«Entregamos los mismos bienes públicos que las estatales, y desde el punto de vista de la sociedad, no se justifica un trato preferente hacia ellas», sostuvo la autoridad universitaria.
El rector de la Universidad Técnica Federico Santa María, José Rodríguez, se sumó al debate sobre lo público y lo privado y sobre la reforma educacional que llevará adelante el gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet.
Al respecto, el académico aseguró que los planteles tradicionales no estatales entregan los mismos bienes públicos que las estatales. De hecho, dijo, «nuestra Universidad entrega calidad, equidad, movilidad social y pluralismo político y religioso», los mismos requisistos aparecidos en un documento del rector de la U. de Chile, Víctor Pérez, de enero de 2009, donde señala que «los bienes públicos entregados por las universidades estatales son calidad, equidad, movilidad social y pluralismo político y religioso».
En esa línea, instó a La Moneda a impulsar un diálogo inclusivo con todas las instituciones, incluyendo a las universidades privadas creadas a partir de 1981.
«Acá no se puede ningunear a nadie. El Estado tiene un rol que cumplir con todas las universidades; él va a decidir cómo se relaciona, porque todas las instituciones educan a hijos de este país», indicó a El Mercurio.
«Ello no implica que se toleren situaciones de vulneración de la ley o que no exista control sobre la forma en que operan las casas de estudio. Tiene que haber una superintendencia o un organismo poderoso que regule a todas las entidades, se tiene que definir una normativa clara y con fuerza. No puede ser que en un país donde por ley las universidades no pueden lucrar haya en todas las esquinas gente que comente cómo se lucra. ¡Eso no puede ser!», agregó.
Cabe consignar que la autoridad académica dirige uno de los nueve planteles tradicionales no estatales del Consejo de Rectores (CRUCh) que conforman el G9, junto con las seis universidades católicas, la de Concepción y la Austral.
De igual modo, el rector de la Universidad Federico Santa María dijo ser partidario de la gratuidad para todos: «Lo valoro como un sueño que tuve el privilegio de vivir».
