Luego de que en las últimas semanas se finiquitaran las funciones de aproximadamente 130 trabajadores de medios de comunicación, el Colegio de Periodistas aseguró que los despidos «obedecen a decisiones económicas, por mal manejo de quienes cumplen rol de administrar estas empresas, e incluso políticas, pues se nos ha informado que muchos de los finiquitados tienen afinidad con el nuevo gobierno».
Desde el Colegio de Periodista de Chile emitieron un comunicado titulado «Mes negro para el periodismo chileno», en donde rechazaron la seguidilla de despidos que ha marcado enero, afectando a alrededor de 130 trabajadores en medios de comunicación,
«Estamos hablando de 25 compañeros en Canal VIVE de VTR, 12 en CNN Chile, 70 en MEGA y 5 en el diario La Tercera, a lo que se suma a 20 colegas del Diario El Mercurio de Valparaíso», afirma el texto. Asimismo, empatiza con «la incertidumbre» por la que por estos días atraviesan los trabajadores de La Nación, cuyo eventual cierre y venta se encuentra en trámite. Todo esto «nos lleva a concluir que enero se ha convertido por lejos en el mes negro del periodismo chileno», aseguran.
En esta línea, el Colegio de Periodistas dijo encontrarse en contacto con las federaciones de trabajadores de la comunicación (FETRA, FETRACOSE y FENATRAMCO) y con los sindicatos de los medios involucrados para eventualmente iniciar acciones legales para revertir estas decisiones. Asimismo, solicitarán una cita con la Federación de Medios de Comunicación para exigir explicaciones sobre estos ceses de funciones.
«Salvo el caso de El Mercurio de Valparaíso, donde nuestra impresión es que se trata de una acción de revanchismo frente al paro efectuado por sus trabajadores el 2013, estos despidos obedecen a decisiones económicas, por mal manejo de quienes cumplen rol de administrar estas empresas, e incluso políticas, pues se nos ha informado que muchos de los finiquitados tienen afinidad con el nuevo gobierno», aseguraron.
«Más allá de las razones que hayan motivado estas exoneraciones, no pueden ser los trabajadores la válvula de escape para ajustar líneas editoriales o, como ocurre mucho más habitualmente, para cuadrar sus balances de caja. Esto es una práctica recurrente y que tuvo su máxima expresión el 2013 cuando el grupo Saieh cerró el Canal 3TV, sin siquiera haber debutado en pantalla», agregan.
Por último, hicieron un llamado a todos los periodistas a generar un movimiento social «que rechace la precariedad en la que nos desenvolvemos, muchas veces en condiciones paupérrimas y bajos sueldos», concluye el documento.