La irrupción del senador por la Región de Valparaíso en la carrera interna de Renovación está dándole bríos a una elección que no parecía tener muchas expectativas. Sobre todo, porque hasta ahora Cristián Monckeberg corría con evidente ventaja, al no tener un retador. Pero con la incursión de Chahuán, que tiene a su haber la fama de ganar cruzadas imposibles luego de dejar fuera de la senatorial por la Quinta Región al favorito Joaquín Lavín, el escenario por la disputa de la presidencia en la casona de Antonio Varas adquiere nuevas energías.
El jueves 20, el senador Francisco Chahuán realizó una conferencia de prensa conjunta con Catalina Parot, quien también está en la carrera interna, lo que fue interpretado por todos los sectores del partido como una clara señal de que ambos equipos se fundirán en uno para enfrentar unidos al diputado Cristián Monckeberg. Aunque en la oportunidad se negaron a ser directos sobre el punto, en el entorno del senador y de la ex ministra, admiten que están en conversaciones y que esta última podría ocupar la secretaría general en la lista.
Ello, porque esta semana iniciarán una gira conjunta por el país para promover los cambios que están proponiendo para el partido. Que, entre otras cosas, implican actualizar la declaración de principios, sacando del documento las alusiones al golpe de Estado del 73 y al régimen militar, debate en el que también están enfrascados sus socios de la UDI.
-Se ha interpretado que esta convergencia que existe entre su lista y la de Catalina Parot apunta a fundirlas en una sola. ¿En que se diferenciaría esta opción de la de Cristián Monckeberg, que aparentemente corre como favorito?
-Estamos trabajando para generar un proyecto colectivo de Renovación Nacional, donde quepan todos. Estamos convencidos que en Renovación Nacional no sobra nadie, y en ese sentido ser capaces de representar todas las sensibilidades que hay en este minuto en el partido. Entonces, la diferencia sustantiva con Cristián Monckeberg es que esta es una propuesta que viene desde las regiones y desde las comunas populares, porque estamos convencidos que la Alianza no se puede seguir gobernando desde Santiago y menos desde Las Condes. Por eso es muy importante generar un traspaso de competencia, devolver el poder a los militantes y a las regiones. Esto lo hemos manifestado en nuestra propuesta de nueva declaración de principios y en la reforma a los estatutos que debe tener Renovación Nacional.
[cita]Creo que es doblemente estimulante ser el candidato de las bases, de las regiones. Yo siempre he señalado que hoy día es el tiempo de los liderazgos positivos, construir partido. Y vamos a construir partido desde las bases. Y en las dos circunscripciones de la Región Metropolitana tengo un amplio apoyo de las bases. Yo soy partidario de terminar con la propiedad del partido a nombre de los parlamentarios y es parte de las reformas estatutarias que estamos promoviendo: prohibir que los parlamentarios sean dirigentes territoriales de Renovación Nacional. Hay que desparlamentarizar el partido. Por eso va a ser interesante esta elección donde, de alguna manera, las bases van a reclamar su espacio frente al apoyo parlamentario mayoritario que tiene Cristián Monckeberg.[/cita]
-En el partido se comenta que la lista de Monckeberg contaría con apoyos significativos dentro del partido. Uno de ellos el del presidente Carlos Larraín, aunque él no se ha pronunciado públicamente al respecto, y que eso le aseguraría el triunfo. Y ambos están en la actual directiva, ¿cuánto influye el apoyo de Larraín?
-Ambos somos vicepresidentes de la actual directiva, en ese sentido, Cristián y yo estamos en igualdad de condiciones. La diferencia que además tengo yo con Cristián es que soy más joven. Soy de una generación más joven que la de Cristián y además provengo de regiones. Adicionalmente, yo he tenido la experiencia de ser militante de base. Desde la juventud, donde fui militante de base; luego fui presidente comunal, regional y candidato a la presidencia nacional de la juventud. En el caso adulto, fui presidente comunal, distrital, regional y miembro de la Comisión Política. Por lo tanto, yo sé cómo se siente un dirigente de regiones a diferencia de un dirigente que está en los círculos de Santiago, en los círculos del poder.
-¿Esa es la diferencia sustantiva que habría entre usted y Monckeberg?
-La diferencia sustantiva es que nosotros tenemos un discurso absolutamente de revivir el partido, desde las regiones, desde las bases, devolverles el poder a los militantes, generar responsabilidades de las minorías en la conducción del partido; generar mecanismos más inclusivos y participativos en la toma de decisiones.
-Su candidatura echa por tierra cualquier posibilidad de mesa de consenso…
-Nosotros estamos convencidos que la fórmula de elección interna va a permitir mantener vivo el partido. Ha generado una tensión interna positiva. Hoy día el foco no está puesto en las renuncias, está puesto en la campaña electoral interna. Ad portas de esta elección se ha sumado gente al partido. Y una lista de consenso puede adormecer al partido por un tiempo, pero, claramente, después las disputas pueden resurgir. Es interesante que las listas tengan la legitimidad de los votos de la elección interna.
-A propósito de ex ministros de Estado, Manuel José Ossandón ha dicho que él y el ex ministro Allamand tienen un pacto de apoyar al mismo candidato a presidir Renovación y ambos han dado señales hacia la candidatura del diputado. ¿Se siente en desventaja, considerando el liderazgo que ellos marcan en RN?
-En absoluto. Creo que es doblemente estimulante ser el candidato de las bases, de las regiones. Yo siempre he señalado que hoy día es el tiempo de los liderazgos positivos, construir partido. Y vamos a construir partido desde las bases. Y en las dos circunscripciones de la Región Metropolitana tengo un amplio apoyo de las bases. Yo soy partidario de terminar con la propiedad del partido a nombre de los parlamentarios y es parte de las reformas estatutarias que estamos promoviendo: prohibir que los parlamentarios sean dirigentes territoriales de Renovación Nacional. Hay que desparlamentarizar el partido. Por eso va a ser interesante esta elección donde, de alguna manera, las bases van a reclamar su espacio frente al apoyo parlamentario mayoritario que tiene Cristián Monckeberg.
-Pero eso suena contradictorio, considerando que usted mismo es senador.
-Es que la reforma que proponemos apunta a todas las instancias territoriales, salvo la directiva.
-¿Cómo se entiende que en esta campaña se diga que Monckeberg es la continuidad de la gestión de Carlos Larraín si históricamente ha sido usted más cercano al timonel y a sus posturas que el diputado?
-Primero que nada, yo reconozco, en la mesa que termina su mandato, un logro muy importante: haber llevado a un hombre de nuestras filas a La Moneda. Yo he estado ocho años acompañando a Larraín en esta mesa. Cristián Monckeberg ha sido desafiante en dos oportunidades, durante estos cuatro mandatos en que hemos estado a la cabeza de Renovación Nacional. Estoy muy orgulloso de haber pertenecido a esta directiva y del trabajo que hemos realizado, que yo lo defino como bueno, en general. Pero creo que hoy día sí hay un cambio de ciclo. Se debe iniciar un nuevo ciclo donde tiene que haber una nueva forma de relacionarse al interior del partido, porque estoy convencido de que la crisis de Renovación Nacional sólo se explica por las faltas de afecto y esto genera crisis de confianza o falta de confianza. Yo creo que aquí hay que generar un sistema mucho más inclusivo en la toma de decisiones y ese es el sello que queremos implementar. Por tanto, yo me siento parte del trabajo realizado en estos cuatro años, pero hoy día hay que generar un foco distinto.
-¿No le incomoda no ser percibido como la continuidad de Larraín?
-Es que aquí no está en juego la continuidad de Carlos Larraín.
-Algo debe importar para que ese sea un punto que marcan los adherentes de Monckeberg.
-Yo creo que eso se dice intencionadamente, porque lo que se busca, efectivamente, es restarme apoyo. Mientras Carlos Larraín no se pronuncie respecto de qué lista va a poyar, lo que se diga o no se diga está en el ámbito de los rumores y yo no me hago cargo de rumores.
-¿Cuánta relevancia puede tener, para ganar la elección del partido, que Carlos Larraín se pronuncie a favor de una de las candidaturas?
-Es importante, porque hay un apoyo sustantivo en las bases hacia él como persona y por lo que ha hecho estos ocho años. Y, por supuesto, que por la lealtad y compromiso que he tenido en la mesa directiva, siento que yo debiera ser la persona que vote Carlos Larraín.