El país vota y espera, con una mezcla de incertidumbre e incredulidad, para saber quiénes se disputarán la presidencia en una probable segunda vuelta electoral. El criticado ex militar nacionalista Ollanta Humala parece tener asegurado su lugar en el balotaje tras un sostenido crecimiento en las encuestas, pero la gran incógnita es saber quién lo acompañará.
Perú vota este domingo en las elecciones generales más reñidas en la historia reciente del país.
El país vota y espera, con una mezcla de incertidumbre e incredulidad, para saber quiénes se disputarán la presidencia en una probable segunda vuelta electoral.
El criticado ex militar nacionalista Ollanta Humala parece tener asegurado su lugar en el balotaje tras un sostenido crecimiento en las encuestas.
La gran incógnita es saber quién lo acompañará.
Tres candidatos se disputan la plaza: Keiko Fujimori, Pedro Pablo Kuczynski y Alejandro Toledo.
Las últimas encuestas indican que la hija del ex presidente Alberto Fujimori (1990-2000), preso por violaciones a los derechos humanos, marcha segunda, seguida del exministro de Economía y del ex mandatario (2001-2006).
Aunque en los últimos días Fujimori creció en los sondeos y Toledo cayó la paridad es tal que casi todo puede pasar lo que, sumado a los cambios frecuentes en el electorado, torna complejo anticipar una definición.
Se espera que ninguno de los candidatos alcance el 50% más uno de los votos, por lo que los dos más votados definirán la elección el 5 de junio.
A las urnas
Atrás queda una cambiante y cuestionada campaña.
Fluctuante porque pocos meses atrás el balotaje parecía cosa de Toledo y del ex alcalde de Lima, Luis Castañeda, hoy quinto en los sondeos.
Pero el ex mandatario equivocó el camino, coinciden analistas, al dedicarse a los ataques al presidente Alan García y al introducir propuestas, por ejemplo, sobre el matrimonio homosexual o hablar del aborto.
En las últimas semanas, conforme caía en los sondeos, apeló a los votantes para que no elijan entre un «salto al vacío», por Humala, ni un «regreso al pasado autoritario», por Fujimori.
Impredecibles
La campaña careció de ideas y de propuestas y llegó a ser calificada de «torneo de payasadas».
La debilidadde los partidos políticos hace que a la hora de elegir no haya ideología, sino que se vote por el rechazo a una oferta o por la identificación con un candidato.
En el marco de este caudillismo, el discurso de Humala –quien en 2006 se impuso en primera vuelta pero perdió en el balotaje– caló en un sector de la población.
Lo tildan de «antisistema» porque cuestiona el modelo económico que llevó al país a tener las tasas de crecimiento más altas de América Latina.
Los otros candidatos, en cambio, mantendrán el rumbo, aunque prometen atacar las desigualdades.
Es que la bonanza no le ha llegado a todos: un tercio de la población sigue en la pobreza y el discurso de Humala de «inclusión social» le suena bien a quienes todavía no se han beneficiado de los años de crecimiento.
Su crecimiento en los sondeos no se debe sólo a esto. En sus declaraciones se alejó de Hugo Chávez, luego de que su vínculo en la elección pasada con el presidente venezolano lo condenara.
Moderó el discurso, contrató asesores del Partido de los Trabajadores de Brasil y, en silencio, subió en la intención de voto.
Los analistas opinan que los otros candidatos erraron la estrategia al no advertir su crecimiento y no atacarlo.
Hasta el día en que Humala apareció primero. Tras eso le llovieron las críticas.
Sus rivales aseguran que tiene un plan estatista, que busca reformar la Constitución y que la libertad de prensa en un eventual gobierno suyo estaría en peligro.
Ante los cuestionamientos, se defiende: «No voy a copiar el modelo de Venezuela», insiste Humala.
¿Dos modelos?
Analistas consultados por BBC Mundo no creen que, como se dice, se trate de una elección entre dos modelos de país.
«Es una exageración. Son dos humores de país, no son dos modelos», opina el analista político Santiago Pedraglio.
Por su parte, para Fernando Tuesta, director del Instituto de Opinión Pública de la Universidad Católica, descarta que sea una elección de esta naturaleza.
«Humala se diferencia del resto porque cuestiona el modelo económico, pero no estoy seguro de que sea una propuesta de cambiar el modelo en su conjunto», agrega.
Lo que sí está claro es que Humala es el único de los cuatro candidatos que llegan con chances que se ubica a la izquierda del espectro político.
Junto con Keiko Fujimori, son los dos candidatos que generan el rechazo más alto en la población. Y por ello sorprende a muchos que sean ellos dos quienes estén más cerca de la segunda vuelta.
Sin embargo, Humala supo capitalizar el descontento de una porción importante del electorado, mientras que Fujimori apeló a la gestión de su padre, condenado a 25 años de prisión por violaciones a los derechos humanos.
El fujimorismo aún mantiene un núcleo duro de votantes que recuerda, asegura Keiko, los programas sociales y el combate al grupo armado Sendero Luminoso.
Apenas retrasado en los sondeos llega el exministro de Economía, Pedro Pablo Kuczynski, conocido como PPK.
A los 72 años, el candidato conservador busca dar la sorpresa tras estar hundido en los sondeos e incrementar su intención de voto en el último mes.
PPK confía en un traspaso de votantes de Toledo y en juntar adhesiones del APRA, el partido en el poder, que no tiene candidato propio y que el sábado decidió apoyar a Kuczynski.
