La presidenta de la CUT señala que hay una suerte de «parafernalia discursiva» que se utiliza como un «tema que muchas veces te permite acercar puertas de diálogo o te permite cerrarlas, cuando estos temas se transforman en más mediáticos que en otros de resolución de conflictos y, obviamente, eso va minando la posibilidad de poder avanzar»
La presidenta de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Bárbara Figueroa, asegura que es evidente el doble estándar de algunas autoridades del Gobierno de Michelle Bachelet con el paro del Registro Civil, afirmando que ciertos personajes «se casaron con sus propias palabras».
En conversación en el programa de TVN Estado Nacional, la sindicalista dijo que «es evidente que algunos se casaron con sus propias palabras y creo que eso son errores que efectivamente los actores de la institucionalidad política deben cuidar».
En ese sentido, Figueroa señaló que hay una suerte de «parafernalia discursiva» que se utiliza como un «tema que muchas veces te permite acercar puertas de diálogo o te permite cerrarlas, cuando estos temas se transforman en más mediáticos que en otros de resolución de conflictos y, obviamente, eso va minando la posibilidad de poder avanzar»
La timonel de la multisindical señala también que el doble discurso de algunos políticos se da porque «antes era muy condenable que no hubiera diálogo y ahora hay más silencio».
En ese sentido, defendió a la presidenta de los trabajadores del Registro Civil, Nelly Díaz, indicando que actualmente existe una voluntad de avanzar y llegar a solucionar el conflicto que se extiende por más de 30 días.
«No creo que le haya faltado el tono dialogante, el problema acá no es solo un problema de si el dirigente o la autoridad han tenido esa disposición (al diálogo)», sostuvo.
Sin embargo, explica que para poder seguir avanzando en una pronta restitución del servicio es necesario tener un tono más cuidadoso, ya que «uno puede hacer miles de juicio respecto al rol que cada uno de los actores, pero la responsabilidad como dirigente es tratar de hacer que las cosas lleguen a buen puerto, porque esto no es un conflicto inventado. Hay demandas que se han protocolizado más menos explicitadas y que finalmente uno espera que se cumplan».