El senador DC Patricio Walker advirtió que la alta abstención en las elecciones municipales es señal de que “la gente mandó un mensaje a la clase política: que el sistema por el cual se elige a sus autoridades no representa a la ciudadanía”, lo que cobra particular importancia en el marco de los comicios parlamentarios, en el que rige el sistema binominal. De allí la necesidad de avanzar hacia “uno proporcional o proporcional corregido”. Mientras que algunos parlamentarios oficialistas, como la RN Lily Pérez han manifestado su intención de aprobar la habilitación.
A sólo unas pocas horas de que la sala del Senado se aboque a la votación para habilitar el proyecto de reforma al binominal impulsado durante su gobierno por el entonces Presidente Ricardo Lagos, los senadores de la DC Soledad Alvear y Patricio Walker insistieron en la necesidad de dar luz verde a la iniciativa para que pueda reiniciar su tramitación en la Cámara de Diputados. En este sentido, el legislador falangista advirtió que “tenemos que modificar de una vez por todas este enclave autoritario que es el sistema binominal”, mientras que su compañera de bancada advirtió que si el oficialismo lo bloquea “tendrá que dar bastantes explicaciones” al país. Mientras que un grupo de representantes del gobierno, entre quienes se encuentra la senadora Lily Pérez (RN), se han mostrado dispuestos a aprobar el proyecto e incluso elaboraron un documento sobre el tema.
Los parlamentarios recordaron que la Comisión de Constitución de la Cámara Alta decidió por mayoría que correspondía habilitar el proyecto para su tramitación y manifestó que espera que esa mayoría se exprese también en la sala, donde se requiere 2/3 de los senadores para la aprobación de la insistencia, es decir, 25 votos. De allí que la oposición requiera del concurso del oficialismo, que mayoritariamente siempre se ha opuesto a modificar el sistema electoral, en particular la UDI, para avanzar en la tramitación de la reforma constitucional.
Sin embargo, ya los senadores Hernán Larraín (UDI) y Carlos Larraín (timonel de RN) han anunciado rechazo por discrepar tanto del fondo como de la forma en que se pretende habilitar el proyecto, según ha señalado el primero en reiteradas ocasiones. Pese a ello, los senadores DC están optimistas acerca del resultado de esta tarde. De no alcanzarse el quórum necesario, sin duda, quedará en tela de juicio el interés manifestado hace exactamente un año por el Presidente de RN de llegar a un acuerdo con la DC para avanzar en las reformas políticas. Si bien Larraín ya desahució esas negociaciones, en la DC aún esperan que la intención original se manifieste en la votación de esta tarde.
La senadora Alvear explicó que el proceso de primarias por el pasó su partido el fin de semana recién pasado, demuestra que “la ciudadanía quiere manifestarse para elegir a sus representantes”, por lo que rechaza la existencia del sistema binominal que, en la práctica, constituye “una camisa de fuerza en que da lo mismo ser una mayoría en la ciudadanía, porque igual se elige un parlamentario de cada coalición”. Además advirtió que todos los parlamentarios de su partido están por cambiar el binominal y recordó que “nunca hemos tenido el apoyo de la derecha” para avanzar en ello.
Por su parte, Walker advirtió que la alta abstención en las elecciones municipales es señal de que “la gente mandó un mensaje a la clase política: que el sistema por el cual se elige a sus autoridades no representa a la ciudadanía”, lo que cobra particular importancia en el marco de los comicios parlamentarios, en el que rige el sistema binominal. De allí la necesidad de avanzar hacia “uno proporcional o proporcional corregido”. En ese sentido, que la reforma que se intentará habilitar esta tarde apunta a eliminar el guarismo 120; otorga el plazo de un año para la elaboración de la Ley Orgánica correspondiente y avanza hacia un sistema más representativo.
Mientras tanto, los senadores de RN Lily Pérez y Antonio Horvath y el independiente de gobierno Carlos Cantero, elaboraron un documento de seis carillas en el que plantean, entre otras cosas que el sistema binominal “es sumamente excluyente y poco representativo, ya que permite que personas con relativa baja votación sumen votos por lista, superando a otros candidatos que individualmente puedan obtener mayor respaldo. Deja obsoletos a quienes no son capaces o no desean incorporarse a las grandes coaliciones, ya que la competencia (con el binominal) se centra dentro de cada coalición. El sistema binominal chileno atenta contra la competencia garantizando a cada una de las dos coaliciones políticas la elección de al menos uno de dos candidatos por distrito. Es por esto, que en ocasiones incluso resulta ofensivo este sistema, ya que se le dice a la gente que su voto, sólo tendrá peso si es concordante con la alianza política que se forme, ya que es muy probable, que por suma de votos en lista, tengan a un representante que ni dos de cada diez personas quieren”.
Por lo mismo, es que manifiestan que “tenemos la fuerte convicción de que lo más adecuado para una democracia sana, dinámica, representativa e inclusiva, es un sistema que respete y elija a las primeras mayorías, por lo que el sistema binominal de elecciones debe ser eliminado. No debe existir ningún sistema impuesto que vele por el balance de poder o por la entalpía administrativa. El consenso tiene su riqueza en su naturalidad. Se da o no. Forzarlo, es un grandísimo error”.
Pero también se pronuncian sobre materias tales como la la reelección parlamentaria. En este sentido sostienen que “una vez electos los representantes, estos deberían cumplir el mandato temporal que la gente les adjudicó, ni un día más y ni un día menos. La democracia, no sólo se basa en el hecho de elegir a alguien, sino por el respeto a los procesos debidamente reconocidos y amparados por la ley. Sí resulta absolutamente reprochable, condenable e inaceptable que alguien que goza de un cargo electo por votación popular, extienda unilateralmente su periodo, igual de inadmisible debe resultar el hecho que lo acorte. Lamentablemente, son variados los casos (independiente del gobierno de turno) en los que se ha visto que un congresista debe abandonar sus funciones legislativas para ejercer cargos ministeriales en el poder ejecutivo. Peor aún resulta, que su reemplazo sea electo a puertas cerradas, sin ningún tipo de consulta. Eso es, a todas luces, un acto absolutamente antidemocrático”. Los firmantes también se muestran contrarios a la reelección permanente de los parlamentarios, pues a su juicio ello “resulta perjudicial para el buen desempeño de la democracia”.
