En una entrevista que aparecerá en el próximo número de la revista Bloomberg Market, el mandatario afirma que los estudiantes «pedían educación gratuita para todos sin ninguna condición, y eso es algo con lo que no estamos de acuerdo». También admitió que la «agitación social» era uno de los escenarios que no tenía previsto al momento de asumir su mandato, al igual que el terremoto del 27 de febrero de 2010 y los vaivenes de la economía mundial.
El Presidente Sebastián Piñera acusó de “exagerada” la cobertura que dieron los medios de comunicación a las movilizaciones estudiantiles de este año, y aseguró que en ellas “protestaba sólo el cinco por ciento de los estudiantes de nivel secundario y universitario, pero hacían mucho ruido”.
En una entrevista concedida a Bloomberg News, el jefe de Estado dijo que en casi dos años su administración ha debido “enfrentar tres grandes amenazas que no estaban previstas” y que corresponden al terremoto del 27 de febrero de 2010, los problemas de la economía internacional, especialmente los problemas de recesión en Europa, y la “agitación social, que ha sido un poco exagerada por la prensa”.
Y sobre esto último afirmó que “protestaba sólo el cinco por ciento de los estudiantes de nivel secundario y universitario, pero hacían mucho ruido”.
Asimismo, se quejó que los dirigentes estudiantiles “pedían educación gratuita para todos sin ninguna condición, y eso es algo con lo que no estamos de acuerdo. Creemos que debemos garantizar el acceso a una educación de calidad para todos y becas para los que necesiten becas”.
Piñera agregó que “coincidimos con ellos en que necesitamos mejorar considerablemente la calidad de nuestra educación. Pero los mayores problemas no se dan en el nivel superior; se dan en el nivel de preescolar y jardín de infantes. Si no se puede intervenir en una etapa inicial con niños que vienen de hogares vulnerables, a veces es demasiado tarde”. Y agregó que “nos hemos comprometido a cubrir a todos los niños que pertenecen a hogares del 60 por ciento más bajo de la población”.
Durante la entrevista, que aparecerá en extenso en el próximo número de la revista Bloomberg Market, el jefe de Estado se refiere también a los desafíos que tiene el país.
“Chile, que fue la colonia española más pobre en América Latina, es actualmente el país con el ingreso per cápita más alto. Nuestro objetivo es ser un país desarrollado y derrotar la pobreza antes del fin de esta década. Necesitamos hacer muchísimas cosas para llegar a eso”, sostuvo.
Y afirmó que “debemos crecer a un mínimo de 6,0 por ciento anual para llegar a US$25.000 en 2020, que es aproximadamente el ingreso per cápita medio de la mayoría de los países OCDE. Necesitamos crear un millón de empleos para vencer el subdesarrollo y poner fin a la pobreza. Los viejos pilares –tener una democracia estable y una economía de mercado que esté integrada al mundo- no bastan”.
Finalmente, afirmó que “estamos bien encaminados, porque la tasa media de crecimiento durante los 20 meses que hemos estado en el poder es de 6,5 por ciento. La tasa media de crecimiento del gobierno anterior era 2,7 por ciento. Aspiramos a crear un millón de empleos en cuatro años, lo cual, con nuestra fuerza de trabajo de 7,5 millones, sería el equivalente de 15 millones de empleos en los Estados Unidos. Ya hemos creado 600.000 empleos, o sea que también en eso vamos bien”.
