Candidato presidencial en hermetismo por Pentagate
Lleva más de una semana en completo silencio. Algo extraño en un actor que hasta antes de que estallara el Pentagate mantenía constantes vocerías criticando las reformas del gobierno, hablando de transparencia y buenas prácticas políticas. El ex ministro de Hacienda se fue a Estados Unidos, dicen en su entorno, para cumplir con sus actividades académicas. Sin embargo, fue parte de la estrategia comunicacional que ese objetivo se uniera con unas charlas en el FMI y alargara su estadía en Norteamérica. La misma estrategia que ha definido que Velasco no hablará hasta que le digan formalmente si es uno de los investigados por el fiscal Gajardo.
“Encuentro Atrévete en Educación: Solo para Valientes”, era el nombre del foro, pero Andrés Velasco no llegó. Había comprometido su participación en la actividad de ayer a las 18:00 horas en el Centro de Extensión de la Universidad Católica, pero el miércoles en la mañana, el ex candidato presidencial y líder del movimiento político Fuerza Pública, llamó desde Estados Unidos para decir que no alcanzaba a llegar.
No regresar es parte de la estrategia comunicacional que han tejido Velasco y su equipo. Si bien tenía agendado con anticipación volar a Estados Unidos el lunes pasado, como parte de sus viajes académicos –es profesor en Columbia y Harvard– a última hora la decisión fue que siguiera allá. No solo porque tendrá que participar en reuniones del Fondo Monetario Internacional la próxima semana y no “tenía sentido que regresara por dos días a Santiago”, sino también por la polvareda que ha levantado la existencia de una arista política del caso Penta, y sobre cuya investigación el fiscal Carlos Gajardo señaló el martes pasado: “Hay conductas que podrían ser constitutivas de delitos”.
La posibilidad de que existan parlamentarios, senadores o ex candidatos presidenciales involucrados en un caso de boletas “truchas” para pagar sus campañas, tiene en alerta especialmente a la UDI. Pero según fuentes que conocen la investigación y en medio de las declaraciones entregadas por Hugo Bravo –ex hombre fuerte de Penta y uno de los imputados en el caso que dio origen a las especulaciones políticas–, entre los nombres que aparecieron en la indagación no solo existen menciones a la tienda de derecha, sino que también está el de Andrés Velasco, quien –después de que explotó la información la semana pasada– no ha dicho una palabra sobre el caso.
Por eso no llegó al seminario organizado en la Universidad Católica y por esto también el entorno del ex ministro de Hacienda tomó una decisión: que Velasco se quedara en Estados Unidos por más tiempo del que requerían sus compromisos académicos. De esta manera se busca también guardar completo hermetismo respecto al caso que sacude a la política, hasta que el Servicio de Impuestos Internos o la Fiscalía lo mencionen abiertamente en una posible investigación, porque hasta el momento –según comentan– “solo saben lo que ha aparecido en la prensa y esos son rumores”.
Fuentes que provienen del círculo íntimo de Andrés Velasco cuentan que un hombre clave de Penta fue quien tendió los puentes con en el entonces candidato a la primaria opositora en 2013, en medio de la turbulencia por el regreso a Chile de Michelle Bachelet. Se trata de Manuel Antonio Tocornal, actual gerente general de Empresas Penta, que fue compañero de curso hasta 7° básico del ex ministro de Hacienda en el Grange.
En 1973, antes del Golpe de Estado, el ejecutivo del holding financiero se radicó en España junto a su familia. Cuatro años después, el ex ministro de Hacienda saldría a Estados Unidos a raíz del exilio de su padre Eugenio Velasco, miembro del Partido Radical y opositor a la dictadura.
Los dueños del holding vieron en el profesor de Harvard la mejor carta de la centroizquierda; la única que podía hacerle algo de peso a Michelle Bachelet, la que a principios del 2013 anunciaba un regreso con reformas estructurales incluidas.
Los cercanos a Velasco sabrían de los aportes Penta, pero lo que intentan dilucidar es si estos se realizaron por vía regular o si recorrieron otro camino.
Antes de Tocornal, sin embargo, los dueños de Penta ya habían explorado el camino. A inicios del 2012, según constató un reportaje de Qué Pasa, Carlos Alberto Délano y Carlos Eugenio Lavín –dueños de Penta– se reunieron con Velasco. En la cita, hablaron de la Concertación y de las opciones de su candidatura. Pero en ese entonces tampoco eran unos desconocidos.
El primer semestre del 2012, el ex titular de Hacienda fue uno de los dos expositores –el otro fue Juan Andrés Fontaine–, en un seminario que el grupo ofreció a sus clientes y en el que también participaron altos ejecutivos de las empresas Penta: “Protagonistas del Mundo Emergente, ¿Quiénes Empujarán el Carro?”. Según cuenta la memoria 2012 del grupo, fue tanto el interés suscitado por el encuentro, que este se repitió durante el segundo semestre. “2013 A la Vuelta de la Esquina”, se llamó el segundo seminario, donde se repitieron los expositores.
Velasco es uno de los tops en los encuentros empresariales –sitial que comparten otros como José de Gregorio y Ricardo Lagos–, donde las participaciones son pagadas con montos que oscilan entre los $15 y los $20 millones. Por esa misma época, Velasco también fue contratado por BTG Pactual, Euroamérica, Larraín Vial e Icare, entre otros. Aunque una fuente de una de esas empresas dice que en su caso el pago solo llegó a $5 millones.
En noviembre de 2011, Velasco fue el único expositor en el seminario “Perspectivas, Riesgos y Desafíos para el 2012”, organizado por el Banco Penta para sus clientes y altos ejecutivos del holding. Fue parte de las actividades de fidelización del banco, que incluyeron un “encuentro premium de golf”, en el Club de Golf Los Leones, un ciclo de charlas de historia y clases de cocina con chefs en destacados restaurantes de Santiago. Al año siguiente, la actividad se repitió en dos ocasiones y Velasco participó junto al ex ministro de Economía de Piñera, Juan Andrés Fontaine.
De acuerdo a fuentes que conocen el caso que investiga el fiscal Carlos Gajardo, el nombre de Velasco habría salido, en la investigación de Penta, ligado a la sociedad Cactus Consultores. Ésta se creó a mediados de 2010 con un capital inicial de $ 2 millones y entre sus actividades está el realizar asesorías en temas económicos y financieros.
La línea de trabajo de la Fiscalía de Alta Complejidad Metropolitana Oriente en esta hebra del caso Penta, es investigar y verificar que las boletas emitidas a empresas Penta por personas vinculadas a nivel laboral con los candidatos (parlamentarios y presidenciales) correspondan a trabajos realizados y no sean un método para desviar dinero a las campañas políticas. Sin embargo, aún no se sabe si Velasco forma parte de ese grupo.
A mediados de 2011, Velasco se sumó, a través de Cactus, a la consultora SCL Partners. Esta es una empresa de asesorías económicas que tiene otros tres socios: el actual ministro de Economía, Luis Felipe Céspedes (DC), el actual superintendente de Bancos e Instituciones Financieras, Eric Parrado, y el ex superintendente de Valores y Seguros durante el primer gobierno de Michelle Bachelet, Alberto Etchegaray de la Cerda (DC).
Todos son hombres cercanos a líder de Fuerza Pública. Céspedes es amigo personal de Velasco, con quien trabajó en el Ministerio de Hacienda, entre 2006 y 2009, como coordinador de las políticas económicas y asesor económico jefe. Por su parte, Eric Parrado fue coordinador de Finanzas Internacionales de la cartera que dirigió Velasco y uno de los financistas durante la campaña del ex ministro en las primarias presidenciales de la Nueva Mayoría del año pasado. Hoy, Parrado es superintendente de Bancos de Bachelet.
Mantenerlo alejado del escándalo responde a una propuesta de su círculo cercano. Uno de los hombres clave ahí es Pablo Halpern, amigo de Velasco desde que ambos compartían la sala de clase en el Grange, donde se eximían de jugar rugby presentando certificados médicos de lesiones crónicas. El 2004, Velasco y su mujer, la periodista Consuelo Saavedra, fueron a la graduación de Halpern del MBA en la Kellogg School of Management de la Universidad Northwestern en Chicago. Un año antes había leído el discurso en el matrimonio de la pareja.
Halpern no es un aparecido en la comunicación política. El 2009 desembarcó en la campaña del ex presidente Eduardo Frei cuando ésta se encontraba en su peor momento. Al poco tiempo se había convertido en blanco de fuertes críticas internas por realizar “filtraciones” y desplazar a diferentes actores del epicentro de la toma de decisiones.
“Yo no comparto el estilo de Pablo Halpern (…) muchas veces pretende controlar todo lo que se dice hacia fuera y la ciudadanía percibe una campaña que está oculta, un candidato que está amarrado”, dijo a Qué Pasa, el 2009, Sebastián Bowen, coordinador ejecutivo de la campaña de Frei y que había sido convocado por el experto en comunicaciones, pero con quien las relaciones se rompieron rápidamente.
Aún no se sabe la fecha en que terminará el silencio de Andrés Velasco. Mientras, la luz verde para que el fiscal investigue la arista política depende de que el Servicio de Impuestos Internos presente una querella. En La Moneda señalan al respecto que se “aprovechará el momento y no se dejará pasar la oportunidad de acorralar a la derecha”. En el gobierno comentan que la decisión de hacerlo está, aunque haya un par de parlamentarios PS o PPD que podrían aparecer en el transcurso de la investigación, pero que, a pesar de eso, “este frente no se suelta”.
