A juicio del psiquiatra chileno Claudio Naranjo, considerado como una de las figuras más relevantes del humanismo contemporáneo, «el modelo de desarrollo económico de hoy ha eclipsado el desarrollo de la persona».
«Cambiamos la educación o este mundo se va a pique», advierte el psiquiatra chileno Claudio Naranjo, considerado como una de las figuras más relevantes del humanismo contemporáneo, en una entrevista con el portal Web Islam.
A juicio del investigación y docente de las Universidades Hardvard y Berkeley y ex discípulo de Fritz Perls, «la problemática en la educación no es de ninguna manera: la que a los educadores les parece que es».
«Creen que los estudiantes ya no quieren lo que se les ofrece. A la gente se le quiere forzar a una educación irrelevante y se defiende con trastornos de la atención, con desmotivación. Yo pienso que la educación no está al servicio de la evolución humana sino de la producción o más bien de la socialización», sostiene.
«Esta educación sirve para domesticar a la gente de generación en generación para que sigan siendo unos corderitos manipulables por los medios de comunicación. Esto es socialmente un gran daño. Se quiere usar la educación como una manera de meter en la cabeza de la gente una manera de ver las cosas que le conviene al sistema, a la burocracia. Nuestra mayor necesidad es la de una educación para evolucionar, para que la gente sea lo que podría ser», agrega.
«La crisis de la educación no es una crisis más entre las muchas crisis que tenemos, sino que la educación está en el centro del problema. El mundo está en una crisis profunda porque no tenemos una educación para la conciencia. Tenemos una educación que en cierto modo le está robando a la gente su conciencia, su tiempo y su vida», acota Naranjo.
«El modelo de desarrollo económico de hoy ha eclipsado el desarrollo de la persona», exclama.
«La educación enseña a la gente a pasar exámenes, no a pensar por si misma. En un examen no se mide la comprensión, se mide la capacidad de repetir. ¡Es ridículo, se pierde una cantidad tan grande de energía! En lugar de una educación para la información, se necesitaría una educación que se ocupe del aspecto emocional y una educación de la mente profunda. A mi me parece que estamos presos entre una alternativa idiota, que es la educación laica y una educación autoritaria que es la educación religiosa tradicional. Está bien separar Estado e Iglesia pero, por ejemplo en España, han echado por la borda el espíritu como si religión y espíritu fueran la misma cosa. Necesitamos que la educación atienda también a la mente profunda», concluye.