«No me cabe la menor duda de que el Gobierno está haciendo todo lo que puede para debilitar al movimiento estudiantil, para asociarlo con los encapuchados y violentistas que no son parte del movimiento, y para desacreditarlo frente a la opinión pública, separarlo y aislarlo», dijo.
El diputado del PPD, miembro de la comisión de Educación, Rodrigo González, salió al paso de las declaraciones sobre el desgaste del movimiento estudiantil que tiene a una gran parte de establecimientos en toma y paro, afirmando que esto responde a la acción del Gobierno para debilitar estas acciones.
«No me cabe la menor duda de que el Gobierno está haciendo todo lo que puede para debilitar al movimiento estudiantil, para asociarlo con los encapuchados y violentistas que no son parte del movimiento, y para desacreditarlo frente a la opinión pública, separarlo y aislarlo», dijo.
El parlamentario comentó que asistió a la más reciente marcha por la Educación, donde presenció el violento accionar de la policía.
«Hubo una intencionalidad de dañar la movilización, interrumpiéndola recién cuando el acto se estaba iniciando, con el guanaco, con gases lacrimógenos y con una acción inusitadamente ruda de Carabineros», explicó.
Ante esto, el parlamentario PPD aseveró que se está utilizando a «elementos violentistas para desprestigiar, separar y aislar a un movimiento que representa a toda la comunidad nacional, se está defendiendo la educación como un bien público».
González dijo que se está frente a «una lucha muy noble, por todo el país, y por el futuro de una sociedad más integrada, más libre y más solidaria».
Por esto, emplazó al Presidente Sebastián Piñera a explicitar los detalles de sus propuestas, para poder avanzar más rápidamente en el diálogo parlamentario.
Con respecto al GANE anunciado por el Ejecutivo, el legislador dijo que «el discurso del Presidente son titulares (…) por cierto se requieren más recursos, más persistencia, más perseverancia y más precisión en las propuestas que hace el Gobierno. Con un discurso como éste, en realidad es muy difícil invitar a un diálogo».