Aprovechamos de recalcar que nuestra orientación editorial sigue privilegiando la opinión de los lectores y la interacción con nuestro medio. Ello explica nuestra apertura y foco a las columnas, las que provienen de un haz doctrinario y temático muy amplio, y cuyos contenidos en gran medida son propuestas de opinión de los propios lectores.
La creciente relevancia de las redes sociales en la circulación de noticias y en la configuración de la opinión pública sobre las mismas, ha cambiado el modo de interacción entre los medios informativos y sus lectores. El volumen de circulación de noticias en la red se ha multiplicado casi al infinito comparado con lo que era en los primeros años del siglo XXI. No tanto por la oferta de medios de información o sistematización de noticias, sino por la forma en que los lectores interactúan con los medios existentes, creando una sinergia particular entre enfoque editorial y opinión pública. Una parte sustancial de los comentarios sobre una noticia circula hoy por Facebook u otras aplicaciones similares, que se abren para acercar al lector como un actor en la difusión de las informaciones.
[cita]El espacio destinado a los comentarios a las crónicas, notas y columnas, abierto por los medios digitales para sus lectores en la década pasada, hoy ha perdido importancia o, derechamente, ya no es necesario.[/cita]
Así, el espacio destinado a los comentarios a las crónicas, notas y columnas, abierto por los medios digitales para sus lectores en la década pasada, hoy ha perdido importancia o, derechamente, ya no es necesario.
Razón por la cual, a partir de este día, El Mostrador ha cerrado sus espacios destinados a comentarios.
Entendemos que hoy una forma más libre para los usuarios, como son las aplicaciones que les permiten tanto comentar como favorecer noticias o, incluso, generarlas, está ampliamente difundida entre los usuarios de la red.
No obstante, aprovechamos de recalcar que nuestra orientación editorial sigue privilegiando la opinión de los lectores y la interacción con nuestro medio. Ello explica nuestra apertura y foco a las columnas, las que provienen de un haz doctrinario y temático muy amplio, y cuyos contenidos en gran medida son propuestas de opinión de los propios lectores, lo que permite acortar la interfaz entre estos y El Mostrador.