«Hoy, como nunca antes se ha desatado una campaña agresiva que distorsiona la historia, dejando como víctimas a un solo sector», hacen hincapié los ex uniformados.
El cuerpo de generales y almirantes en retiro de las Fuerzas Armadas emitieron una declaración en respuesta a la decisión del Presidente de la República, Sebastián Piñera, de cerrar el centro penitenciario Cordillera, donde además se refirieron al suicidio del general y ex director de la CNI, Odlanier Mena, quien -a juicio de los ex uniformados- habría tomado esta drástica decisión al «verse afectada su dignidad».
«Para un militar, ver afectada su dignidad es difícilmente tolerable y le puede llevar a las extremas decisiones del heroísmo, aún a costa de su propia vida, si fuere necesario, como reza el juramento que debe pronunciar al comenzar su patriótico compromiso», sostienen.
«Si la situación vivida se hace intolerable, como es el caso de nuestro camarada injustamente acusado de violaciones a los derechos humanos y sometido a la aplicación sesgada de la justicia, imposibilitado de defenderse de los vejámenes sufridos y del triste futuro que le amenazaba, resulta entendible la dramática decisión de ofrendar su vida en defensa de la intransable dignidad ofendida», agregan en la misiva.
«La ofensa a la dignidad de la jerarquía es inaceptable», recalcan.
De igual modo, expresan: «Las trágicas circunstancias que acompañan su triste deceso nos deben hacer reflexionar sobre hasta cuándo los militares seremos el motivo de la división entre un grupo de chilenos».
«Por una parte, quienes estimaron que se cumplió un deber para con la Patria al generar un Estado con las bases que hasta el día de hoy subsisten con relativa estabilidad, debiendo transitar por el dolor de muchos que se opusieron a ello y que sufrieron el rigor de una situación convulsa e irregular que, al menos, los militares no deseábamos, pero que sin embargo hoy, después de 40 años siguen siendo perseguidos, violentados, denigrados y amenazados. Por otra, a nadie escapa que el gobierno de la Unidad Popular nos llevaría a una guerra civil; decir lo contrario, es más que negar la historia, distorsionarla, abusando de las nuevas generaciones que no vivieron aquellos días. Nos afecta el dolor causado, pero ello no es privativo de un solo sector, muchos de los nuestros fueron muertos hasta bastante después del acceso a un gobierno electo. Sin embargo, los verdaderos causantes se encuentran en libertad», acotan.
«Hoy, como nunca antes se ha desatado una campaña agresiva que distorsiona la historia, dejando como víctimas a un solo sector. Por nuestra parte también podríamos citar abundantes casos, tanto o más dramáticos que los tendenciosamente expuestos a la opinión pública. No es nuestra visión, queremos una Patria unida para buscar y enfrentar su futuro, con altura de miras y de respeto irrestricto a las leyes, en todas sus acepciones, nada más, pero tampoco, nada menos», concluyen.
