La ex asesora legislativa del ministerio, testimonió ante el fiscal José Morales, sobre el grado de influencia que tenía el ex asesor jurídico y mano derecha de la secretaria de Estado, Álvaro Baeza. Este último, declaró Arrau, actuaba “como el ministro y subsecretario”, graficando el nivel de poder e influencia que tenía dentro de la cartera. En tanto, ayer la titular de Vivienda prestó declaración ante los fiscalizadores de Contraloría, donde aseguró que toda la operación para pagarle $ 17 mil millones a la constructora estuvo a cargo de Baeza y del director del Serviu, Antonio Llompart.
Por más de cinco horas -y en calidad de testigo- declaró ayer en el Ministerio Público Centro Norte, la ex asesora legislativa de la cartera, Carolina Arrau, ante el fiscal José Morales.
La mujer, cuya firma aparece en la autorización para pagar más de 17 mil millones a la constructora Kodama, detalló la estructura de funcionamiento de la secretaría de Estado y principalmente cómo se originó la transacción con la empresa.
Dentro de los puntos que reveló está lo que calificó como el pleno y total conocimiento que la ministra Magdalena Matte tuvo de los detalles y criterios usados para cancelar la millonaria suma y de cómo esta se haría a través del tribunal civil para acelerar el pago que Kodama venía reclamando desde 2010, tal como da cuenta un correo electrónico enviado por Patricia Sepúlveda, esta última, una abogada del gabinete ministerial.
Sepúlveda escribió al jefe del Serviu, Antonio Llompart, que “por especial encargo de Álvaro Baeza (asesor jurídico de Matte) le comento que recibimos reclamo por correo electrónico de los abogados de la constructora Kodama, por el estancamiento del tema. A fin de poder dar respuesta al mismo, le ruego informarnos en qué estado se encuentra este caso”.
Arrau aseveró que toda la operación para decretar la transacción estuvo a cargo de Baeza, quien renunció la semana pasada. Para todos los efectos, declaró, Baeza funcionaba “como el ministro y el subsecretario”, refiriéndose al nivel de poder e influencia que tenía dentro de la cartera.
La mujer también le explicó al fiscal Morales que su firma aparece en la autorización, porque la persona que debía hacerlo ese día no se hallaba en el ministerio, apuntando que se trató sólo de una casualidad y que no le competía responsabilidad alguna en los hechos, ya que se desempeñaba como asesora legislativa. Hay que recordar que la profesional trabajaba anteriormente en la Cámara Chilena de la Construcción.
En tanto, ayer Matte prestó declaración ante los fiscalizadores de la Contraloría que investigan si la autorización para pagarle a Kodama se apegó a la legalidad.
[cita]Arrau aseveró que toda la operación para decretar la transacción estuvo a cargo de Baeza, quien renunció la semana pasada. Para todos los efectos, declaró, Baeza funcionaba “como el ministro y el subsecretario”, refiriéndose al nivel de poder e influencia que tenía dentro de la cartera.[/cita]
Según averiguó este diario, la secretaria de Estado apuntó a la responsabilidad de Baeza y a la del director del Serviu, Antonio Llompart, de proponer y ejecutar la transacción. De esta manera, Matte confirmó lo ya dicho en varias entrevistas, entre ellas, la que otorgó la semana pasada a este diario. En la oportunidad, apuntó que rubricó el decreto exento el 25 de enero pasado (ver documento adjunto) porque venía con cuatro firmas: a saber la propia de Arrau, la de Llompart, del subsecretario (s) Guillermo Rolando y la de la jefa de la división jurídica, Mirna Jugovic.
Según publicó el diario La Tercera en los próximos días el organismo fiscalizador debiera entregar el primer informe, donde se cuestionaría el pago, y que de existir anomalías podrían ser destituida toda la cúpula del Serviu.
Este medio intentó ayer obtener una versión de parte de la cartera, pero no hubo respuesta del Departamento de Comunicaciones.