Clérigos españoles reconocen detención de religioso en Chile por pornografía infantil
«Con pleno respeto al principio de presunción de inocencia -dice la Congregación- nos sentimos consternados ante las sospechas acerca de la comisión de un delito y de una falta de moralidad tan grave que, en sí mismas, suponen ya una lesión a la reputación de nuestros centros y de quienes en ellos trabajan, a la congregación y a la propia Iglesia».
La Comunidad de Clérigos de San Viator en España confirmó hoy la detención por las autoridades chilenas de uno de sus religiosos, José Ángel Arregui, acusado de tenencia de pornografía infantil.
Tras la información publicada hoy por el diario español El País sobre el arresto de este religioso el pasado agosto en Chile, la comunidad de San Viator hizo público un comunicado en su página web, en el que reconoce el hecho y apunta que Arregui fue profesor de algunos de los centros que la congregación tiene en España.
Según la información del rotativo, la Justicia española investiga ahora a Arregui, profesor de 53 años, porque también filmaba su propio material pornográfico en el que aparecen presuntos abusos sexuales contra al menos 15 menores españoles.
El comunicado de los Clérigos de San Viator precisa que Arregui reside en Chile desde enero de 2008 y que fue detenido el 14 de agosto de 2009 por las autoridades chilenas, acusado de tenencia de pornografía infantil sin que, hasta la fecha, se haya concluido la investigación ni celebrado juicio.
Al conocerse el caso, agrega el comunicado, el superior provincial de los Clérigos de San Viator de España comunicó la noticia a todos los miembros de la comunidad.
Teniendo en cuenta, añade la nota, que José Ángel Arregui fue profesor de algunos centros que la Congregación tiene en España, «la Guardia Civil inició en noviembre de 2009 una investigación a fin de determinar si se hubieran producido hechos delictivos, acerca de los que no consta, hasta el momento, denuncia alguna de compañeros, padres o alumnos».
El comunicado indica que, «con el fin de facilitar información transparente y precisa, se dio cuenta de los hechos» a los colegios previsiblemente afectados.
No obstante, matiza, al levantarse el secreto del sumario y al existir una imputación al respecto, los Clérigos de San Viator han expresado su consternación a la opinión pública y a quienes están vinculados a sus centros educativos.
«Con pleno respeto al principio de presunción de inocencia -dice la Congregación- nos sentimos consternados ante las sospechas acerca de la comisión de un delito y de una falta de moralidad tan grave que, en sí mismas, suponen ya una lesión a la reputación de nuestros centros y de quienes en ellos trabajan, a la congregación y a la propia Iglesia», dice la nota.
Tras ofrecer la colaboración a las autoridades para el esclarecimiento de los hechos, subraya que si las investigaciones iniciadas «condujeran a una posterior sentencia condenatoria, manifestaremos como congregación y como entidad educativa nuestra más rotunda condena sin el más mínimo paliativo».
«Cualquier delito contra la libertad sexual -recalcan los viatorianos- supone una grave alteración del orden moral y un repugnante atentado contra la dignidad humana, y lo es aún más en los casos en los que afecta a menores».
Explica asimismo que «la congregación ha incoado un expediente informativo que, si se llegara a verificar la comisión de algún hecho delictivo, conllevaría la solicitud de expulsión del mencionado religioso».