Así lo comunicó este mediodía el director ejecutivo del canal, Francisco Mandiola, al equipo técnico y periodistas que trabajan en el espacio.
Después de trece años, el histórico programa político de Chilevisión cierra la cortina. Así lo comunicó este mediodía el director ejecutivo del canal, Francisco Mandiola, al equipo técnico y periodistas que trabajan en el espacio.
«El programa no cumple con el rating que la dirección del canal espera», informó a los trabajadores el alto ejecutivo.
La situación ocurre luego que el 31 de agosto el periodista y panelista del programa, Matías del Río, hiciera efectiva su renuncia a ‘Tolerancia Cero’ con la idea de marchar a TVN.
La dimisión se suma al alejamiento de Fernando Paulsen y de su editor, Francisco Poblete.
Este último tuvo fuertes diferencias con la nueva dirección del canal que asumió después de la salida de Jaime de Aguirre de la dirección ejecutiva, y especialmente con Holger Roost-Macias, mano derecha de Mandiola; y también a pocas semanas del debut de la periodista Mónica González, quien a su vez llegó para llenar el vacío que dejó el alejamiento de Paulsen.
Lo que se sabía hasta ahora era que ‘Tolerancia Cero’ entraría en un receso durante parte de septiembre para hacer una reestructuración del espacio. Sin embargo, la baja audiencia habría adelantado su fin.
Fuentes al interior del canal aseguran que el equipo se encuentra «muy golpeado», según consigna El Dínamo.
Un artículo publicado hoy en Pulso asegura que la llegada de Francisco Mandiola en el lugar de De Aguirre, y del alemán Holger Roost-Macias, tendría por objetivo «limpiar el canal y volverlo rentable para su posterior venta».
Si bien el presidente de Turner Latinoamérica, Juan Carlos Urdaneta, dijo que “Chilevisión no se vende”, altas fuentes al interior del grupo controlador indicaron que «la misión de Mandiola y Roost-Macias es reducir los costos al piso, terminar con los programas no rentables, mejorar el rating promedio y dejar instalado a CHV y CNN Chile en Machasa».
«Todo en un plazo de 18 meses, con el objetivo de salir del mercado chileno y vender la operación (CHV) a un buen precio, con una rentabilidad mínima esperada de 20% sobre el valor que pagaron en 2010, cuando adquirieron la red al ahora ex Presidente Piñera, por una cifra cercana a las US$160 millones. Monto muy por sobre los US$24 millones que pagó Piñera al grupo Claxson en 2004″, puntualiza la publicación.
CHV duplicó las pérdidas que registraba hace un año con un resultado negativo de $4.457 millones, bajó sus ingresos por publicidad y aumentó los costos de venta en un 19%, de $16.999 millones en 2014 a $20.248 millones en 2015, según los últimos estados financieros a marzo pasado.
“Para el grupo Turner el canal es una financiera. No tienen ni un propósito de hacer televisión cultural o chilena. Tienen solo un propósito, que es que la compañía Time Warner suba el precio de su acción, y cualquier activo que ellos tengan que les moleste para ese propósito o lo van a vender o lo van a transformar”, aseguraron fuentes de Chilevisión a Pulso.