Presidente de la Suprema fija marco conceptual del viraje social de ese poder del Estado
El magistrado expuso ante el empresariado argumentando que la justicia tiene que amparar, declarar y hacer ejecutar los derechos de los ciudadanos, indicando además que los proyectos de inversión deben aplicar la normativa sobre la participación de la población, preservación del medio ambiente y mantenimiento de la cultura de los pueblos originarios.
En la esperada exposición que el presidente de Corte Suprema hizo frente al Encuentro Nacional de las Empresas (Enade), se refirió a lo que se esperaba de su inédito discurso, ya que es primera vez que un presidente de la Corte Suprema expone en el encuentro empresarial. Muñoz se refirió a la judicialización de los problemas ambientales y aseguró, contra las criticas que se le hacen, que los que han llegado a tribunales son los mínimos: «Insisto y lo dejo bien en claro, los proyectos medio ambientales que llegan a tribunales son excepcionales. Contado con los dedos de las manos. Si cada uno de ustedes tiene un proyecto, sólo diez o veinte, o si lo exageramos cincuenta proyectos han llegado a los Tribunales».
Muñoz le dio un marco conceptual a lo que el entiende como la justicia aplicada a una sociedad de derecho, señaló que «la gente quiere participar en el bienestar y no solamente en los sacrificios de los proyectos económicos», al tiempo que aseguró que «corresponde que nos hagamos cargo de los grandes litigios, pero también de los pequeños, por cuanto la ciudadanía que otorga recursos tiene derecho a una justicia pronta y efectiva, si no nos podrían calificar de que estamos dando una justicia de clase».
El presidente del máximo tribunal chileno, en una exposición que duró más de media hora, se refirió largamente a la importancia de los derechos humanos en la aplicación de la justicia y entendidos mucho más allá de solamente los derechos al resguardo de la vida, el resguardo físico y a la integridad de las personas. Sobre este punto, dijo que «cuando se trató de proteger la propiedad los jueces entregaron la respuesta clara, sin embargo, al solicitarse amparo para la vida y la libertad esa respuesta fue débil», haciendo referencia, además, al perdón que pidió la Corte Suprema por el actuar que tuvo bajo la dictadura de Augusto Pinochet.
Llevando el tema de los derechos al presente, manifestó que la justicia va a ingresar en todo tipo de discusiones que estén en el debate nacional, indicando que «no es efectivo que en nuestras conversaciones no sea posible abordar con respeto mutuo toda la temática nacional, tampoco es posible que algunas materias queden excluidas de ciertos círculos de opinión. En efecto, un modelo democrático, de desarrollo sustentable, requiere equilibrar las metas económicas, sociales y culturales, con el respeto y preservación de nuestros pueblos originarios y el medio ambiente».
Insistiendo en este último punto, la llamada judicialización de los problemas ambientales, señaló que «los tribunales tienen el deber de mantener sus puertas abiertas, para amparar los derechos de todas las personas y espero que siempre lo hagan sin reservas de ningún tipo». A lo que agregó que «en el evento en que las demandas excedan la capacidad del Poder Judicial este incluso debe adecuar sus procedimientos para dar una respuesta efectiva a los requerimientos».
Muñoz fue enfático en este punto y subrayó que «en el evento en que no se atienda a los derechos y se omita una solución efectiva a su respecto las demandas serán llevadas a los tribunales, que tienen el deber de ampararlos, declararlos y hacerlos ejecutar a los juzgados, puesto que así lo expone el principio de inexcusabilidad y acceso a la justicia. Imperativo que los Tribunales no eludirán, puesto que son los garantes de los derechos de las personas», recalcó.
Ya al finalizar su intervención, el presidente de la Corte Suprema declaró que «el Estado es garante del progreso en materia de derechos, en consecuencia es un deber evolucionar en nuevos derechos de base económica, social y cultural. Este avance en derechos y desarrollo debe incorporar una mirada sustentable y ecológica, tanto en términos de medio ambiente como humano».
Sergio Muñoz aprovechó la ocasión para responder a las críticas que se le han hecho al poder judicial, durante los últimos años, en relación a una supuesta falta de aplicabilidad de la Ley en caso de delincuencia.
«El poder judicial nunca le ha faltado el respeto a ninguna persona, pero es tiempo de responder a ciertas descalificaciones», mirando a los centenares de empresarios que observaban su exposición. En este punto, refiriéndose al llamado fenómeno de la ‘puerta giratoria’, señaló que «la autoridad política, los medios de comunicación como reproche a la antigua justicia penal y de esta manera vencer cualquier resistencia a su transformación, ha acuñado en diferentes frases, entre ellas, la acuñada ‘puerta giratoria’. Hay que aclarar que la realidad es muy distinta a lo que se ha tratado de posicionar en la percepción de la opinión pública», aseguró el presidente de la Corte Suprema.
«Desde el año 2004 a junio de 2014, se han solicitado por el Ministerio Público 270.434 prisiones preventivas a nivel nacional. De todas ellas, una vez deducidos los recursos legales, se han mantenido las decisiones que niegan lo requerido por el Ministerio Público solo en 2837 casos, que representa el 1% de los requerimientos efectuados a los Tribunales», aseguró el juez, «esta es la puerta giratoria, el 1% de las decisiones».
Por último, Muñoz también se refirió a la Reforma Procesal Civil, diciendo que ellos están de acuerdo con que se generen modificaciones, pero que también «un modelo sistemático, complejo e integral de solución de conflictos debería ofrecer en su base, al interior del Poder Judicial, un sistema de resolución alternativo de controversias, que contenga a lo menos negociación directa, mediación, arbitraje y conciliación», agregando que la idea es poder resolver la mayor cantidad de casos posible, antes de que deban ingresar al Sistema Judicial. Sobre este punto, indicó que «no estamos de acuerdo en que se privatice la justicia», con lo que finalizó Muñoz su presentación, entre tibios aplausos, que no tuvieron comparación con los obtenidos por otras personalidades, como Andrés Tagle y el ex ministro de Sebastián Piñera, Roberto Ampuero.
A su salida, el presidente de la Corte Suprema se vio acompañado de la Presidenta Michelle Bachelet, con quien se despidió de un beso en la cara.
