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Así fue la intervención del gutismo en la desaparecida Radio Balmaceda de propiedad de la DC Libro del periodista Ignacio González, ex director de La Nación en el gobierno de Frei Ruíz-Tagle

Así fue la intervención del gutismo en la desaparecida Radio Balmaceda de propiedad de la DC

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“Radio Presidente Balmaceda desapareció del aire en 1977. Pero no solo de allí. Paulatinamente, también de la memoria colectiva”, escribe el periodista Ignacio González Camus sobre el libro virtual que escribió con la historia del desaparecido medio. En él, no solo relata cómo los acalló la dictadura sino también lo nefasta que fue la llegada de los “guatones” –ala de la DC ligada a Gutenberg Martínez– en los últimos estertores de la radio.


El periodista Ignacio González Camus trabajó en la radio Balmaceda entre 1971 y 1976. Tenía 32 años.

De esa experiencia, no solo tiene los amargos recuerdos del día final de Allende sino también una serie de intervenciones que se produjeron en los meses finales de la emisora, donde Gutenberg Martínez y el ala de la DC llamada “los guatones”, tuvieron mucho que ver.

“Observando cómo se desarrollaron los hechos, se aprecia una estrategia de la juventud ‘guatona’ para tomar el control de la radio. Ricardo Hormazábal señala en el libro que el grupo que asumió la conducción de la JDC en 1975 quería poder, y donde había poder disponible dentro del ámbito del PDC, lo conquistaba. Tal fue el caso de la Balmaceda”, dice González y continúa: “Debo decir que la aplicación de la estrategia para hacerse de la emisora fue implacable. La retroexcavadora de Quintana es un juguete de plástico al lado de los métodos empleados, porque los ejecutivos ‘guatones’ nunca aflojaron ni tuvieron segundos tiempos”.

Para Ignacio González es obvio que Gutenberg Martínez participaba de los objetivos del grupo de «guatones». Era su líder. “Basta señalar que apenas el ‘guatonaje’ pudo comenzar a introducir gente en la emisora, tras la relegación de Belisario Velasco, el primero que llegó fue Marcelo Rozas, íntimamente ligado a Martínez y su esposa, Soledad Alvear. Posteriormente aparecieron por allá la hermana y el cuñado del ‘Gute’ como comentaristas”.

El libro de González dedica varios párrafos y capítulos al tema. “En el curso de la intensa lucha de la Balmaceda, el régimen le impuso cinco clausuras, cuatro períodos de censura previa y, como un drástico castigo adicional, la relegación de su Gerente General, Belisario Velasco. Tan pronto desapareció de escena este último, se registró una irresistible invasión de los jóvenes “guatones” de Gutenberg Martínez –“El Gute”– para apoderarse del manejo del medio, lo que finalmente lograron. Pero, para su desgracia, la dictadura terminó cerrando la emisora poco después”, cuenta González en el libro.

También lo cuenta en otros capítulos:

“En diversas oportunidades, muchos años después, más de alguno de quienes trabajamos en su Departamento de Prensa expresamos la conveniencia de dejar un testimonio escrito de lo vivido en la radio, tanto frente a la dictadura como a partir del momento en que los gutistas llegaron al asalto de la emisora. Pero nadie se decidía a hacerlo…”.

Los “guatones” pisan fuerte

En un capítulo llamado “Los guatones pisan fuerte”, este es parte de su relato: “Pocos días después del inicio de la relegación de Velasco (Belisario) fue designado como Director Responsable de la radio Marcelo Rozas (actualmente vinculado al caso SQM), para lo cual se me despojó de ese título. Quedé como Jefe de Prensa a secas. Arribaron a la emisora, como comentaristas económicos, Luis Ajenjo y su esposa, Victoria Martínez, ingeniero comercial de la Universidad de Chile y hermana de Gutenberg Martínez. Fue un vistoso desembarco del nuevo poder. Comenzaba la invasión de los ‘guatones’.

[cita] En un capítulo llamado “Los guatones pisan fuerte”, este es parte de su relato: “Pocos días después del inicio de la relegación de Velasco (Belisario) fue designado como Director Responsable de la radio Marcelo Rozas (actualmente vinculado al caso SQM), para lo cual se me despojó de ese título. Quedé como Jefe de Prensa a secas. Arribaron a la emisora, como comentaristas económicos, Luis Ajenjo y su esposa, Victoria Martínez, ingeniero comercial de la Universidad de Chile y hermana de Gutenberg Martínez. Fue un vistoso desembarco del nuevo poder. Comenzaba la invasión de los “guatones”.[/cita]

“Jaime Castillo Velasco envió un memorándum a Osvaldo Olguín –en ese momento Presidente en ejercicio del partido– indicando que se había vulnerado el acuerdo de no innovar en la emisora en ausencia del Gerente General titular”.

“¿Quién era Rozas?”, pregunta González en el libro y escribe: “En un artículo publicado el 24 de mayo de 2005 en el medio electrónico Crónica Digital, el periodista y ministro de Bienes Nacionales del segundo gobierno de Michelle Bachelet, Víctor Osorio Reyes, afirmó que Rozas, en su época de estudiante universitario, era gran amigo del “Gute” y de su polola, Soledad Alvear –alumnos en Derecho de la Universidad de Chile–. Los tres militaban en la JDC”.

“El periodista indicó que el cargo de Director de la Agencia de Cooperación y Desarrollo de Chile (AGCI), ostentado por Rozas en 2000, habría sido obtenido por su cercanía con Alvear, y que habría sido candidato de Martínez para la Subsecretaría del Interior en 2001. Rozas era, a la sazón, asesor de Alvear, entonces precandidata presidencial de la DC. En mayo de 2007, un conspicuo miembro del círculo alvearista declaró a la revista Cosas: ‘Las personas en las que la ‘Chol’ más confía son Gutenberg y Marcelo’”.

“Rozas fue nombrado Embajador en Checoeslovaquia en 2006, se supone que también por influencia del ‘Gute’ y la ‘Chol’, hasta que fue destituido de su cargo por la publicación de un artículo que satirizaba en marzo de 2009 las cumbres progresistas, justo cuando se iba a desarrollar una en Viña del Mar, el 27 de ese mismo mes, encabezada por la Presidenta Michelle Bachelet”.

“La columna, que apareció en la revista Capital el 19 de marzo, indicó que el mundo político-económico tenía dos eventos, ‘dos pasarelas, dos espectáculos’: Davos y la reunión de los líderes progresistas que ‘ahora lleva el pomposo título de «Gobernanza Progresista»’ ”.

“Sobre esta última señaló que el año anterior, en Watford, Inglaterra, el anfitrión Gordon Brown, Primer Ministro laborista, había recibido a los más significativos líderes de la izquierda mundial, con resultados ‘sorprendentes’, según la satírica pluma de Rozas”, relata el libro.

“Otro instrumento ‘guatón’: la nueva programación”, se llama otro capítulo que señala que “reservadamente, el estamento ‘guatón’ de la radio comenzó a elaborar una nueva programación, según habían dispuesto Fritis y Rozas. Cuatro personas quedaron a cargo del diseño del esquema. Marasso era el cerebro de este equipo”.

“El equipo periodístico se enteró por rumores de lo que se estaba realizando. Luego llegó a nuestro poder el texto del proyecto. Le hice presente al presidente en ejercicio del PDC, Osvaldo Olguín, mis reparos como Jefe de Prensa frente a un diseño sobre el cual no se había solicitado ninguna opinión a los periodistas… En la fundamentación del nuevo esquema, sus creadores expresaron su convicción: dicha programación ‘constituirá un gran salto en la radiodifusión chilena y latinoamericana, por cuanto se constituye en vanguardia al incorporar los métodos más efectivos y nuevos sistemas de participación’. También se enfocaron en minimizar el significado de la tarea periodística realizada por la emisora a partir de noviembre de 1973. Señalaron que Balmaceda no se diferenciaba en nada sustancial de las demás emisoras de Santiago, «a no ser por las ‘críticas’ (sic) al sistema económico y la ‘defensa’ (sic) de los derechos humanos»”.

“Jaime Castillo Velasco, leyendo esos conceptos, rechazó la calificación peyorativa, indicando que era inadmisible. Lo hizo ver a personeros de los organismos directivos de la DC. Sin embargo, Marasso y su equipo, en otro acápite de su proyecto, se contradijeron en la minimización de la tarea, indicando que el contenido de la línea gruesa de la radio, ‘pese a no ser comunicado del modo ideal, se acerca a lo que debiera entregar un medio de comunicación humanista y cristiano’”, continúa el texto.

El 23 de abril, 25 periodistas y estudiantes de periodismo democratacristianos enviaron una carta a Olguín, planteándole su discrepancia con el carácter de la política de comunicaciones partidaria, lo que “se ha reflejado de modo concreto en los acontecimientos que han ocurrido –y continúan sucediéndose– en el seno de Radio Presidente Balmaceda”.

“Los firmantes planteaban que la política comunicacional DC vigente adolecía de ‘una grave falta de participación de los profesionales de la comunicación democratacristianos’”, dice el texto. Y continúa: “Lo que significaba ‘un menosprecio a lo que ese sector pueda aportar y se traduce en una virtual imposición de acuerdos que se adoptan en círculos muy restringidos’”.

“Tras reseñar las acciones de los nuevos ejecutivos que habían afectado la tarea del equipo de periodistas, indicaban que ‘lo realizado por Radio Balmaceda durante este período no ha sido simplemente una ‘crítica’ (entre comillas) a la política económica, ni tampoco una mera ‘defensa’ (entre comillas) de los derechos humanos. No pueden calificarse tan peyorativa y superficialmente estos deberes básicos de quienes profesan el humanismo cristiano. Se olvida, además, la importante tarea realizada por la emisora en el campo de la información sindical. Tampoco se considera la credibilidad alcanzada por este medio de comunicaciones, cuyas noticias tenían un sello de veracidad indiscutible. Se desconoce, en suma, la imagen global que conquistó la emisora y su efectiva identificación con diversos sectores de la comunidad’”.

“La carta solicitaba congelar los cambios en la radio y reexaminar los ya materializados; y que, para todo ello, se tomara en cuenta al Departamento de Prensa. La otra petición era que se sometiera a análisis la política de comunicaciones del partido a través de nuevas formas participativas para delinearla”

“Sin embargo, pese a las objeciones técnicas que expusimos los periodistas sobre el diseño, Olguín dio la instrucción de implementar la nueva programación en la primera semana de mayo, con una promesa morigeradora: a la brevedad tendría lugar un estudio participativo con la inclusión del Departamento de Prensa, a fin de delinear un diseño programático definitivo”.

“El 5 de mayo, Manuel Bustos, Juan Manuel Sepúlveda y otros dirigentes sindicales DC remitieron a Olguín una carta en la que solicitaron no abandonar, ‘por ningún motivo o pretexto’ la línea de ‘información veraz, valiente y objetiva’ que había tenido la emisora bajo la conducción de Belisario Velasco”.

“Nosotros, como dirigentes y militantes, que hemos estado y seguimos estando atentos a nuestro único medio de comunicación oficial, podemos decir responsablemente que Radio Presidente Balmaceda ha perdido, a partir del día 1 de mayo, Día de los Trabajadores, su condición de órgano informativo y veraz y, en segundo término, su calidad de medio de expresión de los trabajadores”.

“A comienzos de agosto, la profundidad y virulencia del conflicto subió otro escalón a raíz de dos situaciones delicadas. El día 5 se inició una ‘guerra de memos’ de alta intensidad. Se la podía calificar así por lo cáustico de su tenor, más directo y beligerante que el de la etapa precedente.

Por la mañana de esa jornada, envié un memorándum al Director de Programación con copia a los integrantes del Comité Ejecutivo. Le hice presente que esa mañana había salido al aire una nueva presentación de la emisora al momento de abrirse las transmisiones. Al nombrarse a los ejecutivos, se indicaba textualmente: “Vicepresidente Ejecutivo es Jorge Kindermann Fernández; Gerente General y Representante Legal es José Miguel Fritis Pérez; Director Responsable, Marcelo Rozas López, y Director de Programación, Giacomo Marasso Beltrán”.

“Indiqué que esa presentación implicaba que ‘oficialmente, el señor Belisario Velasco, Gerente General titular de la emisora, ya no ostenta ese cargo, y que el señor José Miguel Fritis Pérez dejó de ser Gerente General en carácter de subrogante, para asumir en propiedad esas funciones. Dado que el señor Velasco no ha renunciado formalmente y que a los ejecutivos de la emisora no se nos ha comunicado nada nuevo al respecto, presumo que alguien se ha tomado las atribuciones para remover al Gerente General titular. (…) Por lo tanto, le ruego que me informe de quién emanó la nueva presentación y despedida de la emisora’”.

“Ese mismo día, envié otro memorándum, esta vez dirigido al Director Responsable. En mi mensaje, objetaba el retiro de tres crónicas del Frente a Frente matutino por órdenes de aquél, pese a que estaban consideradas en el programa”.

“Las informaciones habían sido emitidas en la edición vespertina del noticiero Frente a Frente del 4 de Agosto”.

“Una de las crónicas daba cuenta de las dificultades que tenían más de mil alumnos de la Universidad Técnica del Estado para cancelar las cuotas de sus matrículas por contar con escasos medios económicos y las gestiones que habían realizado mediante una carta ante el rector del plantel para lograr la solución a su problema”.

“La segunda era una información sobre el dictamen del Colegio de Abogados ante una presentación firmada, entre otros, por Jaime Castillo Velasco y el jurista Eugenio Velasco, para que se acogiera o respaldara un recurso presentado en favor del abogado detenido Hernán Montealegre. La otra crónica se refería a la decisión de los Ministerios de Economía y del Trabajo autorizando el despido masivo de 287 trabajadores y el término de faenas en la industria Sindelen, Planta Maipú, en la que esas personas se desempeñaban”.

“Como indiqué a Rozas en el memorándum, yo había entregado instrucciones para que esas crónicas fuesen incluidas en el programa, ‘porque las informaciones a que aludo se identificaban plenamente con la línea política e informativa de la emisora, cuyos puntos nos fueron oportunamente comunicados por el Presidente del Directorio de la empresa en una reunión de Comité Ejecutivo. Hice presente al Director Responsable que la línea política e informativa de Balmaceda’ está, por así decirlo, por encima de nosotros y de nuestros cargos”.

“Luego, afirmé que, para mí, ‘el retiro de las tres crónicas va contra la línea política de la emisora. (…) Todas ellas estaban fundadas en noticias que podemos denominar oficiales, y que, por lo tanto, están más allá de la controversia. (…) Por estas consideraciones, me permito señalarle que estoy en absoluto desacuerdo con las instrucciones que Ud. entregó, porque, a mi juicio, con ellas se vulneró la línea política e informativa de la emisora’”.

“La noche anterior, según la explicación por escrito que solicité al periodista de mesa Guillermo Muñoz Melo sobre el retiro de las crónicas y que este me entregó, Rozas le había instruido para que eliminase de la edición matinal de Frente a Frente las crónicas sobre los estudiantes de la UTE y el dictamen del Colegio de Abogados. Y por la mañana había ordenado al periodista Ricardo Urzúa –del sector ‘guatón’– excluir del noticiero la crónica sobre el despido masivo de trabajadores de Sindelen y cambiar la presentación o conjunto de titulares del programa”.

“’Rozas me respondió en su memo que las informaciones eliminadas habían sido transmitidas el 3 de agosto, y que ‘así como estimé conveniente de que estas informaciones debían ser transmitidas por la emisora, no estimé conveniente de que fueran reiteradas’”.

“Señaló que ‘son los dueños de la radio los que fijan y deciden sobre esa línea y el encargado de implementarla es el Director Responsable. En ningún caso es usted el llamado, por lo tanto, para decir en qué momento se ha vulnerado la línea política de la emisora. Sin embargo, para su información, debo señalarle que, dada la situación política de la presente semana, estimé prudente, junto con los propietarios de la emisora, el no producir conflictos innecesarios, considerando que el objetivo fundamental es la transmisión del programa ‘Análisis’ del próximo sábado”.

“En relación a la expresión mía de estar ‘en absoluto desacuerdo con las instrucciones que Ud. entregó porque, a mi juicio, con ellas se vulneró la línea política e informativa de la emisora’, señaló que si eso era efectivo, ‘el camino que debe seguir es el de presentarme su renuncia al cargo, ya que no sólo está en desacuerdo con el Director Responsable, sino también con los propietarios de la emisora’”.

En el texto, González Camus dice que “los guatones sólo alcanzaron a manejar cuatro meses la radio bajo su total control. El 28 de enero de 1977 Balmaceda fue clausurada indefinidamente. La autoridad invocó preceptos de la Ley de Seguridad del Estado y el Decreto-Ley que había declarado el receso de los partidos políticos democráticos en Octubre de 1973”.

“Para evitar que la emisora pudiese lograr la revocación de la medida, como había ocurrido a comienzos de 1976, el mismo día de la clausura apareció publicado en el Diario Oficial un Decreto Ley que modificaba una reciente Acta Constitucional –la N° 3– que creaba un recurso de protección para recurrir ante la Corte de Apelaciones por actos arbitrarios que pudieran afectar las libertades de información y protección”.

“La suspensión indefinida de Radio Balmaceda motivó protestas de la Asociación de Radiodifusores de Chile, del Colegio de Periodistas y de algunos medios. El camino jurídico para revertir la medida, que comenzó por la Corte Marcial y siguió por la Corte de Apelaciones, sólo logró dos fallos adversos”, relata el libro.

Y añade: «El régimen hizo desaparecer definitivamente la emisora el 12 de marzo de 1977, al dictar el Decreto Ley 1.697, que disolvió los partidos políticos que estaban en receso, entre ellos, el PDC. Luego, la Corte Suprema, en un fallo del 22 de mayo, ratificó el criterio expresado por las Cortes Marcial y de Apelaciones”.

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