comité consultivo de la ONG. También se conocen mucho con ex subsecretario de Frei y empresario radicado en Miami, Jorge Rosenblut. «Pero no son íntimos, seguramente porque que Valenzuela es laguista y Rosenblut es jugado a muerte por Frei», asegura un personero concertacionista que los conoce a los dos.
Tesis de la Transición
La influencia de Valenzuela a nivel de redes políticas tiene origen académico. El cientista político es autor de varias investigaciones que marcaron a la dirigencia concertacionista. La mayor de ellas fue su libro «El quiebre de la Democracia en Chile», publicado en Estados Unidos en 1978 y considerado como «la interpretación más aceptada y convincente del colapso del régimen democrático de 1973», según el académico Felipe Agüero.
En el libro, Valenzuela analiza el rol de las Fuerzas Armadas, el régimen presidencial, el sistema electoral de la época y la situación del sistema de partidos en un contexto de gran disputa ideológica, destacando la ausencia de coaliciones fuertes y un presidente elegido por minoría como un factor determinante del Golpe de Estado.
El texto fue clave en el proceso de renovación de la dirigencia opositora a Pinochet, y en sus posturas durante la recuperación democrática y el inicio de la Transición.
Patricio Navia, por ejemplo, considera a Valenzuela una especie de maestro. Aunque nunca fue su alumno, el director del Magíster en Opinión Pública de la Universidad Diego Portales, ha reconocido que mucho de lo que aprendió de Chile y política chilena lo aprendió leyendo libros de Valenzuela mientras estudiaba en Chicago. En la New York University, donde Navia es académico, los textos de Valenzuela son lectura de estudio sobre Chile. Lo mismo en la Universidad Andrés Bello. Cuando el ministro de Defensa, Francisco Vidal, hacía clases de Historia en esa casa de estudios, fiel a su estilo el ex vocero obligaba a leer sus libros.
A Valenzuela se le lee en las universidades por cuatro temas: el quiebre de la democracia en Chile, las transiciones a la democracia y la propuesta de tener sistemas parlamentarios en vez de presidenciales, las relaciones entre Estados Unidos y América Latina en la era post Guerra Fría, y la consolidación democrática en la región.
Dos de los textos son: «Chile. Politics and Society» y «Military Rule in Chile»; son compilaciones que el cientista político editó junto a su hermano Julio Samuel. En una figuran las firmas de Alejandro Foxley y Heraldo Muñoz; y fueron de lectura obligada de personeros del PS como Ricardo Solari, que ahora incluyen al nuevo subsecretario de Asuntos Hemisféricos del Departamento de Estado entre sus amigos.
Academia jesuita
Valenzuela es de los pocos chilenos que ha posado un pie en la Sala Oval antes de ser investido en el cargo. Ex asistente especial de Bill Clinton en temas de seguridad y subdirector de relaciones interamericanas del Consejo de Seguridad Nacional. También tiene fuertes lazos en el Partido Demócrata y desde un principio sonó como el más firme candidato a dirigir la política exterior para la región.
En su rol de asesor de Clinton, Valenzuela prestó consejo en asuntos exteriores, defensa, inteligencia y economía, llegando a ser una figura reconocida en los pasillos del poder en Washington. Desde esa posición, en varias ocasiones durante la administración Bush expresó su preocupación por el desinterés que mostró la Casa Blanca por Latinoamérica, región que Obama volvería a mirar con más detención y que Valenzuela conoce a la perfección por su labor como consultor político, económico y constitucional en Bolivia, Brasil, Ecuador, Colombia y Chile.
A favor de Valenzuela también cuenta haber sido director del Centro para Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Georgetown, principal centro de estudios jesuita en el mundo. Sin duda la mejor academia en términos de prestigio y contactos para la congregación católica.
Este cargo le permitió tener una plataforma permanente en todo tipo de foros políticos y empresariales, especialmente en temas relacionados con Cuba, una de las áreas de expertise de Valenzuela, lo que le ha servido para posicionarse muy bien y ampliar sus redes por el «barrio», incluido Chile, donde se integró al directorio de Corpbanca a instancias de Álvaro Saieh. En 2007 el controlador de Copesa (La Tercera, Qué Pasa, La Cuarta), el grupo de radios Dial, Unimarc y propietario del 20% de Ripley, lo nombró en la mesa directiva del banco para tener una opinión internacional. Debido a este cargo, hasta antes de su nombramiento como nuevo subsecretario para Asuntos Hemisféricos del Departamento de Estado, Valenzuela viajaba a Chile en American Airlines una vez al mes.
En América Latina y Estados Unidos, sus redes van desde Carlos Slim, la tercera fortuna del mundo, de acuerdo a Forbes, hasta el matrimonio Clinton, sobre todo con Hillary a quien asistió hasta el último día en su campaña, pasando por el Council of the Americas, el centro de estudios del amigo de Agustín Edwards, David Rockefeller. Dicho think tank lo ha invitado frecuentemente como expositor a los foros que hacen en Latinoamérica.
Para llegar al cargo de subsecretario de Asuntos Hemisféricos, Valenzuela debió dejar en el camino al ex embajador en Santiago Craig Kelly y a candidatos como Julia Sweig, experta en relaciones internacionales y ex asesora de Obama en temas latinoamericanos.