Las palabras del senador Alberto Espina respecto de la viabilidad de la aspiración presidencial del titular de Obras Públicas, causaron un alboroto inesperado en las filas de RN. Ello, porque hay quienes dan por hecho que el partido apoyará al titular de Defensa en cuanto él decida confirmar su precandidatura a La Moneda. Sin embargo, hay un sector que estima que se está perdiendo un tiempo precioso para tomar la decisión.
Con una actitud serena, pero firme, el ministro Andrés Allamand, le impuso a la FACh el plazo de 48 horas para que haga llegar a la justicia todos los antecedentes adicionales, si los hubiera, sobre la nave que capotó en las costas del archipiélago de Juan Fernández, el pasado 2 de septiembre. El cada vez más flemático titular de Defensa volvió a hacer noticia a raíz del famoso accidente que lo encumbró en las encuestas. Algo que según un importante grupo de sus adherentes ya debiera estar superado, para sentir la tranquilidad de que un tropezón en esta materia no afectaría las cifras en que se ha mantenido estos últimos meses. Otro sector de RN, más pequeño y pragmático, estima que con el diseño que ha privilegiado le ha abierto un espacio importante a su par de Obras Públicas, Laurence Golborne, y que la decisión de a quién respaldar en la presidencial del 2013 se tendría que adoptar, apostando por una carta segura. En términos prácticos, creen que la ventaja que el ex senador le está dando a su más importante contrincante puede llegar a ser insalvable, así es que lo mejor es cuadrarse ya con una carta segura. Si bien Alberto Espina ha hecho pública su postura al respecto, hay otros que no lo hacen, pero que no dejan de encontrarle la razón.
Quienes no integran el círculo más cercano del ministro no hacen más que especular acerca de sus objetivos, con la escasa información que les llega. Y si en algo coinciden es en que resulta extraño que si Allamand “tiene ambición y vocación de poder”, no haya dado aún señales concretas de querer ser candidato presidencial. Incluso en su partido, admiten que el ministro “es mejor estratega que candidato”, por lo que se les hace difícil comprender las razones por las cuales se niegue a dar indicios acerca de lo que está esperando. Mientras que la reacción “histérica” de los “mosqueteros de Allamand, porque no les da para samuráis”, ante los dichos de Espina, llamó la atención.
Y, obviamente, abrió el debate acerca del futuro del titular de Defensa. Un observador de RN incluso asegura no comprender la postura del secretario general de la tienda, Mario Desbordes, quien criticó duramente al senador por sus declaraciones a favor de la candidatura de Golborne, pues “en el consejo general del partido dijo lo mismo que este fin de semana y, en esa oportunidad, nadie hizo un escándalo de sus palabras”.
[cita]Hay quienes, pese a apoyar una eventual candidatura del ex timonel de RN, sostienen que “es vital que defina ya” si va a ser uno de los presidenciables del sector, porque “si no actúa ahora y Bachelet decide ser candidata, va a ser muy difícil que consiga espacio para construir ese liderazgo diferenciador”.[/cita]
Tampoco lo hicieron cuando el propio Carlos Larraín —actualmente el más importante aliado de Allamand en su aspiración presidencial dado que maneja el Consejo General—, tras un almuerzo en que la bancada de diputados de su partido —los primeros días de septiembre del 2010— homenajeó a Golborne, hizo un especial gesto al entonces titular de Minería, manifestando lo complacido que estaría si el secretario de Estado accediera a engrosar las filas de la tienda. Algo que, por lo demás, también han intentado en la UDI con igual resultado infructuoso. El punto es que, según algunos detractores de la forma como el ministro de Defensa está haciendo las cosas, “tarde o temprano vamos a terminar apoyando a Golborne, porque lo importante es darle continuidad al gobierno de Piñera. Y él es el que más posibilidades tiene. Las que aumentan en el supuesto caso de que (Michelle) Bachelet decida volver a Chile para intentar un segundo período”. Lo que demuestra que Espina no está solo en su cruzada.
Por lo mismo, hay quienes pese a apoyar una eventual candidatura del ex timonel de RN, sostienen que “es vital que defina ya” si va a ser uno de los presidenciables del sector, porque “si no actúa ahora y Bachelet decide ser candidata, va a ser muy difícil que consiga espacio para construir ese liderazgo diferenciador”. Ello, porque en el partido plantean que el propio Allamand y su entorno más cercano han dejado entrever que la postura adoptada por el ministro de Defensa se debe a que pretende cultivar un estilo muy distinto al que apuestan sus eventuales adversarios en la derecha. Mientras Golborne y su par de Economía, el UDI Pablo Longueira, han reforzado los atributos blandos, que son los que le han sido tan esquivos al Presidente Sebastián Piñera —aunque últimamente con los duros no le ha ido mejor—; Allamand, admiten en su entorno, ha apostado por los duros. Su idea, y la de quienes lo rodean y asesoran, sería la de cambiar radicalmente para perfilar un estilo más similar al del ex Presidente Ricardo Lagos. Un observador de RN lo define en términos nada diplomáticos, señalando que el perfilamiento del ministro de Defensa tiene que ir en la línea “de una persona capaz de ordenar el país, porque los movimientos sociales han desgastado al gobierno de Piñera”.
Lo que le da sentido a una candidatura más de “estadista, porque hay sectores de la población que demandan ese tipo de liderazgo. Y el de Allamand se parece más al de un José Miguel Insulza o al de un Ricardo Lagos Escobar que al de una Michelle Bachelet”. Por otra parte, un analista de RN reconoce que “es difícil transformar a Allamand en un Golborne. El ministro de Obras Públicas tiene más llegada, eso es evidente”, por lo mismo, calcula que si quiere seriamente ser candidato a la Presidencia de la República, “a mitad de año va a tener que empezar a incursionar en política”, dejando de lado esa postura supra partidos que ha cultivado los últimos meses. Y competir de frontón con la “habilidad” de su contrincante “de pasar de largo en el conflicto y que nadie le pase la cuenta”. También porque para participar en una primera del sector, que es lo que el titular de Defensa ha promovido, “tiene que llegar en buenas condiciones. Por eso, tiene que comenzar a estar más presente, saliéndose ya un poco de su rol de ministro”.
Algo que no comparten quienes creen que la candidatura de Golborne es la ganadora. Estiman que “entre tanto estudiar escenarios a Allamand se le va a pasar la hora para competir” y que “es evidente que espera que el consejo manejado por Larraín lo proclame sin mover un dedo”.