La consultora de Enrique Correa se montó sobre el Congreso para detectar a tiempo los proyectos que puedan poner en entredicho los intereses de sus clientes, entre los que se cuentan las empresas más poderosas del país. Periodistas acreditados por medios de comunicación que en realidad son los ojos y los oídos de Imaginacción, y una relación privilegiada con funcionarios del hemiciclo, forman parte de la operación que facilita la labor de la consultora.
El jueves 25 de septiembre, Dirk Leisewitz Timmermann –director y gerente de operaciones de CCU– le envió un correo electrónico a la directora y consultora senior de Imaginacción, Carmen Celedón, preguntándole por el proyecto de etiquetado de bebidas alcohólicas que se tramita en las comisiones unidas de Salud y Agricultura del Senado. La duda de uno de los hombres de la empresa de Luksic apuntaba a si las nuevas modificaciones introducidas a la iniciativa podrían estar infringiendo el libre comercio.
De inmediato, la máquina que Imaginacción tiene montada en el Congreso se activó para solucionar la consulta de uno de sus tantos clientes, los que no son públicos, y que la empresa de Enrique Correa se ha esmerado en mantener bajo la más absoluta confidencialidad, pero cuyos nombres se han filtrado en diversas investigaciones periodísticas: Blanco y Negro, la Asociación de Clínicas, Anatel, Universidad Santo Tomás, Aguas Andina, Claro, el grupo Mall Plaza, el Banco Central, TVN, el Puerto de Antofagasta, Nextel, SQM, Cruz Blanca, Consalud, CCU y Tecnorec, tal como supo El Mostrador en la elaboración de este reportaje.
Periodistas, cientistas políticos y sociólogos forman parte del equipo de profesionales encargados de monitorear la actividad legislativa con el objetivo de resguardar los intereses de las compañías que pagan para que Imaginacción las alerte cuando sus intereses puedan verse perjudicados, además de ejercer el lobby correspondiente que modifique la legislación pública en función de esos mismos intereses.
El Mostrador tuvo acceso a una serie de correos electrónicos que desnudan el funcionamiento interno de la empresa que se ha transformado en el «niño símbolo» del lobby en Chile, hoguera alimentada además por el sigilo con que esta opera, lo que a la larga ha influido en que sus relaciones, contactos y gestiones estén siempre siendo objeto de sospecha y que la lupa pública se pose sobre sus integrantes, los que además son cuestionados por saltar del mundo público al privado, utilizando sus orígenes y redes en la política para operar al servicio de los grupos económicos.
La consulta del gerente de CCU pudo ser respondida gracias a la red de colaboradores de Correa en el Congreso. De hecho, los mails a los que El Mostrador tuvo acceso, dan cuenta de cómo el mismo 25 de septiembre otra funcionaria de Imaginacción, Jacqueline González, indica que los documentos que obtuvo el periodista Gonzalo Cruzat desde la misma Comisión, le fueron entregados “solo a él, por la amistad y confianza que le tienen”. Gracias a tal gestión, CCU pudo aclarar sus dudas al respecto.
Cruzat está acreditado oficialmente en el Congreso como periodista del diario El Líder de San Antonio, aunque en realidad su labor es elaborar informes cotidianos sobre el trabajo de las comisiones que a la empresa le interesan, dar cuenta de las declaraciones de los parlamentarios y de sus intenciones en influir en los proyectos de ley que la consultora monitorea desde Santiago.
Desde El Líder de San Antonio –perteneciente a la cadena de El Mercurio-, indicaron que están al tanto de la doble labor que realiza su periodista, mientras que él señaló que debe acreditarse por un medio de comunicación, ya que “el congreso solamente acredita en medios de comunicación, no acepta a otras empresas. Yo también presto servicios a El Líder de San Antonio. Lo que hago para Imaginacción es entregar información estratégica, todo dentro de las normas del periodismo. Lo que hago es lo mismo que antes hacía en El Mercurio, donde estuve desde el año 90 hasta el 2005. Es solo monitoreo legislativo. Yo no hago lobby ni entro a las comisiones legislativas. El 90% u 80% de toda la información que entrega el Congreso, está en la web. Si una empresa quiere saber cuántas indicaciones se presentaron hoy, todo eso está en la web. Y así me hago un sueldo mayor a lo que pagan los medios de comunicación, porque los medios pagan muy poco. En regiones pagan $150.000, $200.000 o máximo $300.000”, argumentó el periodista.
La “amistad y confianza” que uno de los periodistas de Imaginacción en el Congreso se ha ganado con los funcionarios, no solo le ha permitido obtener los documentos solicitados por CCU sino también una serie de oficios y exposiciones que no siempre están a disposición de un ciudadano de a pie.
Uno de los clientes de la empresa de lobby de Enrique Correa es Tecnorec –dedicada al reciclaje de plomo–, que ha enfrentado una dura polémica con los vecinos del puerto de San Antonio, donde la firma tiene una de sus plantas. La comunidad ha acusado diversas enfermedades producto de la actividad de la compañía.
La regulación y la fiscalización a Tecnorec ha corrido por cuenta del Gobierno Regional, el que ha suspendido las obras en varias ocasiones. A través del Congreso, Imaginacción se ha encargado de obtener información al respecto. Por ejemplo, el 9 de octubre una funcionaria le mandó a uno de los periodistas de Correa el oficio enviado por la Seremi de Salud de Valparaíso (revisa aquí el documento) a la secretaria de la Comisión de Medio Ambiente de la Cámara de Diputados, explicando sus decisiones. Lo mismo ocurrió unos días después, cuando el Superintendente del Medio Ambiente respondió a un oficio (revisa aquí el documento) presentado por el presidente de la Cámara, Aldo Cornejo. Todos esos documentos llegaron de forma exclusiva a manos de Imaginacción gracias a la presencia que esta tiene en el Congreso.
Lo mismo ha ocurrido con los proyectos relacionados con la regulación al uso de antenas celulares en el país. Este ha sido un tema que la empresa de Correa ha monitoreado por años, y su presencia en el Congreso le ha facilitado sus labores de lobby. En un mail fechado el 2 de octubre pasado, la consultora Denise Schlesinger le comenta a la cientista política del grupo, Javiera Campos, uno de los requerimientos de sus clientes: “A él le preocupa si podemos averiguar con alguien al interior de la Comisión, cuál es la intención que ellos tienen con estos proyectos: los van a tramitar todos juntos, como proyectos separados? Los van a fundir en solo una moción? Quiénes son los que están detrás de volver a estudiar este tema ahora que ya hay ley? Cuánto poder de influencia tienen en la comisión como para lograr que hagan todo de nuevo ? (sic)”.
La labor de Schlesinger es el “seguimiento de autoridades de confianza en el Ejecutivo”, como consigna la web de la consultora.
El 8 de octubre, un funcionario del Senado le mandó al periodista de Imaginacción un mail privado que había enviado la Subsecretaría de Economía con una indicación relativa a la Ley General de Cooperativas, el que estaba destinado al senador PPD Eugenio Tuma.
En el Congreso los funcionarios que aparecen en los correos electrónicos señalan que conocen al periodista de Imaginacción hace mucho tiempo, que la información que le entregan es pública, y que en otros casos lo hacen para digitalizarle informes que ha obtenido desde otras fuentes. “Don Gonzalo viene para acá, porque no tiene un medio para enviar el documento cuando se lo pasan en papel, entonces yo se lo digitalizo, es todo lo que hago”, asegura Gioconda Vásquez, secretaria de la primera vicepresidencia de la Cámara. La misma respuesta dieron en la segunda vicepresidencia de la Cámara, donde aseguran que ellos solo escanearon el documento que Cruzat les llevó, y que era una indicación enviada a parlamentarios por la Subsecretaría de Economía.
Algo similar plantea María Eugenia Hevia, secretaria ejecutiva de la Comisión de Medio Ambiente: “Es un documento público, entonces no hay ningún problema. Gonzalo siempre viene a pedir información, él ha trabajado en distintos lados, antes en El Mercurio y no sé dónde está ahora. Pero si es en Imaginacción, no me extraña, siempre vienen de Imaginacción”, plantea sobre un documento que le envió al periodista y que contiene la respuesta de la Seremi de Salud a una consulta de la Comisión sobre la situación de Tecnorec.
El monitoreo a los proyectos que le interesan a Enrique Correa sigue un estricto orden al interior de Imaginacción, donde el área de Asuntos Públicos –una de las tres que lo componen–, se encarga de atender a las empresas y realizar gestiones según sus intereses. El consejero nacional de la DC –y miembro del “gutismo” al interior de la falange–, Moisés Valenzuela, es el gerente a cargo, y en el equipo participan otros connotados concertacionistas, como el ex asesor comunicacional de Michelle Bachelet, Juan Carvajal, y la ex subdirectora de Cieplan, Carmen Celedón.
Anualmente, Imaginacción define a los consultores que deberán monitorear los proyectos que se tramitan en el Congreso y que son del interés de sus clientes. En el “consolidado 2014” de la empresa, se establece que Carmen Celedón está a cargo de todos los proyectos relacionados con las AFP y las isapres, con la ayuda de Moisés Valenzuela, en que se “sanciona penalmente la colusión”. El DC también está encargado de seguir los proyectos sobre educación que “prohíben aportes del Estado a entidades que persigan fines de lucro”; “dominio público de las aguas”; “crea la Agencia Nacional de Acreditación”; “carretera eléctrica”; “explotación del litio”, entre otras.
El tema que sigue cada uno de los consultores del grupo se relaciona con las empresas a las que deben atender, información que El Mostrador no pudo obtener, pero que es posible inferir al revisar el listado de los funcionarios a cargo de cada proyecto. Puedes revisar aquí el informe consolidado 2014 de Imaginacción, y aquí el informe consolidado del 2013.
Más allá de la planificación anual, sus profesionales organizan semana a semana el monitoreo de las comisiones del Congreso. A partir de la revisión de estos documentos, es posible constatar quiénes están a cargo de los proyectos y comisiones que han marcado la agenda los últimos meses. Por ejemplo, la Comisión Investigadora del caso Cascadas –que afecta a SQM, cliente de Correa– es seguida por Denise Schlesinger, y todo lo relativo al Pentagate es informado directamente a Moisés Valenzuela, quien además ha seguido a la Comisión de Economía cuando esta ha recibido a autoridades que exponen materias relacionadas con el caso Fraude al FUT.
El proyecto enviado por el Mineduc que elimina el lucro, el copago y la selección en los colegios ha sido seguido por Carmen Celedón y por Natalio Dorfman, ex asesor de la Secretaría General de la Presidencia cuando el ministro de esa cartera era José Antonio Viera-Gallo.
Cada una de las sesiones monitoreadas por Imaginacción quedan registradas en informes que envían sus hombres en el Congreso, los que elaboran dos tipos de documentos. Por una parte realizan artículos informativos que dan cuenta de lo tratado en forma general en las instancias parlamentarias, y también unos más pormenorizados con la transcripción textual de lo expresado por cada uno de los parlamentarios en la discusión.
En el Congreso dicen que no tienen un registro de los lobbistas de Imaginacción que se pasean por sus pasillos. Afirman que no saben quiénes son y que, si se confunden con periodistas, no hay una regulación que los obligue a identificarse, lo que deberá cambiar en diciembre, cuando comience a operar la nueva Ley de Lobby y los “gestores de interés” luzcan una vistosa credencial amarilla que los identifique.
El secretario general de la Cámara de Diputados, Miguel Landeros, indica que solo con la nueva norma se podrá elaborar un registro: “Hoy los periodistas se registran por los medios y tienen derecho a ingresar a las comisiones y demás instalaciones. Cuando se trata de empresas como Imaginacción u otras –que se dedican a asesorías o a gestión de interés–, no existe ningún registro, porque el tipo dice que va como observador, se registra y listo. O puede ser que algún parlamentario lo invite. Con el reglamento del lobby, eso va a ser distinto, porque los gestores de interés o lobbistas van a estar registrados, con un color especial de credencial”.
Desde Imaginacción, Moisés Valenzuela, comenta que los profesionales que ellos contratan a honorarios pueden tener otros trabajos, por lo que no es extraño para él que el periodista que tienen en Congreso trabaje además para un medio de comunicación: “Seguramente él trabaja para ese medio, lo que pasa es que tenemos un conjunto de profesionales a honorarios, y ellos pueden perfectamente tener –y de hecho lo tienen– otros trabajos complementarios. Ellos tienen un sueldo parcial que está relacionado con lo que les solicitamos, que es hacer seguimiento legislativo, y eso pueden hacerlo in situ en el Congreso o por otras vías”, comenta Valenzuela.
El gerente del área de Asuntos Públicos de la consultora agrega que la labor que realizan en Valparaíso se limita al monitoreo legislativo: “Lo que nosotros hacemos es –de acuerdo al requerimiento de nuestros clientes y siguiendo fuentes abiertas– hacer un seguimiento de lo que ocurre en el Congreso, tanto en comisiones como en la Sala. Y cuando corresponde, elaboramos un informe detallado para nuestros clientes”.
En 1996, Enrique Correa fundó Imaginacción. El hombre que se formó políticamente en el MAPU y que además ha desfilado por otras tiendas, como la DC y el PS –donde se ubica su actual militancia–, venía saliendo de La Moneda, donde fue el ministro de la Secretaría General de Gobierno de la administración de Patricio Aylwin, y decidió instalarse con camas y petacas en el mundo privado.
Hoy es cercano a las empresas y sus consejos son escuchados, tal como han relatado fuentes del mundo del dinero. Entre sus asesorados más connotados están Álvaro Saieh –a quien ayudó en medio del escándalo que afecta a CorpBanca–, Julio Ponce Lerou y, últimamente, los socios del Grupo Penta, Carlos Alberto Délano y Carlos Eugenio Lavín, quienes saltaron a la palestra por el caso fraude al FUT y, en las últimas semanas, por ser acusados de financiar irregularmente campañas políticas.
Es un hombre transversal, por más que su corazón y sus amigos se ubiquen en la Concertación. Aunque su posición política se hace evidente cuando se revisan las asesorías ad honorem que realiza a organizaciones como Educación 2020 y la Fundación Salvador Allende, donde ha dejado clara la cercanía que lo une con la familia del ex Presidente, aconsejando a la actual presidenta del Senado –y precandidata presidencial del PS–, Isabel Allende. También estuvo asesorando a los abogados de los ex funcionarios del primer gobierno de Bachelet, Carmen Fernández y Patricio Rosende, cuando estaban en medio del huracán de la investigación judicial por las muertes ocurridas a raíz del terremoto del 27 de febrero del 2010.
Imaginacción además ha funcionado como un refugio para cuadros políticos de los gobiernos de la Concertación. Ahí están para testificarlo el ex Secom Juan Carvajal (PS), el ex ministro de Obras Públicas del gobierno de Ricardo Lagos, Carlos Cruz, el DC Moisés Valenzuela y Jorge Insunza, quien fue diputado PPD, luego saltó a la empresa de Correa y, en las recientes parlamentarias, volvió al hemiciclo.
Aunque se ha dicho que hoy no es parte del eje de poder de la Nueva Mayoría, y que sus mayores contactos y lealtades están en la vieja Concertación, hace unos meses volvió a hacer ruido cuando se juntó a almorzar con el ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, en el departamento de Ernesto Ottone, otro clásico asesor de los gobiernos de la centro izquierda.