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Hablando de revolución socialista en el CEP Boric, Jackson y Mirosevic expusieron en el Centro de Estudios Públicos

Hablando de revolución socialista en el CEP

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Como parte del ciclo de charlas universitarias organizadas por Ernesto Rodríguez, los tres diputados de la bancada independiente expusieron sobre sus visiones políticas en el centro de pensamiento tradicional de la elite chilena.


Son los tres debutantes en el Congreso, han expresado que les han sorprendido muchas de las prácticas de los parlamentarios más antiguos y en cierta forma se han transformado en los portadores de una “nueva forma de hacer política” o, al menos, así lo entienden sus seguidores y los militantes de sus movimientos. Han sido los voceros de una campaña para bajar la dieta parlamentaria y han apostado por transparentar el financiamiento de las campañas. Son la savia nueva de la política.

Dos de ellos vienen del movimiento estudiantil y todos fueron convocados por el CEP para exponer sus visiones en el encuentro “Horizonte político: lo que vemos y lo que buscamos”. El foro, parte de los debates universitarios organizados desde hace años por Ernesto Rodríguez, llenó uno de los auditorios del centro de pensamiento dirigido por el ex ministro de Educación de Sebastián Piñera, Harald Beyer, quien ha estado en la polémica en los últimos días por la publicación de la última encuesta del CEP.

Y fue justamente una referencia a esa polémica la que abrió los fuegos este jueves 21 de agosto en la sede del think tank en Providencia. “No puedo dejar de lamentar, estando aquí en el CEP, el uso instrumental que desde mi punto de vista se le ha dado a la tan prestigiada encuesta que hace este centro de estudios, al formular preguntas evidentemente tendenciosas y cuestionables desde la perspectiva de su formulación, en una materia tan sensible como la reforma educacional, con el ánimo de favorecer una legítima pero parcial visión sobre la misma”, señaló Gabriel Boric al iniciar su intervención.

Crítica y revolución

Las exposiciones de los tres diputados coincidieron en un crudo diagnóstico sobre el estado actual de la democracia. Vlado Mirosevic, haciendo referencia a la polémica instalada esta semana por el lobby de Microsoft con algunos parlamentarios, aseguró que en Chile se vive una “negociocracia”: “En Chile somos la Corea del Norte del capitalismo. Y por eso un liberal está pidiendo más impuestos y más Estado. Lo que hay en Chile es una ‘negociocracia’, no es una democracia que gobierne el mercado o los negocios, es al revés”, planteó.

“Yo soy pro mercado, pero no soy pro empresa. Lo que ha pasado esta semana con Microsoft es un ejemplo, es un monumento a la pornografía de la ‘negociocracia’, porque son ellos los que instalan las reglas del juego. No tenemos en el Parlamento derecho a instalar un fin público respecto de ese mercado, pareciera que no tenemos influencia, que ellos tienen más poder”.

En la misma lógica, Giorgio Jackson, militante de Revolución Democrática, disparó contra el financiamiento del Congreso y cuestionó el actual sistema democrático del país: “Sé que no soy el mejor en Seguridad Ciudadana y Drogas, y estoy en esa comisión. Encuentro que es un absurdo que yo esté tomando decisiones frente al país con respecto a un tema del que sé que hay muchas personas que pueden hacerlo mucho mejor. Tenemos que estar votando en Sala temas con respecto a 25 comisiones, con muy poca información. ¿Cómo no aprovechamos el conocimiento colectivo para que todos los ciudadanos vayan interactuando en un sistema que nos permita tomar mejores decisiones a futuro? Eso es un cuestionamiento a nuestra democracia liberal representativa”.

Por su parte, el militante de la Izquierda Autónoma, Gabriel Boric, repasó a los gobiernos de la Concertación, asegurando que se encargaron de cambiar la fisionomía del país y que transformaron a los antiguos obreros y miembros de la clase media en sujetos a merced del crédito y el consumo. “Fueron altamente efectivos para los fines que se proponían”, señaló.

Boric continuó con su crudo análisis para asegurar: “Se trató de desconocer los intereses diversos que tenía la sociedad y de negar su proyección en la política, en aras de un solo interés: el del crecimiento y el de la gobernabilidad. Para ello se construyó una renovación socialista ad hoc, una renovación que dio paso a una socialdemocracia ante la cual yo creo que cualquier socialdemócrata de Europa se moriría de espanto… A un socialcristianismo sin derechos, que pasaron a manos del mercado los derechos para volverse rápidamente objeto de negocio”.

Al momento de proponer una salida a las condiciones actuales, Boric apostó por una lógica transformadora: “Esta sociedad, que ha construido una política que desconoce los derechos sociales y políticos de la ciudadanía, es la sociedad que nos toca hoy día transformar. Para eso luchamos, con ese objetivo estamos en el Parlamento, para tratar de restituir derechos sociales universales, entendiendo que eso a su vez es una lucha democrática, anticapitalista y revolucionaria”.

Jackson planteó preguntas, y dijo que el socialismo del siglo XXI debe tomar definiciones: “El socialismo del siglo XXI debe responder preguntas como la relación con el medio ambiente, el agua y los distintos recursos naturales, porque el socialismo siempre ha sido igual de extractivo que el capitalismo. El desafío del conocimiento, porque los socialismos en general nunca han pensado en el conocimiento libre, sino más bien en capturar el conocimiento como arma estratégica militar. Y creo que esa es una pregunta interesante”.

Vlado Mirosevic no se casó con posiciones socialistas, pero aseguró que su traje ideológico se adecua al “liberalismo igualitarista”, el que toma distancia del actual neoliberalismo imperante: “Tengo profundas diferencias con el neoliberalismo. Si en el liberalismo clásico la esfera del mercado es definida por el Estado en términos negativos, es decir, el Estado define su extensión y su límite y su alcance, y mantiene de alguna forma bajo vigilancia estatal este mercado, en el neoliberalismo, en cambio, en lugar de aceptar una libertad de mercado definida por el Estado y mantenida bajo vigilancia esta, plantea invertir la fórmula y propone la libertad de mercado como principio organizador y regulador del Estado. Un Estado bajo vigilancia del mercado”.

A pesar de las múltiples críticas al estado de cosas y al uso de un lenguaje poco usual dentro de los muros del CEP –“la descentralización al servicio de la burguesía sigue siendo perjudicial para el pueblo”, se escuchó entre las intervenciones de los asistentes–, igual hubo espacio para cariñitos hacia el centro de pensamiento. Y vinieron por parte de Boric.

“Este es uno de los centros de pensamiento más influyentes de nuestro país, condición conquistada a punta de haber atendido durante todos estos años con realismo y apertura el escenario político, cultural y social chileno”, aseveró.

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