«Sería sano para el debate que el gobierno sea claro en su postura respecto a Nueva Constitución», dijo el parlamentario, luego que el ministro Rodrigo Peñailillo dejara en suspenso el mecanismo que se utilizará para llevar a cabo la reforma. Desde la DC, su timonel, Ignacio Walker, ya se alineó con la idea de un acuerdo en el Parlamento que sea legitimado por la ciudadanía por la vía de un plebiscito.
Luego que el ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, anunciara para el próximo año la puesta en marcha del proceso para cambiar la Constitución, pero sin precisar el mecanismo que se utilizará para ello, el diputado por Magallanes Gabriel Boric emplazó al Ejecutivo a que sincere si definitivamente ya está descartada la posibilidad de que se convoque a una Asamblea Constituyente.
«Ante el anuncio del gobierno de que el próximo año comienza el proceso de nueva Constitución, cabe entender que ¿han descartado la Asamblea Constituyente?», se preguntó el parlamentario en su cuenta de Twitter.
Y agregó que «sería sano para el debate que el gobierno sea claro en su postura respecto a Nueva Constitución. Está o no a favor de una Asamblea Constituyente».
Boric hizo este planteamiento después que Peñailillo volviera este martes a abordar el tema que surgió tras el Comité Político Ampliado. El secretario de Estado dejó en suspenso la fórmula que se evalúa implementar para llevar a cabo los cambios a la Carta Fundamental, enfatizando que en ello «no hay ningún ruido ni incertidumbre», por cuanto se trata de una materia que resolverá la propia Presidenta Michelle Bachelet, y que la cuestión de fondo es la necesidad de contar con una nueva Constitución.
«Escuchamos todas las sugerencias, pero es el gobierno y la Presidenta la que decide», dijo, agregando que «lo hemos dicho un par de veces, que a partir del próximo año nosotros empezamos el proceso de una nueva Constitución. Es lo que la Presidenta ha resuelto desde hace un tiempo, es lo que resolvió en Cerro Castillo y es lo que ayer (lunes) comunicamos».
Y recalcó que «lo importante es que Chile necesita una Constitución legitimada, nacida en democracia, pensando en los desafíos de Chile en el siglo XXI. Tenemos que ponernos a trabajar pronto, este es un gobierno de cuatro años y que tiene tres reformas estructurales, por lo tanto, tenemos que iniciar ese proceso a partir del próximo año».
A diferencia del ex presidente de la FECh, el timonel de la Democracia Cristiana, senador Ignacio Walker, sostuvo que está a favor de cambiar la Constitución por la vía de un acuerdo fruto del trabajo de ambas cámaras del Congreso Nacional, que se legitime por la vía de un plebiscito, como se hizo con las reformas constitucionales del año 1989.
El dirigente falangista recordó que se trata de una propuesta que presentaron el senador DC Andrés Zaldívar junto al ex senador del PS Camilo Escalona. «Una comisión bicameral siempre me ha parecido la más atractiva, la más democrática, sobre todo si se hace con un método de participación ciudadana, de consulta», dijo a Radio Cooperativa.
Agregó que «podemos llegar a un acuerdo, tenemos que tener un acuerdo y ese acuerdo forjado en una sede institucional, que debe ser el Parlamento, y se tiene que plebiscitar. Eso hicimos el 89».
Walker planteó que la prioridad de los cambios a la Carta Magna tienen que ver con poner fin al sistema electoral binominal, a las leyes orgánicas constitucionales y al control preventivo del Tribunal Constitucional. Señaló que también debe fortalecer los estatutos de bienes públicos, avanzar en materia de descentralización y mejorar el equilibrio entre los poderes Ejecutivo y Legislativo.
Y en contraste con la premura que tiene para varios sectores del oficialismo el cambio de la Constitución, que es por lo demás una de las promesas de campaña más emblemáticas de Bachelet, desde las propias filas de la DC el senador Jorge Pizarro manifestó que le parecía más conveniente haber postergado el asunto para 2016, considerando que el próximo año es clave para la puesta en marcha de la Reforma Educacional, y que a su juicio no era necesario que los cambios se hicieran «de golpe».
«La nueva Constitución no tiene por qué ser de golpe, puede ser gradual», dijo Pizarro a CNN Chile. Eso sí, manifestó que se trata sólo de una anternativa, ya que en este tema «no hay nada cerrado».
Y sobre las aprensiones y críticas que sobre todo de la oposición surgieron frente al anuncio del gobierno, el parlamentario expresó que «aquí no va a venir un marciano o un troglodita a decidir el cambio en el sistema chileno. Nadie va a venir sin saber lo que queremos todos los chilenos».