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Bachelet defiende la interrupción del embarazo en tres causales y dice que «acá hay una conversación de cosas no dichas, en Chile hay aborto» Mandataria explica que lo que se busca es preservar la dignidad de la mujer

Bachelet defiende la interrupción del embarazo en tres causales y dice que «acá hay una conversación de cosas no dichas, en Chile hay aborto»

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«Nosotros creemos que estamos hablando de dignidad de las mujeres, estamos hablando y es claro desde un punto de vista de salud, porque lo que sucede es que «acá hay una conversación de cosas no dichas, en Chile hay aborto. La gente que tiene buenos recursos lo hace en buenas condiciones, la gente que no tiene recursos lo hace en malas condiciones y con riesgo para la salud de la mujer, incluyendo el riesgo de morir», asegura la jefa de Estado.


La Presidenta Michelle Bachelet defendió la mañana de hoy domingo la ley que busca interrumpir el embarazo en sus tres causales, por inviabilidad del feto, peligro de muerte de la madre y violación, afirmando que este tipo de procedimiento se hace en el país y que «acá hay una conversación de cosas no dichas, en Chile hay aborto».

En entrevista en radio La Clave, la mandataria dijo que la «la idea con este proyecto de despenalización del aborto por estas tres causales (…) lo que nosotros queremos es preservar la dignidad de la mujer y que tenga la capacidad de tomar una decisión».

Bachelet señaló que el proyecto plantea que es la mujer la que debe tomar la determinación de interrumpir su embarazo, lo cual debe ser informado de todo lo que significa, pero «también plantea que en el caso de las mujeres que teniendo una de esas tres causales, quiera mantener el embarazo, obviamente tendrá todo el apoyo para aquello».

«Nosotros creemos que estamos hablando de dignidad de las mujeres, estamos hablando y es claro desde un punto de vista de salud, porque lo que sucede es que «acá hay una conversación de cosas no dichas, en Chile hay aborto. La gente que tiene buenos recursos lo hace en buenas condiciones, la gente que no tiene recursos lo hace en malas condiciones y con riesgo para la salud de la mujer, incluyendo el riesgo de morir».

En cuanto a las discusiones que se han generado en torno a la iniciativa que impulsa el gobierno, la jefa de Estado explicó que lo que un Estado no puede hacer es el de «imponer una mirada, una visión al conjunto de sus ciudadanos, porque aquí hay hombre y mujeres que piensan distintos, que tienen situaciones distintas, que pueden pararse de mejor o peor manera frente a hechos de esta naturaleza, y creo que lo que un Estado tiene que asegurar son opciones».

«Cuando uno mira las encuestas, más del 70% (del país) está de acuerdo con todas las causales, algunos están más de acuerdo con unas que con otras, pero más del 70% de los chilenos está de acuerdo, pero la gente en Chile está más consciente de la realidad y más consciente que las mujeres son personas que tienen opinión y derecho a tomar decisiones», explicó.

La Presidenta también se refirió a la posibilidad que la oposición concurra al Tribunal Constitucional para rechazar el proyecto de aborto, indicando que estos «tienen un sentido y cumplen su rol de asegurar que las distintas legislaciones sean acorde a la Constitución, pero por supuesto uno quisiera que esa Constitución sea la que represente el sentir de los chilenos y chilenas, y no dé espacio para la discriminación o para que no se puedan asegurar los derechos de las personas».

La mandataria explicó que el mecanismo para una nueva Constitución debe tener, en primer lugar, una legitimidad de origen, por lo que «tiene que ser un proceso de participación ciudadana, porque es fácil juntar a ocho constitucionalistas pedirles que escriban una nueva Constitución o pedirle a ciertas elites que hagan una Constitución, que posteriormente se traduce a lenguaje de los constitucionalistas, pero no estaría resolviendo la falta de legitimidad de origen».

Bachelet también aprovechó la oportunidad de explicar los problemas comunicacionales que enfrenta su caída en el nivel de respaldo ciudadano y el apoyo a las reformas que impulsa su gobierno.

«En el ámbito de la participación y que la gente pueda tener informaciones distintas (…) hemos tenido un problema. Hay poca posibilidad para la gente de tener información más diversa», dijo.

Agregó que «hay una parte del mundo, llamémosle de la Nueva Mayoría -o lo que fue la Concertación antes- que no tiene un diario. Hay un canal nacional (TVN), pero no es del Gobierno… Siento que ha habido una dificultad de un cierto mundo de la política para poder tener medios propios donde poder instalar información y, a veces, contrarrestar información que no siempre es objetiva, por decirlo así».

En ese sentido, explicó que «llama la atención que hay poco apoyo a algunas reformas que, de verdad, van a ser tan beneficiosas para la gran mayoría de las personas».

«No estamos comunicando bien; no hemos sido capaces de contrarrestar a algunas opiniones que están en contra de los cambios y que logran instalarse en la cabeza de las personas, creyendo que les va a afectar. Por ejemplo, en Chile el 70, 80 por ciento de la gente, no paga impuestos, salvo el IVA, y creen que van a tener que pagar impuestos después de la reforma (tributaria). Por eso digo que hay gente que se asusta de cosas que, por el contrario, la van a beneficiar. Me parece que tenemos que hacerlo mejor», sostuvo.

Para solucionar este problema, Bachelet indicó que «tenemos que comunicar mejor, tener mayor cercanía con las personas, Gobierno en terreno, medios, boletines: llegar a la gente con información para que sepan, por un lado, que van a tener derechos, que los van a beneficiar a ellos, a sus hijos y, por otro lado, que las cosas no son como se las han contado».

Finalmente, la jefa de Estado se calificó como una persona autocrítica respecto a sus acciones, identificándose con los sectores «autoflagelantes» de la vieja Concertación, y asegurando que «yo no soy y nunca he sido una ‘Yes woman’. Para mí la lealtad significa decirle a la otra persona -sea la pareja, la amiga, el jefe, lo que sea- las cosas que esa persona necesita saber, y no es que está todo bien, al revés: uno necesita de alguien con confianza, con lealtad, en ese sentido, de decirle: ‘¿Sabe? Póngale ojo a esto, veamos esta otra cosa, parece que esto no está funcionando’, que es como siempre yo he tomado la vida; estar siempre pendiente, no creerme que todo es maravilloso, que todas las obras que uno hace son perfectas y tratar de estar pensando: ¿Lo estaremos haciendo bien? ¿En qué lo estamos haciendo mal? ¿En qué cosas podemos mejorar?».

 

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