El director del programa legislativo del instituto, Rodrigo Delaveau, consideró como ‘insólitas’ las disposiciones de la iniciativa, ya que a su juicio “lo importante es informar y que sean los papás lo que tomen las decisiones sobre qué alimentos les dan a sus hijos, y que no sea el Estado el que imponga esas decisiones”.
El director del programa legislativo del Instituto Libertad y Desarrollo, Rodrigo Delaveau, calificó de “insólitas” las disposiciones del proyecto de ley que prohíbe la venta de la llamada “comida chatarra” en establecimientos educacionales.
En entrevista con Radio Agricultura, el experto de LyD sostuvo que “lo importante es informar y que sean los papás lo que tomen las decisiones sobre qué alimentos les dan a sus hijos, pero no puede el Estado imponer esas decisiones a los padres, sea cual sea la situación en que estén”.
Agregando que “parte de las inconsistencias que este tipo de regulación puede traer, hay que tener en cuenta que lo más parecido que tenemos a esto es la prohibición de alcohol que hubo a comienzos del siglo pasado en Estados Unidos y sus efectos negativos”.
“Guardando las proporciones, lo que sucede acá es básicamente lo mismo, estamos intentando combatir un mal mediante la prohibición. Son insólitas muchas de las disposiciones de esta ley…que francamente no merecen comentario alguno, porque saltan a la vista”, acotó.
La iniciativa, a su juicio, introduce el concepto de “producto engañoso”, ya que, ejemplificó, “un kilo de sal siempre va a ser un kilo de sal. Hay que tener cuidado con el tema de los consumidores porque van a perder derechos (…) La industria tendrá que adaptarse y eso va a traer mayores costos”.
Según Delaveau, “el Estado está tomando a las personas adultas como niños y a los niños los toma como propios porque desconoce el rol de los padres y piensa que puede hacer un mejor rol educándolos en cuanto a los alimentos”.