«Como comandante en jefe de la Armada he tomado las decisiones que a mi saber y entender eran las mejores para recuperar al personal naval, a nuestro material, apoyar a la ciudadanía, reconstruir la infraestructura dañada y recuperar el aprecio y respeto de quienes nos juzgaron antes de escucharnos», sostuvo.
El comandante en jefe de la Armada, almirante Edmundo González, realizó este martes un mea culpa respecto al actuar que tuvo al mando de la institución luego del terremoto y posterior tsunami del 27 de febrero de 2010, afirmando que “toda la responsabilidad es mía y me siento en paz”.
Las declaraciones las hizo en el marco del discurso en conmemoración de las glorias navales, luego del mensaje presidencial de Sebastián Piñera ante el Congreso Pleno.
En una parte de su alocución, el almirante dijo que «toda la responsabilidad es mía y me siento en paz. He dado mi batalla y he luchado sin descanso ni mezquindades por lo que he creído correcto y necesario».
Y agregó que «como comandante en jefe de la Armada he tomado las decisiones que a mi saber y entender eran las mejores para recuperar al personal naval, a nuestro material, apoyar a la ciudadanía, reconstruir la infraestructura dañada y recuperar el aprecio y respeto de quienes nos juzgaron antes de escucharnos».
«Hicimos nuestro mejor esfuerzo para enfrentar a ese enemigo sin banderas que tan brutalmente nos golpeó, habiéndonos puesto de pie, limpiando el barro de nuestros cuerpos y emprendido el caminar de una pronta y a la fecha exitosa recuperación», sostuvo González hablando en nombre de las fuerzas armadas.
Cuando González expuso la responsabilidad que tuvo su institución, específicamente el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico (SHOA), tras el terremoto y posterior tsunami ante la comisión investigadora de la Cámara de Diputados, dijo que el procedimiento para decretar la alerta fue el correcto, pero reconoció que su levantamiento fue “apresurado”.
Sin embargo, en la oportunidad también responsabilizó a la Onemi de los hechos, debido a que la información fue entregada y estuvo en pie por una hora y cinco minutos.
“La promulgación de la alerta fue aceptada y en su oportunidad evaluada como adecuada para los estándares de una emergencia de esa naturaleza, 17 minutos después de ocurrido el sismo. La alerta fue cancelada por las 04:46, vale decir, estuvo vigente por espacio de una hora cinco minutos. A raíz de los acontecimientos posteriores podemos concluir que la cancelación de la alerta de maremoto fue apresurada y que si bien se emplearon ciertos criterios técnicos en el análisis de los antecedentes considerados, no se efectuó una acuciosa evaluación de la totalidad que el SHOA tenía disponibles a esa hora”, sostuvo el almirante en esa oportunidad.
También fue consultado por los diputados respecto a dónde se encontraba la madrugada del 27/F mientras los demás comandantes en jefe de las FF.AA. se reunían con la Michelle Bachelet, respondiendo que estaba en su hogar y que luego de que la alerta de maremoto se cancelara “se relajó”.
“Yo me mantuve en mi casa, tenía energía, un generador propio, entre comillas, porque al final no tuve ningún celular, ningún teléfono satelital hasta que al final a las 5:10 am. fui informado que la escuadra no había zarpado, que no había maremoto porque la alerta había sido cancelada hace cinco minutos y obviamente que me relajé un poco. Por eso cuando yo llegó a la coordinación a mí también me afecto la asesoría que afectó a lo mejor a la Presidenta y otras personas”, reconoció.