El ‘potito’, es un emparedado hecho con marraqueta (el pan más consumido en Chile) con una mezcla cocida de carne de ano del vacuno, carne de estómago de cerdo, cebolla al que se le puede agregar distintos condimentos y verduras como zanahoria y ajo.
La Copa América no es sólo de hinchas y de las estrellas de la pelota, sino también de los tesoros culinarios chilenos como el sandwich de ‘potito’ y los ‘anticuchos’, protagonistas en las afueras de los estadios, donde decenas de vendedores proclaman entre los aficionados el encanto de estas comidas populares.
El ‘potito’, es un emparedado hecho con marraqueta (el pan más consumido en Chile) con una mezcla cocida de carne de ano del vacuno, carne de estómago de cerdo, cebolla al que se le puede agregar distintos condimentos y verduras como zanahoria y ajo.
Los ‘anticuchos’ son brochetas con pedazos de carne que se asan en la parrilla.
Marisol, vendedora de sandwich de ‘potito’ afuera del Estadio Nacional, la principal sede del campeonato internacional, explica mientras atiende a un cliente hambriento, que este plato «es típico del estadio chileno».
«Los hinchas extranjeros lo encuentran exquisito y muchos de los que vienen acá se repiten el plato», asegura Marisol, mientras con un cucharón rellena un pan con la mítica mezcla chilena.
Hinchas con camisetas de distintas selecciones se pasean mirando con curiosidad los distintos puestos de venta de comida en las calles colindantes al Estadio Nacional y los aromas intensos se cruzan despertando el hambre de los visitantes, los que en la previa del pitido inicial también disfrutan de los famosos «anticuchos».
Marcos, vendedor de esta comida, explica que «este año he decidido innovar mezclando diversos trozos de carne de vacuno, pollo y cerdo cruzados por la famosa varita de madera».
En ocasiones, detalla Marcos, los ‘anticuchos’ llevan también verduras asadas entre la carne como trozos de cebolla, pimentón verde y zanahoria.
«Los hinchas chilenos no han comprado muchos ‘anticuchos’, en cambio, los colombianos nos han vaciado la parrilla. La recepción del público extranjero ha sido muy buena», especifica Marcos, mientas observa la parrilla repleta de este tentempié futbolero.
La tradición de la comida afuera del estadio vuelve con más fuerza en esta competición internacional de fútbol, donde hace pocos días surgió la polémica sobre los altos precios de los «combos Copa América», paquetes de comida que se venderían dentro del estadio.
El primero de ellos tenía un costo de 7.150 pesos chilenos (unos 11,3 dólares) e incluía una bebida, un sandwich de jamón queso o un sandwich de hamburguesa y por último, la elección entre una bolsa pequeña de bolitas de chocolate o un paquete de papas fritas.
El valor de estos combos aumentaba a 7.700 (unos 12,2 dólares), si se deseaba cambiar la bebida por una cerveza sin alcohol.
Marisol, desde su puesto de sandwich de «potito», se ríe y cuenta «que acá el emparedado cuesta sólo 1.500 pesos (unos dos dólares) y por eso nadie se enoja. Se pierda o se gane en la cancha, se come igual».
Cada vez que va a disputarse un choque futbolero en el Estadio Nacional de Chile y se empieza a desplegar rápidamente la ola de hinchas hacia los accesos del recinto, los aficionados saben que el momento para llenar el estómago se acabó y que se aproxima el pitido inicial.