
Unicef y casos de abusos detectados en centros del Sename: «Pueden ser muchos más»
La encargada del Área de Protección de Unicef en Chile, Soledad Larraín, defendió el informe de las críticas emitidas por el director del Sename.
La encargada del Área de Protección de la Unicef en Chile, Soledad Larraín, respondió a las críticas que ha recibido el informe que detectó los malos tratos y casos de abuso al interior de los centros del Sename y cuyo conocimiento desató una fuerte polémica para la institución.
Tras darse a conocer la información, el director del Servicio Nacional de Menores, Rolando Melo, criticó la metodología aplicada, apuntando a que las víctimas no fueron individualizadas y a que los datos obtenidos no se habían entregados «de manera oportuna a las autoridades competentes».
Según detalló Larraín a radio Cooperativa, se entregó un cuestionario que «pretendía que un 10 por ciento de los niños de las residencias hablara (para saber) si había situaciones de abuso en las residencias o fuera de ellas, cuando los niños van a sus casas, pero están bajo la protección del Estado».
«Era anónimo por una situación muy simple: cada vez que se hace un estudio donde se preguntan situaciones de vulneración, ese estudio no identifica a la persona, porque si no, nadie contestaría cuándo está viviendo una situación de vulneración», explicó la experta. A esto, Larraín agregó que a partir de los cuestionarios «se detectaron 12 casos» que corresponden a «un 10%» de los menores que habitan en los centros del Sename, «entonces pueden ser muchos más» los casos de vulneración real.
«Lo más probable es que detrás de cada niño que contestó en una residencia hay muchos otros niños que están siendo abusados en esa misma residencia. Por lo tanto, hay que actuar en esas residencias tomando todos los resguardos», enfatizó.
A su juicio, las críticas del director del Sename se deberían a una «confusión» debido a que «este cuestionario no era un cuestionario de denuncia. No es que los niños ‘denunciaron’ una situación de abuso: los niños, en un espacio donde se les aseguró la confidencialidad, fueron capaces de hablar de una situación que estaban viviendo».