El intelectual trasandino, quien se adjudicó el galardón mundial en 1980, comunicó su disposición en una reunión con el embajador de Chile en Buenos Aires, Adolfo Zaldívar. Sin embargo puso como condiciones que el Ejecutivo concrete su anuncio de reformar la Ley Antiterrorista y que los comuneros levanten el ayuno. Su gesto fue bien recibido y calificado como «generoso» por parte de los familiares de los reclusos.
El Premio Nobel de la Paz 1980, el argentino Adolfo Pérez Esquivel, se ofreció este lunes a actuar como mediador entre el gobierno de Sebastián Piñera y los presos mapuche en huelga de hambre.
Así lo dejó de manifiesto al sostener una reunión con el embajador de Chile en Argentina, Adolfo Zaldívar, quien se comprometió a iniciar de inmediato las consultas con el Ejecutivo.
Pérez Esquivel se mostró dispuesto a colaborar en encontrar una solución al conflicto, aunque puso como condiciones que el gobierno concrete su anuncio de reformar la Ley Antiterrorista y que los comuneros levanten el ayuno.
La oferta de Pérez Esquivel fue bien recibida y considerada «generosa» por parte de los familiares de los presos mapuche, entre los que se cuentan dos jóvenes recluidos en un recinto del Servicio Nacional de Menores (Sename), que se unieron al movimiento el pasado 1 de septiembre.
«El conflicto está rompiendo barreras y ya es un tema de interés internacional, es por ello que una persona del nivel de Pérez Esquivel se ha mostrado dispuesto a mediar», dijo a la agencia EFE la portavoz de los familiares de los comuneros en huelga de hambre, María Tralcal.
Tralcal precisó que Pérez Esquivel «entiende que el Gobierno chileno ha vulnerado» los derechos de los mapuches y sus familias, y aseguró que interpretan su ofrecimiento como «un acto de solidaridad».
La portavoz señaló al mismo tiempo que desde el gobierno de Sebastián Piñera no han obtenido nunca una respuesta directa. «Siempre se dirige a nosotros a través de los medios de comunicación», aseguró.
«El gobierno nunca ha querido mirar a la cara al pueblo mapuche y por ello sentimos una gran desconfianza», afirmó.
Además, aseguró que los mapuches no depondrán la huelga de hambre hasta que no vean «medidas concretas» y recalcó que los hermanos de esa etnia «están dispuestos a llegar hasta el final».