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SQM: el certificado médico que presentó la defensa de José Tomás Guzmán para no declarar en la primera citación de la Fiscalía Hombre clave del grupo Angelini en el caso platas políticas

SQM: el certificado médico que presentó la defensa de José Tomás Guzmán para no declarar en la primera citación de la Fiscalía

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Carlos Balbontin, defensor del ejecutivo, adjuntó certificado médico para justificar su inasistencia a declarar el 3 de septiembre. Antecedentes del especialista Gabriel Prat mencionan Parkinson, diabetes y osteoporosis y concluyen que “no está en condiciones físicas ni psicológicas para soportar un interrogatorio”. Aun así, Guzmán ha sido visto con regularidad en su oficina y concurrió, finalmente, a la Fiscalía el pasado 22 de septiembre, pero guardó silencio.


Se develó el misterio de la ausencia de José Tomás Guzmán, consejero del grupo Angelini, a la citación a declarar ante los fiscales Emiliano Arias y Carmen Gloria Segura, a cargo de la arista SQM, el 3 de septiembre.

El vicepresidente de Empresas Copec, director de Celulosa Arauco, Siemel y también de Cruz del Sur hasta que se vendió en 2013 al Security, aparece hasta ahora como el único responsable de los aportes irregulares a la política de estas cuatro empresas.

Guzmán figura como el nexo con Jorge Rosenblut –recaudador de las dos campañas de Michelle Bachelet–, quien en su declaración judicial aseguró que “en uno de mis viajes a Chile en 2012 y aprovechando una reunión en la que me tocó participar con ejecutivos del grupo Copec, al final de la misma me acerqué a José Tomás Guzmán, a quien conozco y aprecio mucho y a quien consulté si estarían disponibles para apoyar el proyecto de la futura Nueva Mayoría. La consulta fue bien recibida y así se lo informé a (Giorgio) Martelli telefónicamente”.

El pasado 3 de septiembre, cuando Guzmán debía prestar testimonio ante la Fiscalía, sus abogados defensores –Carlos Balbontín Gubbins, Waldo Bown y Carlos Balbontín Meneses– presentaron un escrito a la fiscal Carmen Gloria Segura en el que excusaron a su cliente respecto a presentarse a declarar, debido a sus problemas de salud. Pidieron postergar la citación para la semana siguiente y adjuntaron un certificado médico emitido por el especialista en medicina interna de la red UC-Christus, Gabriel Prat Alemparte.

Prat Alemparte se presenta como el médico tratante de José Tomás Guzmán, de 86 años, e informa que su paciente es portador “de la enfermedad de Parkinson avanzada, de una hipertensión arterial, de una diabetes melitus y de una osteoporosis severa que le ha producido múltiples aplastamientos vertebrales espontáneos, lo que lo tiene actualmente invalidado por dolor”, según los datos recopilados en las carpetas investigativas.

[cita]Pidieron postergar la citación para la semana siguiente y adjuntaron un certificado médico emitido por el especialista en medicina interna de la red UC-Christus, Gabriel Prat Alemparte. Prat Alemparte se presenta como el médico tratante de José Tomás Guzmán, de 86 años, e informa que su paciente es portador “de la enfermedad de Parkinson avanzada, de una hipertensión arterial, de una diabetes melitus y de una osteoporosis severa que le ha producido múltiples aplastamientos vertebrales espontáneos, lo que lo tiene actualmente invalidado por dolor”, según los datos recopilados en las carpetas investigativas.[/cita]

Detalla que recibe medicamentos para paliar estas enfermedades, entre ellos, analgésicos mayores para su dolor de columna y pone a disposición sus exámenes.

El doctor Prat concluye que, en su opinión, Guzmán “no está en condiciones físicas ni tampoco psicológicas para soportar un interrogatorio bajo presión o extenso; ni en general enfrentar situaciones que lo alteren o le produzcan tensión”.

A pesar del diagnóstico, Guzmán se presentó a declarar el 22 de septiembre junto a sus abogados Carlos Balbontín y Waldo Bown, pero optó por guardar silencio –según publicó El Mercurio en una breve nota el 23 de septiembre–.

Las dolencias explicitadas por su médico tratante no han sido impedimento para que Guzmán siga trabajando. Fuentes consultadas por El Mostrador aseguran haberlo visto con regularidad en las oficinas del grupo Angelini, ubicadas en El Golf 150, donde funciona también el estudio Portaluppi, Guzmán & Bezanilla, del que Guzmán es socio, en el piso 18. En el 19 está el cuartel central de Roberto Angelini, mandamás del grupo Angelini y heredero de la fortuna forjada por su fallecido tío Anacleto.

Los aportes irregulares a campañas políticas realizados por el conglomerado suman, hasta ahora, $748 millones. Abarcan a todas las empresas matrices: Copec, Celulosa Arauco, Corpesca –de la cual Guzmán también es director–, Siemel y Cruz del Sur antes de su venta.

Los destinatarios fueron Asesorías y Negocios, la sociedad creada por Giorgio Martelli para financiar la precampaña de Michelle Bachelet; el estudio de abogados Harold’s & Johns, de Harold Correa y Alex Matute, el primero muy amigo de Rodrigo Peñailillo. Así como también colaboradores de la ex diputada Marta Isasi, de los senadores UDI, Jaime Orpis e Iván Moreira, de Andrés Velasco, también de Marco Enríquez-Ominami, además del senador PPD Felipe Harboe y de Pablo Zalaquett.

No existen querellas ni denuncias del SII en contra de las empresas del grupo Angelini ni de sus directivos, a excepción de Corpesca que corre por otra arista, que cuenta con un contingente importante de acciones legales de distinta procedencia y fue declarada secreta por seis meses porque la Fiscalía indaga el delito de lavado de activos.

Según Qué Pasa, Empresas Copec y Celulosa Arauco rectificaron boletas y facturas sin respaldos por $1.500 millones, correspondientes al período 2012-2014, pero hasta ahora los montos conocidos destinados a financiar campañas políticas en forma ilegal suman $748 millones.

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