El senador de RN opositor al proyecto HidroAysén asegura que detrás de los ataques y amenazas de muerte hay «peces gordos» ligados a la derecha política y económica. Al respecto denuncia: «Es gente que tiene procederes obscuros que estuvo vinculada a inteligencia». Deduce que la presión en su contra creció luego que su hija y su yerno llevaron con éxito la defensa de un acusado por el «caso bombas». Y por ello no esconde su temor: «Uno sabe que está corriendo riesgos grandes y también pienso en mis cabros chicos, en la familia».
Antonio Horvath acusa —sin rodeos y al hueso— que hay gente de su sector que está interesada en liquidarlo. Dice que lo han amenazado de muerte, ha sufrido incendios, acusaciones de violencia intrafamiliar y un cuasiaccidente aéreo. En entrevista con la revista «El Desconcierto» el senador de RN da detalles de quiénes estarían detrás de los ataques que comenzaron después de su fuerte oposición al proyecto HidroAysén.
Sospecha de sus «enemigos o adversarios», a quienes, dice, les pisa los callos. «Dentro de mi sector político hay gente que tiene procederes obscuros. Es algo que voy a decir en los tribunales, estamos en pleno proceso. Evidentemente es gente afín a mi sector la que está detrás de mí».
Hace el reparo de que se trata de «enemigos políticos y económicos» y que se trata de «gente que estuvo vinculada a inteligencia, porque alguien que se pueda meter a hackearte e-mail o cosas por el estilo tiene que tener aparatos bastantes sofisticados».
Horvath entonces narra un hecho que está siendo investigado por el Ministerio Público: «Sufrí un cuasi “accidente” aéreo hace poco. Sospecho que es parte de lo mismo. Nos dejamos caer de emergencia de una avioneta en Los Ángeles. Íbamos sólo el piloto y yo de Concepción a Temuco y falla el tren de aterrizaje eléctrico y después falla el hidráulico y termina él piloteando y yo bombeando. Finalmente nos tiramos de guata en la pista, chocó un ala y salimos por el ripio para afuera como 300 metros. Esto fue como en julio del año pasado».
«Ya es demasiado, y todo tiene una secuencia lógica. En los próximos meses tendría que haber novedades en la investigación. Yo creo que van a ser sorprendentes por la gravedad de los hechos (…) Hubo una amenaza de muerte que también quedó medio archivada. Uno de los abogados míos, que no es mi yerno ni mi hija, hizo la denuncia porque se enteraron a través de un organismo que esa posibilidad existía. Eso también está en proceso en Fiscalía. Lo del avión es una “coincidencia” sospechosa, por así decirlo. No puede ser mera coincidencia que en menos de dos años me pasen tantas cosas», indica el legislador.
Entonces, menciona el segundo hecho que puede tener relación: «Hay molestia porque mi hija y yerno defendieran con existo a un joven inculpado del caso Bombas, con eso aumenta el grado de presión y de riesgo. Mi relación con La Moneda no ha sido precisamente fluida, pero me siento más consistente conmigo mismo en la posición que tengo, que no la he cambiado».
El senador de RN aprovecha la ocasión para aclarar la denuncia de violencia intrafamiliar presentada por su ex pareja quien lo acusó de haberla atacado con un hacha. «En 2011 yo me separo de mi pareja, entro en otra relación y mi ex me ataca con un hacha en la casa, entrando por una ventana. Es una mujer alemana fornida y trata de pegarme un hachazo y esa cuestión la publicitan como que yo la habría atacado. Y me pregunto: ¿quién le prestó ropa, de dónde sacó el abogado y dónde armaron toda esta parafernalia?».
«Detrás de esto y lo otro hay alguien que está interesado en que yo sea liquidado», exclama. A renglón seguido ahonda en la relación que tuvo su hija y su yerno con el «caso bombas»: «Se hizo una denuncia por algo parecido a Wikileaks que se llama Anonymous que genera prensa, pero ¿por qué? Porque además mi hija, la Valentina, con mi yerno, Mauricio Daza, llevaban la defensa de un acusado por el Caso Bombas y consiguieron desmantelar el caso… Entonces pillaron el billar perfecto: matarnos a los dos. Él es abogado y asesor legislativo mío, de antes de que se casara con mi hija. Al comité de ética del Senado le pregunté si podía tener trabajando a un pariente, aunque no sea sanguíneo, y me autorizaron. Pero trataron de hacer ver como que yo estaba usando mal fondos públicos, y él también, para destruirnos. Y sucedió que los de Anonymous desmintieron que habían sido ellos los que hackearon mis correos. Era un “anonymous” hecho por alguien de la inteligencia de Chile».
«Claramente les estábamos pisando los callos a personajes muy grandes. Después participo activamente en el movimiento social por Aysén y estábamos construyendo una casa con mi hijo y la queman y al tipo lo pillaron, lo identificaron, pero ahí anda suelto dándose vueltas todavía. Supuestamente alguien lo mandó, él no es el autor intelectual, sino que lo contrataron para hacer este tipo de desmanes. Y, por último, ahora, hace menos de un mes, vuelven a entrar a la casa y la vuelven a destruir con un ensañamiento que no te lo imaginas: llegaron hasta a arrancar las piezas del baño, entre otras cosas… Yo sospecho de quién o quiénes viene esto, pero si no voy con investigación y tomo las huellas, al final dicen: “esto es una banda juvenil que la tenemos más o menos identificada”, pero se sabe que hay peces gordos que mandan. Es sabido que me han tratado de bajar de candidato varias veces», concluye.