A dos meses de la muerte del ex DC, Adolfo Zaldívar, el titular de la embajada clave para la política exterior sigue en duda. Pese a que algunos nombres han trascendido, el complejo perfil que se requiere es la principal razón que frena a la Cancillería en la elección.
Desde el pasado 27 de febrero la embajada en el país vecino ha sido dirigida por el encargado de negocios y ministro consejero durante la gestión de Zaldívar, Andrés Barbé. Pero el puesto definitivo sigue vacío; desde la Cancillería sostienen que pese a que hay varios nombres barajándose, las exigentes cualidades —tanto en el ámbito político como comercial— que debe poseer el reemplazante del fallecido embajador, han tardado la decisión. “Las embajadas de los países vecinos son muy relevantes. Por eso están buscando al candidato que reúna todos los requisitos”, comenta una fuente cercana a la Cancillería.
La embajada en Argentina es una de las denominadas “embajadas políticas”, ya que lo esencial no radica en que el cargo sea ocupado por un embajador de carrera, sino por alguien que tenga el manejo político necesario para un cargo tan relevante para las relaciones vecinales. Para la académica y analista internacional, María Eugenia Mayorga, la embajada en Argentina es crucial, entre otras cosas, por tratarse de dos países con una de las fronteras más largas del mundo. La analista considera que, sin duda, el aspecto más importante a considerar es que el embajador tenga tacto político. “El embajador en Argentina es nuestro primer paraguas. Y debe tener capacidad de escuchar y poder leer intenciones, mensajes y códigos más complejos”. Además agrega que la reciente muerte de Margaret Thatcher complica aún más la elección de quien ocupe el lugar de Zaldívar: “Reflotó un tema de colaboración de Chile con Inglaterra por el tema de las Islas Malvinas. Esto debe ser un elemento que nuestra Cancillería debería considerar”.
[cita]Otro factor que se suma a la complejidad de encontrar un embajador es el tiempo. Independiente de lo que suceda en las elecciones presidenciales de noviembre, al actual gobierno le quedan once meses. Muy poco tiempo para que un político consagrado acepte ir a la embajada en Argentina. “La verdad es que conseguir un político de primer nivel para los meses que quedan de gobierno es muy difícil. De hecho, Teodro Ribera ya dijo que no al ofrecimiento. La otra posibilidad es conseguir un embajador de carrera, en ese sentido un candidato natural es Pedro Suckel”, señala una fuente que conoce el proceso de designación.[/cita]
Uno que falló en ese tacto necesario para el cargo fue Miguel Otero. En 2010 el ex senador RN sostuvo una entrevista con el diario argentino Clarín en la que afirmó que “la mayor parte de Chile no sintió la dictadura. Al contrario, se sintió aliviada”. Después de estas declaraciones y por las presiones que surgieron desde ambos países, Otero fue removido.
El otro componente esencial de ese embajador debe ser contar con experiencia comercial, ya que la actividad económica entre ambos países es elevada. Acorde a las cifras que maneja la Cámara Chileno-Argentina de Comercio, en 2012 el intercambio cerró en US$ 6494 millones, representando un incremento de 8 % respecto de 2011. Argentina se ubica en el 5° puesto como socio comercial de Chile —luego de China, EE.UU., Japón, Brasil y Corea del Sur—. Además, en el mismo periodo, las importaciones desde Argentina aumentaron 12 % posicionando a Argentina en el puesto 3º del ranking, solo por debajo de EE.UU. y China.
Hasta el momento han trascendido algunos nombres. Entre estos se encontraba Mikel Uriarte (UDI), ex director de Fonasa, pero fue finalmente designado presidente del directorio de TVN.
Juan Claro, ex presidente de la CPC y de la Sofofa, ha sido uno de los nombres que se ha mencionado para el cargo. Pero su abierto apoyo a la candidatura presidencial de Andrés Allamand, supone un futuro que estaría más cercano a Chile que Argentina, si es que éste se impone a Golborne en la primaria de la Alianza. Además, el empresario tiene inversiones en el rubro energético como el proyecto termosolar “Pampa Elvira Solar” —que controla junto a las familias Said y Garcés—.
Otro nombre que se baraja es Pedro Suckel, quien se desempeña actualmente como Director General Adjunto para Países Limítrofes y Asuntos Regionales. Suckel fue parte de la red Hamlet, a través de la cual embajadores chilenos entregaron apoyo al candidato presidencial Joaquín Lavín, desde el interior de la Cancillería, durante las elecciones de 1999.
Otro factor que se suma a la complejidad de encontrar un embajador es el tiempo. Independiente de lo que suceda en las elecciones presidenciales de noviembre, al actual gobierno le quedan once meses. Muy poco tiempo para que un político consagrado acepte ir a la embajada en Argentina. “La verdad es que conseguir un político de primer nivel para los meses que quedan de gobierno es muy difícil. De hecho, Teodoro Ribera ya dijo que no al ofrecimiento. La otra posibilidad es conseguir un embajador de carrera, en ese sentido un candidato natural es Pedro Suckel”, señala una fuente que conoce el proceso de designación.
Durante la Cumbre Empresarial de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) que sea realizó hace algunos meses en Chile, la UDI realizó una fuerte ofensiva político-comunicacional para presionar y pedir la colaboración internacional en el esclarecimiento del lugar en el que se encuentran los integrantes del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR) vinculados al asesinato de Jaime Guzmán. Una de las acciones fue una manifestación a las afueras de la embajada de Cuba protestando contra la presencia en la Celac del líder cubano, Raúl Castro. En la ocasión el actual presidente de la colectividad, Patricio Melero, entregó una carta al canciller Alfredo Moreno, para que solicitase a las autoridades cubanas la colaboración en la entrega de información sobre lugar en el que se encontrarían los involucrados en el asesinato.
Galvarino Apablaza, es sindicado como uno de los responsables del asesinato de Jaime Guzmán. Actualmente se encuentra en Argentina bajo la categoría de refugiado político que le otorgó el gobierno de ese país. Sin embargo, la eventual llegada de un embajador cercano a la UDI no sería gravitante en las acciones que se realicen sobre este caso. Una fuente cercana al proceso de extradición de Apablaza sostiene que el embajador no podría hacer mucho sobre este proceso: “No es un tema que influya especialmente. Por ejemplo, en el comienzo de este problema, el embajador era Luis Maira. Él hizo todas las gestiones que podía hacer para obtener la extradición. Era un embajador consistente en hacer respetar la decisión de los tribunales chilenos en Argentina, pero se topó con el kirchnerismo”.
Sobre el futuro de este proceso relativo a Apablaza, la misma fuente sostiene que “todo depende de la presidenta Kirchner que ha dilatado la situación. Es un tema de respeto a las normas internacionales y las resoluciones de sus tribunales de justicia, algo que en Argentina no se cumple”.
En la UDI ya perdieron las esperanzas sobre el proceso de extradición de Apablaza. En la tienda de calle Suecia no creen que un embajador con quien tengan afinidad sea de importancia para lograr avances. “No tiene relevancia porque las gestiones se hicieron con diversos gobiernos y no prosperaron”, señala una fuente del partido. “Esa instancia ya se agotó, se hicieron todos los esfuerzos con embajadores amigos. El gobierno argentino cerró la puerta. No tenemos más esperanzas. Por eso estamos con la demanda en la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que esperamos se acoja”, sentencia.