El reglamento publicado en el Diario Oficial establece que cuando una menor requiera en un centro asistencial cualquier método anticonceptivo, el funcionario de salud deberá entregársela sin reparos y luego contactar a uno de los padres. Además, se contempla una disposición que permite dejar a criterio del profesional esta acción, ya que “toda persona tiene derecho a la confidencialidad y privacidad”.
El próximo 28 de mayo comenzará la entrega de diversos anticonceptivos en todos los servicios públicos de salud del país, entre los que se encuentra la polémica “píldora del día después” , la que se repartirá incluso a menores de 14 años que la soliciten, según lo establece el estatuto emitido por el Minsal y que fue publicado hoy en el Diario Oficial.
El reglamento señala, por tanto, que no se aceptarán objeciones de conciencia ni la aplicación discrecional de la normativa en los servicios de salud públicos, como tampoco se podrá poner límites etarios. Esto significa que la “píldora” debe ser suministrada a menores de 14 años que la soliciten.
En palabras del propio ministro de Salud, Jaime Mañalich, a La Tercera, “estaremos obligados a entregar los medicamentos anticonceptivos, todos y cualquiera de ellos”.
Según el reglamento del Minsal, cuando una menor de 14 años requiera en un centro asistencial la “píldora del día después”, el funcionario de salud deberá entregársela y posteriormente contactar a uno de los padres o apoderados para informar de lo ocurrido.
Además, el estatuto establece una disposición que permite dejar a criterio del profesional de salud esta acción, ya que señala que “toda persona tiene derecho a la confidencialidad y privacidad”, tanto de sus opciones como “sobre los métodos y terapias escogidos para la regulación y/o planificación de su vida sexual”.
De acuerdo a cifras entregadas por la propia cartera, durante 2011 se entregaron 6.288 “píldoras del día después”, lo cual representa un 44% en comparación a 2010, cuando se entregaron 4.367 dosis del fármaco.
El decreto publicado hoy permite hacer operativa la Ley 20.418, que entró en vigencia en 2010, la cual establece el derecho que toda persona tiene para recibir el método anticonceptivo que escoja libremente como también la información sobre su utilización.
Según los profesionales de la salud una de las trabas de la aplicación de la norma, especialmente entre jóvenes, era la discontinuidad entre la ley y la ausencia del reglamento.
Por tal motivo, la presidenta del Colegio de Matronas, Anita Román, explicó que al no existir reglamento, los profesionales de la salud interpretaban la ley a su modo, por lo que ahora “las matronas podrán entregar la anticoncepción de emergencia siempre que se solicite e independientemente de si son adultos o jóvenes”.
Requerimiento al TC
El tema de la “píldora del día después” podría generar diferencias de opinión respecto a su uso en menores de 14 años, ya que en 2008 un grupo de 32 diputados de la Alianza concurrieron al Tribunal Constitucional para que se impidiera su distribución.
Según el fallo del TC en ese entonces, el Minsal no tenía las facultades para regular la libre distribución del anticonceptivo de emergencia a adolescentes de entre 14 y 18 años, sin necesidad del consentimiento paterno, como lo había definido la autoridad sanitaria de la época.
Ante esta situación, el TC determinó que la titular de Salud de la época, María Soledad Barría, no tiene las facultades para regular la materia, en circunstancias que correspondía a que fuera suscrita por la ex Presidenta Michelle Bachelet.
Además, la sentencia señalaba que la resolución debía ser sometida al trámite de toma de razón en la Contraloría General de la República, atendida su naturaleza esencialmente reglamentaria, por lo que «adolece de un vicio de forma que acarrea como consecuencia su inconstitucionalidad formal».
Las píldoras de levonogestrel -que en el reglamento aparecen denominadas como «anticonceptivos de emergencia»- no serían suministradas sólo en casos de violación y en los servicios de urgencia, como era hasta ahora, sino que se entregarán en todos los centros de salud públicos.
La nómina de los legisladores de derecha que presentaron el requerimiento ante el TC en esa fecha estaba integrada por Claudio Alvarado Andrade, Gonzalo Arenas Hödar, Ramón Barros Montero, Eugenio Bauer Jouanne, Sergio Bobadilla Muñoz, Alberto Cardemil Herrera, Sergio Correa de la Cerda, señora María Angélica Cristi Marfil, señores Francisco Chahuán Chahuán, Roberto Delmastro Naso, Andrés Egaña Respaldiza, Enrique Estay Peñaloza, Marcelo Forni Lobos, Pablo Galilea Carrillo, René Manuel García García, Alejandro García-Huidobro Sanfuentes, Javier Hernández Hernández, Amelia Herrera Silva, José Antonio Kast Rist, Juan Lobos Krause, Rosauro Martínez Labbé, Juan Masferrer Pellizzari, Patricio Melero Abaroa, Cristián Monckeberg Bruner, Nicolás Monckeberg Díaz, Iván Norambuena Farías, Carlos Recondo Lavanderos, Roberto Sepúlveda Hermosilla, señora Marisol Turres Figueroa, señores Jorge Ulloa Aguillón, Gonzalo Uriarte Herrera, Ignacio Urrutia Bonilla, Alfonso Vargas Lyng, Germán Verdugo Soto, Gastón Von Mühlenbrock Zamora y Felipe Ward Edwards.
Reacciones
En tanto, el candidato presidencial abanderado de la UDI, Laurence Golborne, dijo no ser partidario de la medida, sino que de prevenir el embarazo adolescente, pero advirtió que si existe una ley sobre el tema “hay que cumplirla”.
“Nadie está por encima de la ley, las normas hay que cumplirlas”, sostuvo el abanderado en declaraciones a radio ADN.
Agregó que “uno puede tener convicciones y cuando una posición va al Ccongreso y esa posición no tiene mayoría y el Congreso decide ir en una dirección, las leyes deben ser aplicadas para todos por parejo. Eso es parte de la esencia de la democracia y uno no puede decir a mí no me gusta esta ley y no la voy a aplicar”.
Sobre la entrega de la “píldora del día después”, Golborne preciso que no es partidario de su entrega, sino que está por prevenir el embarazo adolescente, ya que “no estoy de acuerdo en que las políticas públicas deben estar orientadas solamente a la corrección del problema que pueda significar la ayuda. La ayuda es muy importante. La política en el embarazo adolescente debe ser en dos dimensiones, la primera es la prevención que tiene que ver con educación sexual, tiene que ver con orientación y enseñar una sexualidad responsable y entregar los medios anticonceptivos que cualquier persona requiere si es que quiere evitar un embarazo”.
Por su parte, la timonel del Colegio de Matrona, Anita Román, dijo que “yo soy la más contenta porque trabajamos mucho como colegio para que saliera la ley y estar sin reglamento durante cuatro años nos complicaba muchísimo».
Para ella, el mayor problema que enfrentan es que «estamos débiles en distribución, sobre todo en municipalidades en que el alcalde tiene una concepción religiosa alejada de la ciencia. Las matronas tienen que respetar la autoridad del alcalde, pero deberían actuar en conciencia científica, porque la ley no da para argumentos valóricos».
Y aclaró que «la píldora no es una pastilla anticonceptiva: es solo para una relación sexual no protegida y tiene cinco días para tomar la píldora, pero cada día que pasa después de la relación sexual aumentan los riesgos. Lo ideal es ir al día siguiente de la relación sexual».
La presidenta del Colegio de Matronas precisó que «el argumento más lógico para mí como matrona es que no se puede cerrar a la realidad. El inicio de la actividad sexual está partiendo a los 11 años o antes».
Asimismo, un grupo de médicos expertos en el tema del embarazo adolescente llamaron a tener en cuenta el problema, afirmando que a pesar de que en el país existe una ley que garantiza la educación sexual y el acceso a los servicios de consejería y anticoncepción para este grupo etario “lamentablemente no ha sido adecuadamente implementada, dejando desprotegidos a nuestros adolescentes y sus familias”.
Las cuatro sociedades científicas chilenas y latinoamericanas que agrupan a los profesionales de la salud especializados en el tema de sexualidad y embarazo adolescente, señalaron que aproximadamente 40.000 hijos de madres adolescentes siguen naciendo en Chile al año, de los cuales 1. 000 de ellos corresponden a madres menores de 15 años.
Además, el embarazo en la adolescencia afecta principalmente a las y los jóvenes de estrato socioeconómico bajo y sus familias, “lo que es una evidente manifestación de inequidad”.
Explican que el embarazo juvenil “tiene importantes repercusiones en la salud física, psicológica y social, y en el desarrollo tanto de estos niños como de sus padres adolescentes y familias, facilitando, entre otras cosas, que permanezcan en situación de pobreza”.