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Cae Vargas, el hombre que defendió la tesis de llegar hasta las últimas consecuencias en el SII Dejará su cargo a partir del lunes

Cae Vargas, el hombre que defendió la tesis de llegar hasta las últimas consecuencias en el SII

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El jueves pasado el nuevo director (s) del Servicio de Impuestos Internos, Juan Alberto Rojas, pidió la renuncia al subdirector jurídico del organismo, Cristián Vargas. Según fuentes de la entidad, por presiones de distintos sectores, incluyendo partidos oficialistas.


La segunda semana de abril, el ex director del Servicio de Impuestos Internos, Michel Jorratt, tomó una decisión que comenzó a empujar la salida del subdirector jurídico, Cristián Vargas, quien deberá dejar su cargo a partir del próximo lunes.

El martes 7 de abril, en la sala de reuniones del director del SII, Jorratt determinó que Vargas dejaría de estar a cargo de la revisión de los antecedentes y acciones penales en el marco de los casos SQM y Penta. Fuentes del organismo confirmaron entonces a El Mostrador que, desde entonces, los temas descansarían en manos del subdirector de Fiscalización, Víctor Villalón, en conjunto con Elena Amaya, jefa de gabinete de Jorratt.

A partir de esa reunión las relaciones al interior del organismo se fueron tensionando de tal forma, que para muchos profesionales en el servicio fue claro el aislamiento que sufrió Vargas. Ya no lo invitaban a las reuniones importantes, mientras el servicio enfrentaba los duros cuestionamientos públicos por la demora en presentar acciones penales contra Giorgio Martelli, cuya relación con la Nueva Mayoría quedaba clara por las boletas que existían entre el “recaudador” de las campañas presidenciales oficialistas y el ex ministro Rodrigo Peñailillo, más una serie de colaboradores cercanos a Bachelet.

Los primeros días de mayo una bomba centró aún más las miradas en Vargas, cuando Ciper publicó que el lunes 4 de ese mismo mes, la Subdirección Jurídica del SII tenía lista la querella contra Giorgio Martelli y Jovino Novoa, pero que la dilación de la acción penal y la opción de la vía administrativa en vez de la judicial, venía de la presión de dos actores relevantes: los ministros del Interior y de Hacienda, que intentaban frenar las investigaciones.

El gallito

El vacío hacia Vargas fue total. Fuentes de Gobierno comentan que la pugna entre Peñailillo y el subsecretario del Interior, Mahmud Aleuy, se extrapoló al SII. Mientras el primero –que mantenía una vía de comunicación con Jorratt– estuvo desde el primer momento por la tesis de no seguir investigando más allá y llegar solo hasta Penta, el segundo pensaba que había que llegar hasta las últimas consecuencias. La misma opción por la que apostaba Vargas al interior del servicio.

La tensión entre Jorratt y Vargas quedó de manifiesto públicamente con los correos que el domingo 17 de mayo dio a conocer La Tercera. Eran duras conversaciones entre ambos. En uno de esos correos electrónicos, Vargas le señaló al director del servivio: “Ayer estuve analizando la situación que me planteaste sobre las acciones penales en preparación. Al respecto, te iba a escribir que no comparto la idea de postergarlas”. “Tú no estás inhabilitado para ver estos asuntos, lo de Novoa y Martelli. Por lo mismo, si estimas que la dilación debe mantenerse, propongo que revoques la delegación de facultades para presentar querellas o denuncias, conferidas al subdirector jurídico, y la reasumas tú”, le señaló Vargas.

Sin embargo, días después que fuera sacado de su cargo, el propio Jorratt se encargó de aclarar esos e-mails. “El correo es bien particular, porque nosotros conversábamos personalmente. Entonces, me llamó la atención que mediante un correo él usara la palabra dilación. Lo que estaba pidiendo es que hiciera bien la pega, porque estábamos presentando dos querellas, una contra Jovino Novoa y otra contra Martelli y la señora (Clara) Besán, la contadora. En el caso de Novoa ellos hicieron todas las diligencias, pero en el segundo sólo interrogaron a la señora Besán y no a Martelli. Y consideré que era fundamental, y lo consulté con otros especialistas, que le tomáramos declaración. Entonces le pedí a Cristián, que para que el caso no se nos cayera después en tribunales, que lo citara a declarar al día siguiente. En ningún caso estaba pidiendo dilatarla”, dijo en revista Qué Pasa.

Fuentes al interior del organismo señalan que el máximo temor de Vargas era que finalmente el SII se instrumentalizara en favor de presiones políticas, presiones que no sólo provienen de partidos del propio oficialismo que ven cómo se desnuda el financiamiento de las campañas políticas de la Nueva Mayoría y de la propia Presidenta Bachelet, sino que también de la UDI, cuyas presiones han sido abiertas y públicas.

No hay que olvidar que las investigaciones que lleva adelante el Ministerio Público no sólo suman a parlamentarios de esa tienda, sino que también al líder hasta ahora intocable del gremialismo, Jovino Novoa. La dilación de esa acción penal era clara no sólo para Vargas, que habla directamente de ella en uno de los correos entre él y Jorratt publicados. Según fuentes vinculadas a la investigación, el SII tenía un panorama completo de la situación de Novoa ya a comienzos de abril y las querellas se presentaron recién el 11 de mayo, el mismo día en los ministros de Hacienda e Interior dejaron el gabinete.

La caída

Tras la salida de Michel Jorratt de la dirección de Impuestos Internos, el 18 de mayo, en el oficialismo, mayoritariamente, pensaron que los cambios no afectarían al subdirector jurídico. Se consideraba complejo hacer más ajustes en esos momentos y se advertía que “no se puede sembrar y cosechar al mismo tiempo”.

En la Nueva Mayoría comenzaron a tomar nota del “especial interés” de la UDI en la salida de Vargas, una especie de “revancha” contra el subdirector jurídico porque lo sindican como uno de los responsables de las filtraciones a la prensa de información vital para el caso Penta que complicó a figuras de la colectividad.

En todo caso, en el oficialismo reconocen que la UDI no es el único partido interesado en la cabeza de Vargas. Fuentes de ese sector advertían la semana pasada que en la DC también buscaban la salida del subdirector jurídico. Tanto en la falange como en el Gobierno reconocen que la DC tiene especial interés en que la dirección nacional del SII quede en manos de unos de los suyos y, en ese cuadro, es clave la subdirección jurídica, para la cual –agregan en La Moneda– el partido de la flecha roja tiene un candidato “tapado” que aspira a instalar en ese cargo.

En la DC dicen que lo que buscan es que se elija a alguien que “le regrese el prestigio” al Servicio de Impuestos Internos.

Pero no es menor el hecho de que hoy sobre Vargas pese la “sospecha” de ser responsable, directa o indirectamente, de ciertas filtraciones puntuales que dejaron en evidencia no solo el quiebre al interior del SII y su pugna con el ex director, Michel Jorratt, sino que las presiones que se ejercían desde Hacienda e Interior, por parte de Alberto Arenas y Rodrigo Peñailillo, respectivamente, para frenar los casos de boletas vinculados a figuras del oficialismo.

Es más, se comentó que Jorratt desde las sombras ha filtrado interesadamente información clave los últimos días sobre un operador político del PS a través del cual Vargas ejecutaría las filtraciones a medios de comunicación puntuales. Lo anterior, con el objetivo de debilitar al actual subdirector jurídico ante los ojos de La Moneda, un debilitamiento que pesó en la decisión que el jueves pasado tomó el nuevo director del organismo, Juan Alberto Rojas, como lo dio a conocer El Mostrador, quien dejó fuera del SII a Cristián Vargas.

El subdirector jurídico de la institución se encuentra con vacaciones formales hasta el próximo lunes, momento en que deberá abandonar su cargo.

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