Hoy será un día decisivo para el ministro de Educación: el Senado decide si se queda o pone punto final a su gestión como titular de la cartera. El presidente de la FECh asegura que “la Concertación le ha dado mucho tiempo vuelta la espalda al movimiento estudiantil y por cierto que no aprobar la acusación sería hacerlo otra vez”; y al mismo tiempo advierte sobre convertir el libelo en una moneda de cambio que implique aprobar las leyes del ministro: “No tiene sentido estar con una mano echando a Beyer y con la otra aprobando su agenda legislativa”.
El presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, FECh, Andrés Fielbaum, cree que sería inexplicable que después que la acusación constitucional contra el ministro de Educación, Harald Beyer, se aprobara en la Cámara, ésta se rechazara en el Senado. Menos cuando la ciudadanía ha “vuelto a hablar con 150 mil personas en la calle y ha vuelto a decir con mucha fuerza que la educación no puede ser un negocio”.
-¿Será también una prueba de fuego para la Concertación? ¿Para medir realmente en qué grado está con el movimiento estudiantil?
-La Concertación le ha dado mucho tiempo vuelta la espalda al movimiento estudiantil y, por cierto, que no aprobar la acusación sería hacerlo otra vez. No sacar a Beyer sería una nueva traición de la Concertación. Ahora bien, nosotros hemos dicho que nuestras movilizaciones no son contra un ministro sino que contra un modelo y, por lo tanto, no tiene sentido estar con una mano echando a Beyer y con la otra aprobando su agenda legislativa con una superintendencia que viene a blanquear el lucro, con una ley de acreditación que es una estocada a la educación pública y con una ley de financiamiento que pretende que un numerito, que un polinomio, venga a medir una carrera y, por lo tanto, a estandarizar cosas que son incomparables.
-¿Dices que la Concertación aprobará las leyes de Beyer como moneda de cambio si se aprueba la acusación?
-Eso es justamente lo que para nosotros sería inaceptable.
-¿La votación de hoy es una prueba de blancura pensando en una nueva administración?
-Aprobar la acusación en ningún caso le lava las manos a la Concertación respecto a los 20 años que fueron gobierno. Tampoco a cosas que siguen ocurriendo hasta el día de hoy, como que siguen admitiendo a vista y paciencia de todo el mundo a militantes que tienen vínculos con el lucro.
-¿Nombres?
-Como Pilar Armanet, que está en la Universidad de Las Américas. Como Sergio Bitar, en la Universidad Mayor. Como Daniel Farkas, que estuvo en la Uniacc, y por tanto en el fondo se termina reafirmando la idea de que en un nuevo gobierno de la Concertación se pueden esperar las mismas lógicas de la Concertación.
Para Fielbaum, ha quedado claro que la “Concertación solo puede responder cuando hay mucha presión estudiantil y en ese marco veremos cómo terminan votando el día de mañana (hoy). Tristemente no sería sorpresa que nuevamente algún parlamentario se pare para ir al baño, vuelva a darse vuelta la chaqueta y a ponerse en lugar de los lucradores, pero con el antecedente de la Cámara de Diputados, sería aun más difícil de entender”.
[cita]Hace cinco años era imposible pensar que un ministro podía irse por el tema del lucro y hoy eso está a punto de suceder. Esa demostración ya está hecha, pero sí es un precedente importante en tanto que si el ministro Beyer no se va, se sumaría a una larga lista de cuando la Concertación ha sido requerida y ha terminado dando la espalda. Nos recordaría cuando no se aprobó el informe del lucro. Nos recordaría cuando se aprobó el ajuste tributario.[/cita]
-¿El resultado de la acusación servirá de precedente también para decidir cómo se planteará el movimiento para delante?
-El movimiento estudiantil ha demostrado que con sus movilizaciones y transformaciones es capaz de correr lo que es posible y correcto en Chile. Hace cinco años era imposible pensar que un ministro podía irse por el tema del lucro y hoy eso está a punto de suceder. Esa demostración ya está hecha, pero sí es un precedente importante en tanto que si el ministro Beyer no se va, se sumaría a una larga lista de cuando la Concertación ha sido requerida y ha terminado dando la espalda. Nos recordaría cuando no se aprobó el informe del lucro. Nos recordaría cuando se aprobó el ajuste tributario.
-¿Hicieron lobby con los parlamentarios?
-No hemos conversado con ningún senador porque nos parece que lo que ha ocurrido en la Cámara de Diputados ya fue un precedente suficientemente fuerte. 150 mil personas que marcharon el día jueves también son una muestra. No estaban marchando contra Beyer, pero sí estaban marchando por un modelo tremendamente diferente, donde la presencia de Beyer es totalmente incompatible.
-¿Qué viene ahora para el movimiento en la calle?
-Justamente el hecho de que la discusión en educación esté casi perdiendo seriedad por esta carrera electoral desatada, donde por ejemplo, vemos todas las candidaturas que no dan cuenta de estos años de movilizaciones… Desde Golborne, que sigue separando calidad del lucro. Allamand, que hace una campaña del terror que dice que fin al lucro significa fin a la educación privada. Desde Michelle Bachelet, que confunde fin al lucro con fin al lucro con fondos públicos… y que un día dice una cosa y al otro día dice otra cosa. Desde Orrego, que dice que hay un consenso total de fin al lucro, pero omite la discusión en educación secundaria… En el fondo vemos que todas las candidaturas agarran nuestros conceptos, los manosean, intentan ocupar nuestras consignas, pero cambiando el contenido. En el fondo, todo ese marco exige un movimiento estudiantil que vuelva a marcar la pauta en educación y que vuelva a ser muy tajante con los derechos. Y eso significa un movimiento muy activo.
-¿Muy activo significa volver al nivel de movilizaciones de 2011?
-Cada año tiene su afán. Uno no puede intentar replicar años anteriores, pero sí significa movilizaciones más intensas, en término de frecuencias, pero también en términos de masividad. Lo que ocurrió el jueves pasado quiere decir que nuestros compañeros entienden que este año hay que volver a tomar la ofensiva.
-¿Qué simbolismo tiene que Beyer se vaya?
–La acusación se ha convertido en un juicio político sobre el lucro; por tanto que se vaya el ministro, quiere decir que esto por primera vez tiene un eco en la institucionalidad política, que significaría que la Cámara y el Senado dice que no puede seguir habiendo lucro en la educación y sin duda es una pauta para los políticos y para lo que viene en los próximos gobiernos. Si los gobiernos que vienen van a legitimar el lucro, van a tener repercusiones sociales y políticas tan profundas como las que tuvo el gobierno de Piñera.