El presidente del Senado, Guido Girardi, salió airoso y logró zafarse el martes último de la moción de censura que presentaron en su contra representantes del oficialismo por no haber dispuesto el desalojo con la fuerza pública de la sede de la Corporación en Santiago, cuando el pasado 24 de octubre fue ocupada por un grupo de estudiantes, apoderados y dirigentes ecologistas.
De ahí en adelante fue cuestionado por el ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, y por sus pares de la DC por no estar “a la altura de las circunstancias”; fue acusado por los propios protagonistas de la toma de no cumplir la palabra empeñada al anunciar acciones legales contra ellos; y anunció más tarde que estaba dispuesto a dejar su cargo al frente de la mesa directiva de la Cámara alta si de eso dependía la defensa de sus principios.
Sin embargo, cuando llegó la hora de la verdad, la sala del Senado rechazó el voto de censura por 19 votos en contra y 17 a favor. Girardi se había salvado, otra vez.
Viejo zorro
Pero para el senador del PPD, el escenario que debió enfrentar en los últimos días es uno más de numerosos episodios difíciles que caracterizan su trayectoria política y personal, varios de los cuales lo han tenido “entre las cuerdas”. Pero por alguna razón siempre se las ha arreglado para salir adelante.
Estos son algunos de los escollos que el legislador ha sorteado en los últimos 15 años. ¿Suerte? ¿Astucia? ¿Experiencia? Juzgue usted:
- Accidente Automovilístico: En enero de 1997 Girardi estuvo al borde de la muerte tras sufrir un grave accidente automovilístico que lo mantuvo varias semanas en estado de coma. Hasta ese entonces era uno de los diputados más visibles a nivel mediático por su rol fiscalizador. Y aunque al recuperarse aseguró que bajaría las revoluciones a su actividad parlamentaria, lo cierto es que continuó con un activo rol que le significó ser reelecto en el cargo por una amplia mayoría.
- Cartas a militantes del PPD: Girardi asumió públicamente en 2002 su responsabilidad por el envío de 24.000 cartas a militantes de su partido en el marco de su campaña para repostularse como timonel del PPD, las que fueron costeadas por la Presidencia de la Cámara de Diputados, encabezada en ese entonces por su compañera de bancada, Adriana Muñoz. El hecho que Girardi haya reconocido su error salvó a la parlamentaria de la presentación de una moción de censura por parte de la derecha.
- El caso Publicam: En 2006 Girardi debió volver a dar explicaciones y a asumir su responsabilidad política al reconocer que en el marco de la campaña senatorial de 2005 utilizó los servicios de la empresa Publicam para hacer cuadrar ante el Servicio Electoral sus gastos de campaña. Se trata de la misma firma que estuvo involucrada en las irregularidades que se detectaron en ese entonces al interior de Chiledeportes. En esa oportunidad la Alianza por Chile consideró inverosímiles sus descargos.
- Tumor Cerebral: El año 2007 el senador del PPD volvió a hacer noticia al conocerse que padecía un tumor cerebral. El parlamentario dijo en ese entonces que pese a su estado de salud estaba disponible para seguir colaborando con las investigaciones judiciales en curso por los casos Publicam y Chiledeportes. Afortunadamente, el tumor tuvo una positiva evolución y se disolvió sin necesidad que el parlamentario fuera intervenido.
- Exceso de Velocidad: A fines de 2008 Girardi volvió a protagonizar un escándalo luego que solicitara la gestión de la subsecretaria de Carabineros de la época, Javiera Blanco, para sancionar a los efectivos de la institución que le cursaron un parte en la Ruta 68 por transitar a exceso de velocidad cuando viajaba con destino a Valparaíso. De inmediato se convirtió en el blanco de duras críticas y acusaciones, entre ellas la de abuso de poder.